Ésta es tu invitación.
En presencia del silencio (Laberinto 373)
Con un poema de Pura López Colomé en homenaje a, El resto es silencio, de Guillermo Arreola
En homenaje a la pintura de Guillermo Arreola
Desde mi ventana, desde sus dos ojos, al otro lado parece sólo haber una especie de blancura, una niebla en extinción. Si permanezco inmóvil, se disipa sola. Si me acerco, se aleja; si me alejo, se acerca. Para que el interior suyo, que ya es mío, se revele, hay que rascar, dicen, de algún modo intentar tocar su cuerpo: su verdadero rostro, aunque muestre alguna atrofia; su verdadero corazón, aunque no logre emocionarse; su textura verdadera, la que late y grita: “sí, aquí estoy, soy yo, te necesito, te he buscado toda la vida”; ese extraño astro verdadero y a la espera: raspa con dulzura pero con reciedumbre, con fe pero sin odio, con llamas en los dedos, en las uñas, pero sin quemar a nadie. De manera que al final, después de un largo abrirse paso, abrir brecha con todo lo que esté al alcance de una sensibilidad atroz y un intelecto poderoso, salga a flote un ser. Sin miedo. Ya desprovisto de reflejos e ilusiones. A todo color, el resto, lo demás; no el silencio, el del Cisne que todo lo sabía. Que hoy te sigue dando voz.
Pura López Colomé
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