¡ Burbujeantemente azucarada… para convertirte RÁPIDAMENTE en un
OBESO más!
“Más de medio millón de
muertes por diabetes en Mexico, tan sólo durante seis años" Alejandro
Calvillo (Milenio, 19 junio)
ESTO NO ES SUFICIENTE:
HAY QUE HACER MUCHO MÁS
Coca-colonización
pOR NICOLA LOCOCO. LQSOMOS (rESPONSABLE)
Mucho antes de la
llegada de los europeos, las culturas autóctonas americanas ya consumían hojas
de coca para aliviar sus fatigas y por qué no reconocerlo, obtener también
dosis de placer, que ya les proporcionaban otras substancias como el chocolate
y el tabaco, que ahora nosotros consumimos del todo desgajado de aquellas
virtudes y atribuciones primigenias para las que fueran concebidas, pues cuando
entonces los pueblos hacían un uso de ellos, dentro de un orden enmarcado en
ancestrales ritos, liturgias y tradiciones, que ayudaban al cuerpo y al
espíritu a canalizar saludablemente sus múltiples beneficios
lúdico-terapéuticos evitando en lo demás, sus potenciales riesgos para los
primerizos, menos avezados en su docto manejo.
Nada que ver
entonces, con el modo alienado, segmentado e irresponsable con el que los
occidentales nos entregamos por entero a su disfrute, separando sin pudor, las
distintas esferas que en su realidad concurrían haciendo de la sustancia, pura
materia sin esencia, sin cultura ni sociedad a la que remitirse, quedándose
así, solo con sus desligados efectos somáticos que ahora, atendemos como
nocivos.
Así se comprende
mejor lo sucedido con la más famosa fórmula farmacológica, aquella ideada en
1885 por John Penberton, en su establecimiento de Atlanta, cual eficaz remedio
para jaquecas, vómitos, y toda suerte de males estomacales (propiedades que
todavía mantiene) que en pocos meses, fue requerida por sus conciudadanos, como
refrescante bebida a 5 centavos el vaso, apareciendo ya comercializado en todos
los EE.UU., en 1893 previa venta de su
patente a un avispado industrial por la irrisoria cifra de 2.500 $ de la época,
bautizada y logotizada como hoy se la conoce.
Así, lo que empezó siendo un simple jarabe a base de hojas de coca,
mezclado con semillas de cola, para aliviar molestias y dolores, ha terminado
convirtiéndose en un símbolo omnipresente en todo el orbe asentando su imperio
y estandarte en más países que miembros tiene la ONU, haciendo de la Coca-Cola,
el primer imperio genuinamente universal y de su expansión una auténtica
Coca-colonización mundial, abriendo mercados en los lugares más insospechados e
inhóspitos que pudieran imaginarse, desde el hermético reino de Bután, el
recóndito Tibet, en el árido Sahara hasta tener presencia permanente en las
bases científicas de la Antártida, manteniendo un continuo flujo de suministros
a las provincias en guerra de Irak o Afganistán, al tiempo que se entiende con
antiguos enemigos, como China, Rusia, Libia, Cuba, e incluso, salvando
turbulencias diplomáticas con el mismísimo eje del mal formado por Siria, Irán
y Corea del Norte.
Como se aprecia,
la Coca-Colonización supera en todos los órdenes a cualquier imperio conocido
en la Historia, sea en recursos humanos, si atendemos a su plantilla global,
sea en infraestructuras, recaudación de impuestos, influencia financiera,
habilidad diplomática, etc. Si en el imperio español de los Austria, o en el
victoriano imperio inglés, podía decirse que no se ponía el sol, en el imperio
de la Coca-Cola, podría decirse que tampoco se pone la luna, pues hasta allí ha
llegado su poder en forma de publicidad a manos de un astronauta, dentro de la
MIR, y creo no tardará el día en que veamos toda su faz envuelta en el lema de
la Coca-Cola, irradiando desde lo alto a todo el firmamento.
Pero como la luna,
el imperio de la Coca-Cola y sus efervescentes efectos de su Coca-Colonización,
tienen dos caras: la cara que se nos ofrece es la de un refresco burbujeante,
divertido, inocuo, barato, lleno de vida, fiesta y alegría, de carácter
universal, trasnacional, intercultural, intergeneracional, aconfesional... pero
tras éste subliminal mensaje que se nos mete por los ojos y oídos en vallas
publicitarias, videoclips, videojuegos, merchandising, radio, cine, televisión,
periódicos, revistas, internet... se esconde una oscura y gélida realidad que
ni el más agresivo de los marketings puede ocultar: ¡la Coca-Cola, tortura y
asesina! espiritualmente nuestra sociedad por medio de un proceso de
Coca-Colonización, no solo de los mercados del mundo laboral y de la producción
como cabría sospechar, sino también afectando la salud de los cuerpos,
apropiándose de los recursos acuíferos, infectando las tierras de los pueblos,
esclavizando a sus gentes, extorsionando a los gobiernos, manipulando las
mentes infantiles. Conviene entonces, conocer éstos hechos y exponer cómo opera
la Coca-Colonización:
- La Coca-colonización del cuerpo: La Coca-Cola es
un agente agresivo y extraño al cuerpo, como no podía ser de otra manera con un
producto elaborado a base de pura química. Tanto es así, que varios gobiernos
han intentado suprimir su producción como en su día lo intentara Francia
(1954). Su consumo es muy nocivo sobre todo, entre los más pequeños, pudiendo
provocar diabetes, obesidad, anemia, aparte de las conocidas aerofagias
gastrointestinales. El ácido fosfórico que contiene, es sumamente corrosivo
para los metales, y en buena lógica en modo alguno puede ser beneficioso para
el tubo digestivo y la flora intestinal que tanto procuramos cuidar bebiendo y
comiendo toda suerte de yogures, por no hablar de lo pernicioso que resulta su
ingesta para la salud bucal, dado que de modo inmisericorde, pudre y destruye
por dentro los dientes con el peligro que ello supone para las encías y los
nervios maxilares. Huelga decir lo alarmante que resulta para la salud
componentes como el edulcorante Ciclomato de Potasio, cuya probada peligrosidad
ha suscitado múltiples debates en la OMS
y hasta se ha prohibido su uso en la propia patria de la Coca-Cola, los
Estados Unidos. Es posible, que como dice la propaganda, de beber Coca-Cola,
que se sepa no se ha muerto nadie. No es mal argumento en su defensa, pero de
ahí a concluir que sea sana su ingestión, hay un trecho muy largo.
- La Coca-Colonización de las mentes: lamentablemente,
la mayoría de nosotros nacimos en un mundo ya Coca-colonizado en el que su
presencia nos era impuesta en fiestas y cumpleaños, como un invitado más que se
colaba de rondón, como decía en la canción Mecano, por no hablar de su mejor
embajador infantil que no es otro que el ignominioso Papá Noel. Por suerte para
mí, desde pequeño me han insultado eso de Nicola Coca-Cola y es probable que
gracias a ello, tomara conciencia de estar inmerso en una gran burbuja
colectiva de control Coca-Colamental. Así, empecé a peguntarme a qué demonios
sabía la Coca-Cola para que precisase de tanto anuncio y propaganda: tenemos el
logotipo de la Coca-Cola en los letreros de los bares, como señales de tráfico
en la carretera, en las paradas de autobuses, en los partidos de futbol, como
colaboradores de todos los actos deportivos, en carteles, en sintonías de
radio, en spots publicitarios de la televisión, en camisetas, llaveros, gorras
y todo ello, que suponemos cuesta a la empresa miles de millones, tienen por un
único objeto, hacer apetecible la Coca-Cola, cosa extraña dado que en principio
bastaría con probarla para apreciar toda su bondad y buen sabor, y ello, aparte
de hacernos recelar sobre su auténtica realidad, nos repercute en el precio y
contamina el medio ambiente visual, lumínico y mental, con toda clase de
mensajes y lucecitas que nos incitan a beber Coca-Cola, como remedio para
ahogar nuestras frustraciones. De éste modo, una infancia y juventud que nace y
crece bebiendo Coca-Cola, pasa bruscamente de la leche materna al refresco,
homogeneizando el gusto por medio de una pauperización de las papilas
gustativas que raramente disfrutarán del agua mineral, zumos varios, horchatas,
jugo de coco, infusiones, cervezas y otras
milenarias tretas que la especie ha ideado a lo largo de los últimos
milenios para agenciarse nuestra diaria dosis de líquido. Con ello, por medio
de ésta homogeneización del sabor, se homogeneiza también por vía oral, su
forma de conocer el mundo, su experiencia, su personalidad, su realidad e
ideología, que pasan a ser clónicas, para acceder a la común unión grupal que
le posibilita disfrutar la Chispa de la Vida con colegas de todo el mundo, que
como ellos vestirán vaqueros, sudaderas y comerán únicamente hamburguesas con
kepchup y patatas fritas. Pero aún siendo esto malo, no es lo peor. La
Coca-colonización de la mente, predispone a los adolescentes hacia la más
sumisa alineación social y les convierte adictos del sistema, incitándoles de
por vida, a la drogadicción, generando en ellos La Sensación de Vivir cuando
arriman el cuello de la botella al labio, exacerbando en ellos, los latentes
impulsos orales libidinosos, freudianos de la desinhibición sexual, con la
frustración que ello conlleva en una etapa de formación e inmadurez, originándoles
su primer estrés y desasosiego existencial, cuando éste no puede satisfacerse
en la realidad, dando pie a los primeros síntomas de ansiedad propios de
cuantos han generado una dependencia; la misma que sienten los toxicómanos
cuando les falta su dosis diaria. Es por éste motivo, que es fácil ver el
recorrido de un chaval de éstas edades que empieza a beber a morro, con
impaciencia y desasosiego su primera Coca-Cola, de ahí pasa a dar su primera
calada al cigarro, después pasa al porro, y acaba inyectándose heroína en las
mismas venas por las que la Coca-Cola se come a los glóbulos rojos que todavía
le quedan para luchar contra la anemia que le provoca. Por no citar la
predisposición psíquica de los niños a esnifar Coca, dado que desde su infancia
han asociado la coca, no a su milenaria presencia entre los indígenas y a sus
cuidados farmacológicos y terapéuticos, sino a la sensual y marilinmonroe forma
de la botella de Coca-cola, y como la propia empresa dice, la vida con Coca, es
mucho mejor.
- La Coca-Colonización ambiental: A las ya apuntadas
contaminaciones lumínicas y del impacto en el paisaje con sus numerosos
letreros lumínicos, y vallas publicitarias, que inundan nuestras calles y
plazas, hemos de sumarle el inmenso daño medioambiental que supone el
despilfarro de energía y materiales en semejante exuberancia para algo tan
insustancial y baladí como es un refresco. El daño ecológico que lleva
aparejado todo ello, es de tal magnitud a nivel mundial que ni los más expertos
en la materia han podido calcularlo pues los números sobrepasan la capacidad
comprensiva de su realidad, si tomamos en cuenta, la extensión del fenómeno por
todos los rincones del mundo y su dilación en años, a lo largo de todo un
siglo: son incalculables las materias primas que se dilapidan en su publicidad,
en su producción, en su distribución y hasta en su reciclaje. La energía que se
dedica a la irradiación y consumo de la Coca-Cola, seguramente podría
compararse a la que se dedica en todo el globo, al fomento de la cultura,
incluidas las artes cinematográficas, siquiera la mismísima iglesia católica
podía igualar en recursos invertidos para potenciar su imagen a lo largo de su
historia con lo que la empresa Coca-Cola en un solo siglo han invertido en dar
a conocer su imagen por todo el mundo.
- Coca-Colonización de la Tierra: La Coca-Cola
Company tiene diseminados por todo el globo infinidad de industrias asociadas a
las que suministra el jarabe y a las que autoriza para hacer el preparado que
distribuyen a través de su inmensa flota de transporte (la más grande del
planeta) tejiendo así una tupida red global de bases logísticas aledañas a
todos y cada uno de los centros urbanos del planeta Tierra. Su capacidad de
maniobra, geoestratégica, de operación de alcance, es con mucho, muy superior
al que pudiera desplegar la OTAN y los propios Estados Unidos con sus bases
militares. Esta empresa y sus acólitos, se hacen con el dominio de los recursos
acuíferos de la zona donde se instalan y dedican ingentes cantidades en manipular
socialmente las instituciones y las gentes entre las que trata. Estas empresas
ocupan extensos terrenos y cuantiosos metros cuadrados para poder luego
especular con sus terrenos y sobre los derechos y privilegios en la explotación
de acuíferos y manantiales. En este orden de cosas, es conocido lo ocurrido en
el estado mejicano de Chiapas, paradigmático en cómo opera esta empresa cuando
los recursos hidráulicos escasean y que es de suponer suceda también aquí entre
nosotros cuando en un futuro próximo pueda darse el caso. En este sentido los
gobiernos de Israel, Jordania y la India,
ya han empezado a tomar cartas en el asunto, para ponerle coto a este
monstruo Coca-Colosal que engulle los
preciados recursos naturales vitales para la población. También hemos de tomar
nota de las múltiples denuncias realizadas por organismos como Green Peace
quienes han dado a conocer al mundo el modo en cómo la empresa Coca-Cola,
contamina extensas regiones cultivables con sus desperdicios químicos, que por
un lado, infectan los acuíferos destinados al consumo humano, y por otro, los
alimentos de la tierra y de los animales que se nutren de ella, extendiendo así
su insana presencia a toda la cadena trófica. Acaso sirva de ejemplo propio lo
acontecido en el mismísimo corazón europeo de Bélgica, donde hubo de prohibirse
su venta y comercialización a mediados de los noventa por causar vómitos,
diarreas y úlceras en quines la ingirieron.
- Coca-Colonización social: ¡La Coca-Cola tortura y
asesina! puede resultar una hipérbole propia de exaltados urbanitas
antisistema, pero en ocasiones, la presencia de ésta compañía, tiene efectos
que George Bush, denominaría colaterales en las sociedades en las que irrumpe:
Cualquier empleado del imperio Coca-Cola, tiene muy presente las relaciones
Coca-Colaborales : desde los años 80 a día de hoy, varias decenas de
sindicalistas que trabajaban en la compañía Coca-Cola han muerto a manos de
sicarios, paramilitares y mercenarios, cuando no, se han caído por el ascensor,
por las escaleras o han fallecido en inexplicables accidentes de tráfico. Para
entender lo que esto significa, no estaría de más, contrastarlo con lo
acontecido en otras grandes compañías para observar el inusual alto índice de
fallecimientos sindicales que se dan en ésta empresa. Pero la violencia que se
ejerce sobre los trabajadores, también repercute sobre las redes de
transportes, o incluso sobre los pequeños hosteleros a los que se les aplica
procedimientos monopolistas obligándoles a adquirir toda una gama de productos
que van desde el agua Aquabona hasta la propia Coca-Cola, pasando por la Fanta
de Naranja, Fanta de Limón, el Nesté, Sprite, y con ello, obligando también a
los consumidores a no poder escapar de la compañía Coca-Cola cuando tomamos
conciencia de lo que su realidad significa. Cosa que en cambio no sucede con
las también fuertes cadenas de alimentación o de tabaco, donde por ejemplo, la
Phillip Morris sí que pugna en libre competencia con otras marcas del sector.
Su fuerza y poderío es de tal magnitud que se permiten financiar campañas
políticas antagónicas por todo el mundo, apoyar a líderes demócratas y
regímenes dictatoriales, que por supuesto, le son afines ideológica y
comercialmente, o que sean susceptibles de facilitarle las cosas, en la
legislación laboral de los contratos, en la condonación de las multas, e
indemnizaciones que los tribunales sucesivamente le imponen, que le otorgarán
sustanciales cotas de mercado, en escuelas, universidades, campañas bélicas...
Por todo ello, la compañía no duda en utilizar su flota de camiones
frigoríficos, para transportar cadáveres durante el golpe de Pinochet o en
donar cientos de miles de dólares a George Bush, apoyar guerras como las de
Corea, Vietnam, Irak, Afganistán, y por supuesto, sufragar toda la publicidad
hollywoodense que luego nos llega a nuestros hogares en forma de películas y
teleseries.
- La Coca-Colonización militar: El imperio de la
Coca-Cola, por su poderío económico, estratégico, institucional, por su capital
humano, y sobre todo, por su inmensa red de distribución, no ha pasado
inadvertida a los expertos y estrategas estadounidenses que ya tienen previstos
distintos planes en cómo poder usar éste latente y extendido recurso universal
entre los que podría estar el envenenamiento global del planeta, si llegara el
caso: Para ello, las autoridades militares como ya hicieran con la NASA,
Echelon, y otras muchas, habrían pactado con Coca-Cola Company, que en caso de
que fuera necesario suministrarían universalmente un jarabe con una bacteria
nociva al objeto de crear bajas y problemas en países enemigos u hostiles. Es
de suponer que una multinacional del prestigio de la Coca-Cola, mire más por
sus intereses comerciales que por su ardor patrio. Pero nunca se sabe.
Por todo ello,
hemos de ser conscientes que beber Coca-Cola no es como dar un sorbo de una
gaseosa cualquiera, tomar un mosto o un zumo de naranja. Cuando uno bebe
Coca-Cola, consume un sistema y asume haciendo suyo su espíritu y su mensaje.
Occidente, democracia y Coca-cola son todo uno y lo mismo. Una efervescencia
burbujeante, de dulce sabor, muy nociva para la salud del individuo e indigesta
para las sociedades. Beber Coca-Cola es un modo de comulgar con el imperio
Yanqui, de aceptar el capitalismo salvaje, un injusto reparto de la riqueza,
dar por bueno el estatus quo imperante, decir no al ecosistema, decir sí a la
guerra y en definitiva, tragar toda la propaganda, manipulación, mentira y
falsedad que nos presenta la Chispa de la Vida.