¿Has nadado alguna vez en una piscina de café? ¿Has pensado alguna vez en sorber lo que se queda en el platito de la taza? Si la respuesta es “no”, deberías cafetear más tu mente. Seguramente te bebas tu tacita como un lobo sediento cada mañana/tarde/noche, pero ¿conoces bien a tu café?
Demuestra tu devoción por el café aprendiendo estos 15 hechos:
1. Ese maravilloso aroma a café que sale de la cafetería de la esquina probablemente sea falso.
Algunas franquicias de café como Starbucks y Dunkin’ Donuts a veces utilizan “olor a café falso” para atraer a compradores. ScentAir, un supuesto “proveedor de aroma”, es muy popular entre la industria cafetera, así como entre los pequeños comercios, restaurantes y hoteles, donde se emplean métodos de “aromacología” junto con la “última tecnología en fragancia”.
Algunas marcas de café como Nescafé también inyectan aroma de café en los envases para que parezca más natural al abrirlo. Dicho esto, una persona que afirma ser un antiguo “ingeniero en la producción de café” explicó en Reddit que el “olor falso” inyectado en los envases se creaba originalmente de partículas de granos de café reales, por lo que el olor, al menos, era auténtico.
2. Al principio, los europeos llamaban al café “vino árabe".
Debido a la historia lingüística de lo que al final se convirtió en “café”, los europeos empezaron llamando a dicha bebida “vino árabe”. La palabra “café” proviene originariamente del árabe "qahhwat al-bun" o “vino del grano”. Esto pasó a ser “qahwah”, que se transformó en “kahveh” en Turquía y, al final, se convirtió en “koffie” en holandés y “caffe” en italiano.
El café adquirió mucha importancia en Turquía, donde la palabra “kahvalti”(desayuno) se traduce literalmente por “antes del café” y el término “kahverengi” (marrón) también deriva de “kaveh” (café).
3. En todas las escenas de El club de la lucha aparece una taza de Starbucks.
Se dice que David Fincher, el director de El club de la lucha, introdujo una taza de café de Starbucks en todas las escenas de la película. Aparentemente, Starbucks estuvo de acuerdo con la utilización de su marca y solo se negó a que Fincher usara su nombre en una escena en la que una bola gigante destruye una cafetería.
4. El café "sospeso" puede hacerte recuperar la fe en la humanidad
El café "sospeso", que en italiano significa "pendiente" es una tradición que implica dejar pagado un café para un futuro cliente afortunado. Quienes no pueden permitirse un café pueden entrar en un establecimiento que siga esta práctica y preguntar si hay algún "sospeso" gratis. Se dice que la tradición comenzó en Nápoles hace un siglo, pero la práctica ha crecido a lo largo de los años hasta ser reconocida internacionalmente.
En 2013, un cliente anónimo pagó 500 cafés en un Tim Hortons en Edmonton, Canadá, lo que desencadenó que los dueños donaran 10.000 tazas de café en 30 lugares.
5. Los dos gatos más longevos del mundo bebían café todos los días
El gato que entró en el Guinness de los récords por ser el más longevo del mundose llamaba Creme Puff, y murió en 2005 con 38 años. La dueña, Jake Perry, le daba café todas las mañanas, además de tocino, huevos y brócoli. Es algo a tener en cuenta, ya que Perry también era dueña de Grandpa Rex Allen, el anterior ganador del récord, que llevaba la misma dieta y murió con 34 años.
6. En un spa de Japón se puede nadar en café.
El complejo de spa Yunessun en Hakone (Japón) es especialista en spas en los que los clientes pueden bañarse en líquidos deliciosos (y pringosos), como vino, chocolate, té verde, sake y café. Por un módico precio de 2.800 yenes (unos 20 euros), los bañistas pueden sumergirse en café, y luego dirigirse al recién estrenado baño de fideos para nadar en una especie de sopa de fideos chinos.
7. Según cuenta la leyenda, un sorbito de café fue suficiente para convencer a un papa de que esta bebida no era obra del demonio
La veracidad de esta leyenda no está del todo demostrada; ni siquiera está claro si fue el papa Clemente VII o Clemente VIII el que lo pronunció. Aquí tenéis la aportación de Frances Mayes, autor del libro Un año en el mundo sobre dicho mito:
"Algunos fanáticos consideraban que el café era la bebida del demonio y pidieron al papa que lo prohibiera. Se dice que, cuando el papa le dio un sorbo, exclamó: “Es una bebida tan deliciosa que sería un pecado permitir que solo la bebieran los herejes. Derrotemos a Satán bendiciendo esta bebida, que no contiene nada objetable para un cristiano”.
En la obra no se nombra a ningún papa en concreto, y parece que nadie tiene datos definitivos sobre esta historia, lo que nos permite mostrarnos escépticos… no obstante, sería un pecado no compartir esta anécdota con vosotros.
8. Puede que el platito que acompaña a la taza se utilizara en un principio para enfriar el café
Esta afirmación tampoco es del todo fiable, pero parece que, en torno al siglo XVIII, la gente solía beber café del platito que ahora simplemente se usa para sostener la taza y la cucharilla. En aquella época, estos platos eran bastante más hondos, y su superficie amplia hacía que el café se enfriara mucho más rápido.
Un historia popular cuenta que George Washington y Thomas Jefferson estaban discutiendo sobre el valor del Senado cuando tuvo lugar esta conversación:
“¿Por qué viertes el café en el plato antes de bebértelo?”, comenzó Washington.
“Para enfriarlo”, contestó Jefferson, “no tengo el cuello de metal”.
No hay pruebas de que esta conversación existiera, pero, lo cierto es que utilizar el platito para que el café se enfríe antes funciona de verdad.
9. Un tal George Washington fue el inventor del café instantáneo.
Aunque la primera receta de “café instantáneo” con agua fue inventada en 1901 por un farmacéutico de Chicago llamado Satori Kato, el hombre que inventó el primer café instantáneo producido en masa se llamaba George Washington. A pesar de que su primera marca, “Red E Coffee”, no se consideraba demasiado buena, el café instantáneo se convirtió en un objeto muy preciado para los soldados americanos durante la Primera Guerra Mundial.
10. El nombre de Starbucks viene de Moby Dick
En sus comienzos, la compañía iba a llamarse Pequod, como el barco del capitán Ahab en la novela Moby Dick. Sin embargo, al oír el lema “Tómate una taza de Pequod”, los fundadores decidieron cambiarle el nombre por Starbuck, el compañero de Ahab y primer oficial del Pequod.
También se recurre al tema náutico con el logo de la sirena, con la intención demantener “la historia marítima del café”.
11. El edificio original de la Bolsa de Nueva York era una cafetería de Wall Street.
La Bolsa de Nueva York comenzó a funcionar en la “Tontine Coffee House”, una cafetería que abrió en 1794 en un local de la esquina de la calle Wall and Water, antes de que un incendio la destruyera en 1835. El negocio, que llevaba el nombre del banquero napolitano Lorenzo di Tonti, era un lugar de reunión para “agentes de seguros, corredores de bolsa, minoristas, negociantes y políticos, que vendían, compraban, traficaban o aseguraban; unos leían, otros devoraban las noticias”, según detalla un artículo de 1807.
La cafetería Tontine fue un centro de negocios hasta 1817, cuando las operaciones se trasladaron a un edificio del número 40 de Wall Street. En aquella época, la asociación se llamaba "The New York Stock & Exchange", hasta que en 1863 se eliminó el símbolo “&”; aumentó el volumen de mercado y el edificio dejó en un segundo plano los intercambios a los que se dedicaba anteriormente.
12. Según apuntan los cálculos, la superficie más al norte de la Tierra es la isla del Club de Café.
La isla del Club de Café, o Kaffeklubben Island, es una pequeña isla situada justo por encima de Groenlandia, considerada la extensión de tierra más al norte del planeta. El explorador Robert Peary fue el primero en descubrir esta área en 1900, pero no se le puso nombre hasta 1921, cuando el explorador danés Lauge Koch se puso a elaborar un mapa de la región. Supuestamente, el nombre se eligió en honor al “club de café” de geógrafos que se reunía habitualmente en la Universidad de Copenhague.
Aunque la isla apenas tiene vegetación, la flor Saxifraga Oppositifolia ha sobrevivido a las condiciones, convirtiéndose en la flor más norteña del mundo.
13. Coca Cola comercializa un café en lata llamado “Georgia”
Coca Cola posee una marca de café en lata llamada “Georgia”, disponible en Japón, Singapur, Corea del Sur, India y Baréin. Aunque no es fácil comprar las latas en Estados Unidos, y Amazon solo ofrece un sabor, el café Georgia se puede encontrar en algún restaurante… por si sientes la necesidad de probarlo.
14. Probablemente hayas oído alguna historia falsa sobre el origen del concepto “café americano.
A pesar del relato tan extendido de que la expresión “americano” procede de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados americanos diluían el café expresso, el término no apareció hasta la década de los 70. Por desgracia, parece que nadie tiene datos definitivos sobre el origen del “americano”.
15. Beber café puede proteger a tu hígado frente al alcohol.
Se ha descubierto que el café disminuye el riesgo de contraer cirrosis, una enfermedad relacionada con la ingesta de alcohol que puede producir cáncer e insuficiencia hepática. Un estudio descubrió que “por cada taza de café que bebían al día, los participantes tenían un 22% menos de posibilidades de desarrollar cirrosis alcohólica”. Aunque no está directamente asociado con la rehabilitación alcohólica, un estudio más reciente realizado en Italia concluyó que beber café disminuye en un 40% las posibilidades de desarrollar un cáncer de hígado, mientras que beber tres tazas o más al día podría reducir el riesgo a la mitad.
Así que, ¡de un trago!
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