La iniciativa de Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (también conocida como #LeyTelecom) presentada este 24 de marzo, está redactada como si Peña Nieto y sus colaboradores buscaran impedir el uso libre de Internet a toda costa. No exageramos si decimos que por primera vez, el gobierno mexicano es el peligro principal contra tu derecho a usar la herramienta de comunicación más grande del mundo.
07 de Abril 2014
Muchos medios y organizaciones ya reaccionaron en contra de esta iniciativa. Entre ellos se encuentra Libre Internet para Todos y Contingente MX, que expone el problema de una manera muy sencilla al organizar el asunto en 4 grandes fallas:
1. La propuesta no garantiza el acceso a Internet a millones de mexicanos, lo de que debía ser uno de sus objetivos.
2. La iniciativa deja la puerta abierta a toda clase de vigilancia de tus actividades en la red, así como el uso de esa información con cualquier fin.
3. La propuesta no solo permite, sino que enfatiza que tu derecho al acceso a Internet puede ser suspendido bajo el pretexto de la “seguridad pública y nacional”, sin aclarar más.
4. La iniciativa no garantiza la neutralidad en la red, antes bien, da a las grandes empresas que ofrecen servicios de acceso a Internet y a información dentro ella un gran poder económico y de censura sobre lo que haces y ves en Internet.
Estos son los problemas más alarmantes:
1. Derecho de acceso
Según todas las organizaciones de Derechos Humanos, el acceso a internet es un derecho fundamental. Sin embargo, esto no está para nada contemplado en la reforma que propone el presidente.
Podría parecer descabellado exigir que un gobierno garantice este derecho. Siempre existen limitantes de tecnología y presupuesto, así como un montón de programas que también merecen su atención. Sin embargo, lo que no es exagerado es exigir que el gobierno haga TODO lo que esté en sus manos para acercarse un poco más a ese escenario.
En México, la cobertura universal está contemplada a modo de programa y no de derecho. Así, el gobierno puede tomarse todas las comodidades al trabajar bajo la idea de que Internet es algo que puede llegar a muchos con su apoyo, y no bajo el esquema de que debellegar a mucho por obligación.
Esto debería estar contemplado en el Título Décimo de la iniciativa, donde se trata el tema de acceso. Sin embargo, ahí se habla con un lenguaje muy vago sobre el tema y lo que es peor: según el artículo 186 de la iniciativa, sumado a lo que dice el nuevo texto del artículo 14 de la Constitución (recordemos que fue reformada, es decir, actualizada hace poco), podría negarse el acceso libre a Internet bajo casi cualquier pretexto, es decir se podría eliminar el acceso en las plazas, parques, y otros lugares donde hoy es libre y, como veremos más adelantetambién podrían suspender el acceso a Internet en tu casa o desde tu teléfono.
2. Vigilancia e intervención de las comunicaciones
Según la propuesta, las autoridades de muchas clases podrán pedir tus datos o los de cualquiera, individuo u organización, sin necesidad de que un juez expida la orden, ni de que haya un proceso legal de por medio.
Si consideramos que estas facultades estará en manos de 32 Procuradurías de Justicia y de la PGR, que cuentan siempre, aunque así no lo quiera, con funcionarios corruptos y criminales infiltrados, es evidente que este poder se traducirá en abusos.
Para ser puntual, el artículo 189 de la iniciativa establece que “los concesionarios de telecomunicaciones y, en su caso los autorizados están obligados a proporcionar la localización geográfica en tiempo real, de cualquier tipo de dispositivo de comunicación a solicitud de los titulares de las instancias de seguridad o de los servidores públicos en quienes se delegue esta facultad”
Por si esto fuera poco, en esta iniciativa no se establecen límites ni procesos específicos para la solicitud de la información ni para su uso. Sobra decir que tampoco propone la creación de alguna institución que sea independiente del gobierno que pueda vigilar que no abusen de este poder. El Ifai, por su parte, no posee ni las facultades ni las herramientas para hacer algo de valor en este sentido. En pocas palabras: nuestra información podrá ser usada para lo que sea como sea y cuando sea por un montón de autoridades desconfiables.
3. Libertad de expresión y censura
Aunque la libertad de expresión y el derecho a la información son dos derechos fundamentales según la Constitución y todos los tratados internacionales de Derechos Humanos, el presidente (o quien haya redactado la famosa iniciativa) no lo consideran así.
Según el artículo 197, por poner tan solo un ejemplo, las compañías que presten servicios de comunicación deberán“Bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes”.
Sin importar las ventajas que esto represente, deja abierta la puerta a que la gente no pueda subir información en vivo durante una manifestación en la que haya abusos, o que no pueda denunciar en tiempo real nada que a las autoridades nos les convenga. Si consideramos que, por ejemplo, llamadas telefónicas y comunicación en la red podrían ser intervenidas, y que esto no pasará por ningún proceso judicial, entonces el Estado podría ordenar la suspensión inmediata del servicio a todo aquél cuyas actividades le disgusten.
Suspender los derechos de muchos para estropear las actividades presuntamente dañinas de algunos es el último recurso al que un gobierno debe recurrir y, por supuesto, tiene que ser un recurso que sea muy difícil de usar para un presidente, pues puede tener consecuencias terribles… sin mencionar que es de locos la idea de que la PGR pueda usarlo así no más (¡por Dios, dónde está el sentido común).
4. La neutralidad en la red
¿Sabías que las grandes empresas que proporcionan el servicio de Internet pueden decidir darle prioridad de acceso y velocidad a ciertos sitios, como Facebook o Amazon, al tiempo que entorpecer o de plano negar el acceso a otros? Bueno, el derecho a un Internet neutral es justamente el derecho a que tu proveedor, los administradores de sitios o las autoridades no puedan priorizar o discriminar tu acceso a cierta información, o discriminar otro por tipo de paquete, protocolo o contenido.
En el artículo 146 de la iniciativa, se lee “Los concesionarios y los autorizados que presten el servicio de acceso a Internetpodrán hacer ofertas según las necesidades de los segmentos de mercado y clientes, diferenciando entre niveles de capacidad, velocidad o calidad”.
Ahí no se hace ninguna especificación sobre neutralidad y todo el artículo favorece a los proveedores de red y de servicios dentro de ella, dejando al usuario a merced de que estas compañías decida a qué páginas puede entrar con facilidad y cuáles otras no. No debería sorprendernos: si consideramos todas las facilidades que las autoridades tendrán para exigir información y suspender servicios, era evidente que debían pagar a los proveedores con alguna ventaja de mercado, que es justamente esta.
La propuesta se encuentra ahora en discusión en el Congreso. Sin embargo, son otros aspectos los que llaman la atención de los legisladores, se trata de artículos sobre televisión y telefonía, también muy graves, pero que desvían la atención de un tema tan importante como tu derecho al Internet libre.
Tú puedes llamar la atención de tus legisladores sobre este tema poniéndote en contacto directo con ellos. El sitio bordepolitico.org es una excelente herramienta para que conozcas los temas que tus representantes están discutiendo en este momento así como sus prioridades políticas. Ahí también podrás encontrar toda la información necesaria para ponerte en contacto con él o ella y exigirle que haga todo lo posible por defender este derecho ciudadano.
Si quieres saber más sobre este importante tema, entra a internetparatodos.mx
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