Por Alberto Ruy-Sánchez
24 de Abril 2014
"Sin motivo aparente, sin ninguna prevensión, el cuerpo de la amada se ilumina. Canta con la gravedad del sol, bajo el misterio de la luna y la fuerza de atracción del silencio y del mar. Es una cosa extraña, el cuerpo de la amada y su poder trastornador".
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