sábado, 29 de octubre de 2011

LA PELÍCULA "EL ÁRBOL DE LA VIDA" DESDE LA MIRADA DE FERNANDO V ZAMORA, LABERINTO de Milenio:

EL ÁRBOL DE LA VIDA

-un comentario-






Hombre de celuloide

La remisión de lo sagrado

Por Fernando V Zamora

Laberinto de MILENIO. 2011-10-29•Cine

The tree of life (El árbol de la vida). Dirección: Terrence Malick. Guión: Terrence Malick. Música original: Alexander Desplat. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Con: Brad Pitt, Sean Penn y Jessica Chastain. Estados Unidos, 2011. Foto: Jameskingmovies.com

Algo tiene The tree of life de las Confesiones de Agustín. Algo tiene de la Comedia de Dante. Es vehemente. Está tejida con precisión matemática. Conduce al espectador al corazón del autor para mostrar que “la gran aventura” es eso que, decía Shakespeare, está en el corazón del corazón humano. Es un rezo que evoca, en el silencio que responde, a la divinidad. Este es el sentido de la larga digresión que hacen Malick y el mexicano Lubezki entre el planteamiento del conflicto y el inicio del desarrollo: la aventura está en responder ¿cómo llegamos aquí? Malick dice lo que en 2001 Stanley Kubrick no quiso o no pudo decir. Cada imagen es como un sonido en una partitura: remite de sí misma, desaparece para dejar al espectador frente a sus propias preguntas y respuestas. Su rezo y su Dios.

Terrence Malick, este autor casi mítico que ha filmado sólo cinco obras en cuatro décadas (llegó a la fama con su tercera película, The thin red line y tenía ya más de cincuenta años de edad) incursiona por primera vez en el terreno autobiográfico. Y en el esfuerzo ha conseguido una obra importante. The tree of life aspira a la grandeza. Su autor no dialoga con Spielberg o Tarantino, dialoga con Dante, con Virgilio (con Bach, tal vez) con Eisenstein. Para narrar su infancia retoma El sentido del cine como un músico que retomase El clavecín bien temperado.

El árbol de la vida es el reverso mistérico del Anticristo de Lars von Trier. Con elementos universales (una madre, un padre, un hijo perdido) Malick opone Naturaleza con Gracia ahí donde Von Trier oponía Naturaleza con Razón humana. Si en el imaginario del danés la mujer representa a lo natural (que es demoniaco) y el hombre a la razón (que tiene que ser liberada) en la cosmogonía de Malick, la mujer representa a la Gracia bajo cuyo dominio la razón masculina debe ser domeñada. “Madre, padre, siempre están luchando dentro de mí.”

El hermano de Malick murió hace mucho. Era un joven músico que se rompió las manos, desesperado por no haber podido ser el guitarrista que exigía Andrés Segovia. Pero el árbol de la vida no habla de eso. Las respuestas de Malick están en lo no-contado: la vida es oposición a la muerte, la gracia es oposición a la naturaleza y Dios es el rezo de un niño, no una teofanía.

Terrence Malick se interpreta a sí mismo como un arquitecto que desciende del edificio de la modernidad y vaga por una playa para reconciliar al padre y al hijo en la gracia de un espíritu que puebla esta obra que ganó, en el 2011, la Palma de Oro en Cannes.

Cuando Malick fue descubierto en 1998 por un reducido número de críticos que habían encontrado que The thin red line era una obra maestra, muchos se preguntaron qué tenía de especial este autor egresado de Harvard y traductor de Heidegger. Lo que tiene es que, como Heidegger, Malick re-significa el valor de lo sagrado a través de lo no-dicho. Si su hermano murió con las manos rotas, no importa. En esta película están todas las razones por las que un hombre ama a su hermano.



Visita para disfrutar, en principio, el trailer:

1 comentario:

  1. Ese dato de su hermano que murió con las manos rotas lo desconocia, gracias por la información. El árbol de la vida es una de las mejores películas del 2011, bien conomovedora.

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