viernes, 6 de julio de 2012

¿HUMO BLANCO DURANTE LA BÚSQUEDA DEL BOSÓN DE HIGGS? PEPE GORDON, DE LOS MÁS INFORMADOS AL RESPECTO, ESCRIBE Y AHORA SE COMPRUEBA QUE NO ESTABA EQUIVOCADO:

COLISIÓN ENTRE PROTONES

PEPE GORDON NO ESTABA EQUIVOCADO:


El bosón de Higgs se parece cada vez más al bosón de Higgs

AQUÍ LA HISTORIA: http://bit.ly/YvY3dA  <- clic="" font="" nbsp="">





EL CUADERNO VERDE

Higgsteria
Por José Gordon

Con esa palabra calificó la revista New Scientist a la excitación que se despertó en la comunidad científica ante los indicios y rumores de que se iba a dar a conocer un importante anuncio en torno al bosón de Higgs, conocido popularmente como la partícula de Dios.

En diciembre de 2011, en el colisionador de partículas del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra, Suiza, se observó lo que parecían ser indicios del bosón de Higgs, una de las piezas fundamentales para entender cómo se estructura la materia. En 1964, el físico británico Peter Higgs propuso un elegante mecanismo matemático para comprender por qué las partículas tienen la masa que tienen. Este es un dato que no es explicado por los modelos existentes. El bosón de Higgs lo lograba, pero a un gran precio. Nadie había visto a esta partícula. Era muy elusiva. Los experimentos no la encontraban. Estaba escondida en el interior del átomo.

Para sacarla de su guarida los científicos del CERN hicieron chocar haces de protones casi a la velocidad de la luz. Cada segundo los protones daban 11,245 vueltas al anillo de 27 kilómetros del colisionador. La idea era que, al despanzurrar al átomo, aparecieran las huellas de la partícula de Higgs. Así, se registraban
800 millones de colisiones por segundo. Esto genera millones de partículas subatómicas que vuelan por todos lados y desaparecen en fracciones de segundo. En la maraña resultante tenía que aparecer el Higgs. Pero no aparecía. Era más fácil descubrir el rostro de una persona en medio de un estadio de futbol lleno de 100 mil personas.

Sin embargo, los científicos estudiaban pacientemente esa información para detectar la presencia de partículas que antes no estaban ahí. Así, se analizaban 40 millones de fotos por segundo en 100 mil procesadores que ocupan un espacio equivalente a 3 millones de DVDs anuales. Era como si estuvieran buscando granos de oro en una playa, una aguja en un pajar, el bosón de Higgs.

A finales de 2011, aparecieron indicios con un nivel de confianza estadística que no era suficiente. Podía tratarse de una llamarada de petate. En este marco comienzan los primeros experimentos que se realizan en 2012. Se obtiene el doble de datos de los conseguidos el año pasado. Se refinan las técnicas y procedimientos del CERN. Se empiezan a analizar los resultados. Hace unas dos semanas se desatan los rumores. Comienza la Higgsteria. En los blogs circula la idea de que algo grande va a pasar (o no va a pasar). Se habla de que eso ocurrirá a principios de julio, durante la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías (Ichep) que se celebra en Melbourne, Australia. Sondeo a Gerardo Herrera, físico mexicano del CINVESTAV que coordina a un gran equipo de científicos mexicanos que participa brillantemente en el CERN. Me confirma: "Tal parece que hay algo fuerte". Todos están concentrados en el análisis de la búsqueda del Higgs.

Un dato significativo. El anuncio del CERN no se va a dar en Melbourne. Va a ser el 4 de julio en la sede del CERN en Ginebra, Suiza. Sigo la información también en Twitter. El físico Brian Greene señala que en la conferencia de prensa, entre otros destacados científicos, se encontrará Peter Higgs. Va a haber un webcast, una transmisión vía Internet, a las 2 de la mañana hora de México.

Como si fuera el Mundial de Futbol de Corea, me encuentro despierto a esa hora. El salón de conferencias está abarrotado por una tribu que por lo general no usa traje ni corbata. En primera fila en los lugares reservados se sienta un hombre que viste shorts. Casi todos están armados con una MacBook Pro. Empieza la transmisión. El portavoz del experimento CMS para detectar el Higgs, Joe Incandela, explica que los resultados son preliminares, pero la señal que están viendo es dramática: "Es realmente una nueva partícula. Sabemos que debe ser un bosón y es el bosón más pesado jamás encontrado". Su nivel de confianza estadística es de 5 sigma, el más alto. Twitter se vuelve una exclamación colectiva. La revista New Scientist reporta: "¡¡¡5 sigma!!! Aplauso eufórico. Es el momento en que se descubrió el Higgs". Scientific American lo retwittea. Fabiola Gianotti, la portavoz del experimento del detector ATLAS dice: "Observamos en nuestros datos claros signos de una nueva partícula". El nivel de confianza estadística es también de 5 sigma. Se escucha una gran ovación. Rolf Heuer, director general del CERN, dice: "Hemos hallado ahora la piedra angular que le faltaba a la física de las partículas (...) Hemos observado una nueva partícula que concuerda con un bosón de Higgs".

Se abren nuevas puertas para sondear el origen de la materia y el universo, para investigar las características de la partícula encontrada. La Higgsteria se convierte en una celebración colectiva del conocimiento.

pepegordon@gmail.com

Si te interesó el texto de José Gordon, te invito a leer el siguiente:  http://
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