22 de Abril 2014
Hace tres años fue editado un libro anterior por la Dirección de Publicaciones del Consejo Nacional Para la Cultura y Las Artes, Conaculta, pero al no cumplir con los estándares de calidad, fue retirado de las librerías, según recordó el propio galerista y amigo personal de Rivera.
“Hace como tres años me enteré que Conaculta estaba realizando un gran libro sobre Arturo Rivera, el cual muchos de nosotros esperábamos conocer y tener. Unos meses después, en el aeropuerto me sorprendió ver el libro en una librería que se encuentra ahí”.
El fundador de la galería Arte Actual Mexicano relató que adquirió el libro y al estarlo revisando durante el vuelo no tuvo una buena impresión.
“Descubrí que era todo una falla; ni los textos alcancé a leer. Mal diseño, mal cocido, mal papel, fotos pésimas, imágenes recortadas, etcétera. Pensé inmediatamente en Arturo, que yo le conocía en su grado de exigencia mayor, que ¿cómo había dejado publicar esta porquería?”, expresó.
Como era de esperarse, añadió, Arturo Rivera estaba muy molesto e indignado, y fue entonces cuando decidió asumir la responsabilidad de elaborar este nuevo catálogo hecho con seda natural del que el artista quedó plenamente satisfecho.
“Para mí era un compromiso con el arte y el artista amigo y admirado, y un gusto participar coordinando este proyecto. Lo primero era rescatar el acervo fotográfico y remasterizar todo el material”.
Afirmó que el catálogo nació de la intención de difundir y ser testimonio documental de la larga trayectoria de Arturo y su gran aportación al arte en nuestros tiempos.
“Para ilustrar este libro se revisaron exhaustivamente cientos de imágenes de sus archivos personales y de los resúmenes de sus muestras individuales más relevantes hasta nuestros días: `EL rosto del dolor´, `Historia del ojo´, `Bodas del cielo y el infierno´, `Paisajes íntimos´, `Ejercicios de la buena muerte´, `El rostro de los vivos´ y `Sombra Mirada”, refirió.
Sepúlveda comentó que para la parte editorial eligieron a Jaime Moreno, Avelina Lésper, Eduardo Ramírez para que participaran en la elaboración de textos sobre el pintor y su obra, cuyo realismo ha impactado y fascinado a los amantes del arte.
“Distinguidos colaboradores y escritores, críticos de arte y artífices del diseño hicieron una invariable contribución para dar cuerpo y contenido a este libro que sin duda será de consulta y referencia obligada para los interesados en la obra de Rivera y para el público en general.
Además se incluye una semblanza del pintor nacido en México en 1945, quien estudió en la Academia de San Carlos (1963-1968) y posteriormente vivió ocho años en Nueva York, donde fue descubierto por el pintor Max Zimmerman.
“Para mí Arturo siempre ha sido un personaje, aparte de ser un artista, por eso a mí me interesaba que alguien lo perfilara como tal: ¿cómo vive?, ¿qué piensa?, ¿cómo se viste?, etcétera”, consideró.
EL REALISMO DE RIVERA
En su introducción, Guillermo Sepúlveda habla sobre las cualidades artísticas de Rivera y de su relación de amistad, a lo largo de varias décadas.
“Arturo Rivera, de riguroso oficio, se encuentra en experimentación constante, y en la búsqueda afanosa de la forma que le permita alcanzar en cada etapa logros y soluciones renovadas”, manifestó.
Recordó que en el 2005 el pintor obtuvo el reconocimiento a nivel mundial al ser galardonado por el gran premio por la segunda bienal internacional de Bejin, China junto a los pintores alemanes Gerhard Richter, Anselm Kiefer y el escultor británico Tony Gragg.
Mencionó que desde los inicios pudo apreciar su desarrollo de su amigo como uno de los pintores realistas más relevantes de la plástica contemporánea en México.
“En Arturo Rivera descubro al pintor de convicción; de vasta cultura, disciplinado y puntual, amante de la música, observador inquisidor, curioso, veo al hombre elegante, de gusto refinado, de gran conversación, pero sobre todo reconozco al voyeur, al “veedor” como él mismo se autodefine”, indicó.
Destacó que “hoy millones de seres humanos pretenden crear sin conocimiento alguno, mediante el plagio, y de forma irracional insertarse como artistas en el juego del mercado, mientras otros miles son exclusivamente producto de la invención de una poderosa mercadotecnia manipuladora y especulativa que impone el precio como única referencia del valor de las obras.
“Sólo unos pocos verdaderos y grandes creadores subsisten o llegan a ser conocidos frente a esta competencia desleal de seducción mercantil impuesta con sus poderosos medios”, aseveró.
Subrayó que la obra de Arturo Rivera como la de otros artistas contemporáneos no forma parte de este sistema: “Su obra nace para deslumbrarnos”.
Añadió que gracias a la idea de Eduardo Ramírez sobre la estructura del libro, el lector-espectador puede “tomarse un respiro” mientras repasa la cantidad de abrumadoras imágenes que presenta Rivera en sus cuadros.
“Eduardo Ramírez nos revela una manera original y estimulante para ver la obra de Rivera a través de reflexiones y señalamientos inteligentes, logrando agrupar en nueve paneles de relaciones y líneas iconográficas más de 240 piezas, permitiéndonos asociaciones libres en un proceso de interpretación interminable.
“Esta idea de los paneles es buena, porque visualmente da algunos descansos”, explicó Sepúlveda.
Agradeció especialmente al grupo Alfa por el patrocinio y al Museo Marco por la edición del catálogo que ya se encuentra disponible en la tienda del propio museo y en otras librerías.
“Armando Ramírez, quien fue nuestro coordinador aquí en Marco -porque este fue nuestro centro de actividades-, es un diseñador de impresión que logra con sensibilidad este diseño ejemplar”, resaltó.
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