25 de Junio 2014
En los últimos años se incrementó el número de niños no acompañados que cruzan la frontera, son infantes que sueñan con encontrarse con sus papás, con tener una vida tranquila sin que la delincuencia los persiga con una oportunidad que su país no les da, no saben que en el trayecto tendrán hambre y frío.
Semanas después de que Barack Obama reconociera que hay una crisis humanitaria en la frontera, debido al incontrolable ingreso de menores sin acompañante adulto por la frontera con México, nos preguntamos:
¿Por qué los niños se van de su país?
Los niños que emprenden el viaje por su cuenta hacia Estados Unidos lo hacen con la esperanza de reunirse con sus padres migrantes o huyendo de situaciones de maltrato, violencia intrafamiliar, aunque la más desoladora es para escapar del acoso de las pandillas centroamericanas, específicamente en Guatemala, Honduras, y El Salvador.
De no irse, serán obligados a unirse a las pandillas, otros secuestrados, asaltados o asesinados.
La mayoría de los padres que piden que sus hijos viajen solos para encontrarlos en Estados Unidos, son engañados por polleros quienes aseguran a los padres que una vez que los niños indocumentados entren a territorio estadounidense serán protegidos por las leyes migratorias. Algo que es completamente falso.
¿Qué pasa con los niños que logran llegar a Estados Unidos?
Una vez son detenidos, las autoridades deciden su destino caso por caso.
Si son centroamericanos, primero los detienen en una estación y después hacen sus trámites de repatriación al país de origen. Bajo una ley aprobada en 2008, los menores que ingresan solos y son detenidos deben ser trasladados a un albergue en un plazo de 72 horas para su proceso de deportación, las autoridades intentan que los menores estén bajo la custodia de un familiar en espera de su audiencia ante un juez de migración.
Al momento del arresto, los menores son llevados a los centros de procesamiento de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) el problema es que últimamente, por falta de espacio, son trasladados por avión a El Paso o a Nogales. En esos lugares, los menores reportan consistentemente que los dejan por horas y hasta uno a tres días en las llamadas “hieleras”, cuartos ultra refrigerados en donde permanecen durante un día o más.
La ley prohíbe al Departamento de Seguridad Nacional deportar a los niños inmigrantes justo después de su llegada a Estados Unidos en caso de que su país de origen no comparta una frontera con el país norteamericano.
Si los menores proceden de México, son deportados inmediatamente. De acuerdo con la legislación mexicana, cualquier menor migrante detenido debe ser canalizado inmediatamente al DIF.
Los niños migrantes en cifras
Los centros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) recibieron al menos 47 mil menores de edad desde octubre pasado (entre mexicanos y centroamericanos).
Según autoridades de Estados Unidos, la cantidad de menores centroamericanos detenidos en ese país sin ningún acompañante aumentó en un 66% en el último año fiscal (de octubre de 2013 a septiembre de 2014), en comparación con el mismo período entre 2012 y 2013.
Los registros de Estados Unidos indican que han sido detenidos unos 9,850 niños salvadoreños, 11,479 guatemaltecos y 13,282 hondureños desde octubre de 2013 hasta el 31 de mayo pasado.
Las condiciones de las estancias migratorias son similares a las de una cárcel: insalubres,sin espacio, con mala comida y si nos detenemos a pensar estos niños no son criminales, lo que los hace diferentes de cualquier otro niño es un papel.
¿Cuál es la solución del gobierno?
Estados Unidos, destinará a los tres países de Centroamérica de donde éstos proceden $9.6 millones de dólares para la reinserción de repatriados y otros $244 millones para programas de desarrollo social y seguridad en la región, para mejorar las condiciones de niños y jóvenes, aunque también reforzará las medidas para detener y expulsar de su territorio a migrantes sin documentos con el envío de más agentes a la frontera sur.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, anunció esa ayuda tras reunirse el viernes pasado en Guatemala, con autoridades de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Honduras y México para tratar el asunto de los migrantes menores no acompañados, ante la preocupación compartida por el notable incremento de estos casos en el último año.
José Antonio Meade, Secretario de Relaciones Exteriores está en McAllen, Texas, donde se reunirá con funcionarios del gobierno de Estados Unidos para tratar este tema. Sabemos que la solución no está en sus reuniones diplomáticas ni en andar paseando en el país vecino, lo que Meade tendría que hacer es garantizar lugares seguros para estos niños.
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