domingo, 19 de junio de 2011

OSCAR JIMENEZ MANRÌQUEZ ENTREVISTA A JOSÉ MORENO DE ALBA A PROPÓSITO DE LA PALABRA "QUERÉTARO", "LA MÁS BONITA DE LA LENGUA ESPAÑOLA"




Existe una cruel y hermosa palabra



"Yo les digo a mis estudiantes que en el vocabulario de una lengua nacen y mueren palabras todos los días. Pero las palabras tienen que aventurarse entre los hablantes para ver si quedan consagradas".

  • 2011-06-19•El Ángel Exterminador

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Ayer se homenajeó al idioma español en todo el mundo y Querétaro, propuesta por el actor Gael García Bernal, fue la palabra más bonita, según la votación que realizó entre miles de internautas el Instituto Cervantes. El nombre de la ciudad mexicana superó, en la encuesta, a los vocablos propuestos por Mario Vargas Llosa, Isabel Allende y Diego Forlán. A propósito del tema platicamos con José Moreno de Alba, ex presidente de la Academia Mexicana de la Lengua.

¿Cuál es su palabra favorita?

Esas cosas a mí no me gustan. Son sentimentalismos. Yo soy un lingüista, un filólogo. Alguna vez he dicho que me gusta la palabra luz, porque es muy breve y el referente de la palabra es muy hermoso. Qué bueno que se pueda decir con tres letras un concepto tan diáfano.

¿Qué opina del término sospechosismo?

Sospecho que lo inventaron. Hay que arriesgarnos a crear nuevas palabras de acuerdo con las reglas. El sufijo ismo, sirve para eso. A veces resultan disparates y se olvidan. Hace años, algún gobernante nos preguntaba en la Academia cómo llamar a las personas oriundas del Estado de México. No tenían un gentilicio. Y preguntaba qué nos parecía a los académicos la palabra mexiquense. Dijimos que era una palabra bien formada, porque el sufijo ense se usa para formar gentilicios. No podían llamarse mexicanos. Los poetas también han inventado muchas palabras. Y por qué los que no somos poetas no nos podemos dar ese lujo.

¿Qué otras palabras le llaman la atención?

Los mexicanos no saben que una palabra que ahora tiene éxito en todo el mundo hispánico es nuestra. La palabra ningunear. Es una hermosa palabra, utilísima, muy cruel su significado. Ha sido recogida en el diccionario. Una palabra que no la inventó Quevedo ni Lope de Vega. Y la palabra cantinflear. Cantinflas decía muchas palabras y no se le entendía nada. Ahora decimos que muchos políticos cantinflean. Es una palabra muy necesaria. Yo les digo a mis estudiantes que en el vocabulario de una lengua nacen y mueren palabras todos los días. Pero las palabras tienen que aventurarse entre los hablantes para ver si quedan consagradas.

¿Le gusta cómo suena la palabra fósforo?

Es el vocalismo de tres o. A otros les gusta Aracataca. Las vocales del español son muy claras. Son sólo cinco, muy distintas una de la otra. Eso lo tenemos como una cosa normal. Pero en las lenguas del mundo es rarísimo. Compárelo con el francés, y el inglés ya no se diga, que tienen sistemas vocales complejísimos, de muchas vocales medias y nasales, frente a nuestro vocalismo tan puro, tan claro, tan diáfano.

Como científico de la lengua ¿es usted escrupuloso y obsesivo corrector de cuanto se escribe?

Es una enfermedad. Pero a todos nos cuesta mucho trabajo escribir con claridad y precisión. Y esta precisión se logra no solamente usando las palabras y la sintaxis adecuada, también puntuando bien. La puntuación que a veces desdeñan algunos es esencial para escribir correctamente.

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¿Un punto mal puesto lo saca de quicio?

Sobre todo el no usarlo. Hay gente que dice que como no sabe utilizar el punto y coma, no lo utiliza. Si existe, es porque es útil. Hay que estudiar la nueva Ortografía Académica, que ahora es un tratado.

¿Qué recomendación le haría usted a los locutores de televisión o los que hablan de futbol para que no cometan tantos errores?

Primer consejo, que hablen menos. Si uno habla menos, se equivoca menos. Yo creo que a algunos les pagan por palabra. ¡Pobrecitos!

¿Qué responsabilidad tienen los periodistas de que se hable un peor español?

Relativa. Sería conveniente que hubiera una mayor conciencia de parte de todos los periodistas de un uso no precisamente elegante, pero sí adecuado del español. Usar el diccionario no hace daño.

¿Si usted fuera cirujano y le pusieran sobre la mesa un periódico, por dónde empezaría operar?

Por las cabezas. Es lo primero que habría que revisar.

Octavio Paz llegó a decir que por la corrupción del lenguaje empiezan muchas otras corrupciones…

Totalmente de acuerdo, porque la lengua es la manifestación del ser humano, es la manera de comunicarnos. Si lo que uno dice no lo entiende el otro, se falsifica el lenguaje. ¡Pierde su sentido! Cuando uno no puede transmitirle al otro, por falta de recursos, lo que le quiere decir, es un fracaso. Es como cuando los jóvenes tienen que estar diciendo la palabra güey 25 veces al minuto, porque no tienen nada qué decir. O tienen mucho qué decir, pero no tienen las palabras.

Sería importante que quienes se encargan de transmitir el conocimiento en las primarias y secundarias estén más al tanto de lo que es la ortografía, la sintaxis, el español…

Si la escuela cumpliera el requisito que todos esperamos de ella, que enseñe a leer y escribir, este país sería otro. Lo que pasa es que los niños no saben leer, ni saben mucho menos escribir, y así no pueden aprender ninguna otra cosa. Los niños no saben leer porque no entienden lo que leen. La enseñanza es cada vez más deficiente. Éste es el punto de partida de todo. Es por la lectura por donde entran los demás conocimientos. Un niño al que no le enseñan a entender lo que está leyendo, pues cómo va entender después biología, historia, matemáticas, lo que fuera.

¿Hay que volver a enseñar a leer y escribir en este país?

Desde luego. El problema es que ahora, para inscribir a su hijo en una escuela verdaderamente buena, tiene que pagar dinero. ¿Sólo los ricos van a tener buena enseñanza? ¿Dónde están los impuestos de la gente? ¿Cómo puede el Estado permitir una disparidad tal? Esto es antidemocrático, que no se les dote a todos los niños mexicanos de la misma calidad de la enseñanza. En los países desarrollados las escuelas públicas son inmensamente mejores que las escuelas privadas. Se nos llena la boca de la palabra democracia, pero a la hora de la hora, cómo va a ser democrática esta división de la educación.

Recomiéndeme una escuela…

Tendría que cobrarle.

¿Se considera un hombre de palabra?

En los dos términos, sin duda.

Óscar Jiménez Manríquez

1 comentario:

  1. Ciertamente lo que menciona el Dr. Moreno de Alba al final de esta entrevista es muy cierto; pero cierto es también que hay varios egresados de escuelas públicas que se expresan mejor -tanto oralmente como por escrito- que egresados de escuelas privadas. ¿Sorprendente? No tanto, la principal educacíón sigue estando en casa. Gracias por su atención.

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