01 de Octubre 2014
Como lo sabe cualquiera que haya vivido o trabajado en la ciudad, Hong Kong es China y no es China a la vez.
El complejo sistema legal que se implementó cuando la ciudad volvió al dominio chino en 1997 lo vuelve un caso único, lo que significa que los límites entre la Región Administrativa Especial de Hong Kong (SAR, por sus siglas en inglés) y la China continental rara vez son claros.
Las diferencias que hay entre ambos originan una variedad de razones por las que a menudo están en conflicto; eso es más que evidente ahora que decenas de miles de hongkoneses salieron a las calles para protestar por lo que para ellos es una intromisión indebida del gobierno chino en los asuntos civiles y la estructura política de Hong Kong.
Aquí examinamos algunas de ellas:
Históricas
En comparación con gran parte de la historia moderna de China, Hong Kong ha sido un bastión de paz, prosperidad y (en las décadas de 1960 y 1970) refugio de los horrores de la Revolución Cultural. La ciudad ha recibido a refugiados de toda China, principalmente Shanghái, desde la guerra civil y el ascenso del Partido Comunista en 1949.
De hecho, los chinos que migraron al puerto brindaron la mano de obra calificada y no calificada que hizo de Hong Kong un centro manufacturero y lo puso en la vía al éxito económico.
Cuando un grupo de británicos plantó su bandera en Possession Point, en la isla de Hong Kong, hace 170 años, pusieron en marcha una de las relaciones políticas más complejas que perduran al día de hoy.
Aunque la isla de Hong Kong se cedió a perpetuidad tras la primera Guerra del Opio, la mayor parte del territorio continental de Hong Kong, la península de Kowloon y los Nuevos Territorios se tomaron en préstamo de China. Cuando estaba por expirar el plazo del préstamo de los Nuevos Territorios, en 1997, se decidió que devolverían a China la colonia en su totalidad.
Desde entonces, la ciudad soportó una fuga de cerebros en la década de 1980 y principios de la de 1990, luego de que Gran Bretaña y China acordaran la transferencia de la soberanía y porque la represión de Tiananmen en 1989 estaba fresca en la memoria de los hongkoneses que encontraron la forma de salir.
Hay quienes temen que la represión de los derechos civiles pronto podría provocar otro éxodo. "Me preocupa que la gente emigre otra vez", dijo Michael Davis, de la Universidad de Hong Kong. "Eso sería un desastre".
La Ley Básica: "un país, dos sistemas"
La constitución de facto de Hong Kong, la Ley Básica, dispone que Hong Kong coexistirá con China como "un país, dos sistemas" durante 50 años después de la entrega del poder en 1997.
La ley, que expira en 2047, establece que la ciudad "deberá velar por los derechos y libertades de los residentes".
Uno de los principios contenidos en la Ley Básica que reafirmó Lu Ping, el entonces principal funcionario chino en Hong Kong, fue el derecho a desarrollar su propio sistema democrático. "La forma en la que Hong Kong desarrollará su democracia en el futuro está totalmente dentro de la esfera de la autonomía de Hong Kong", dijo Lu en marzo de 1993, según el periódico estatal El Diario del Pueblo. "El gobierno central no interferirá".
Sin embargo, el gobierno chino ha reinterpretado el documento repetidamente y en junio de este año publicó un reporte de gobierno en el que reafirmó su "jurisdicción absoluta" sobre Hong Kong.
Aunque la ciudad goza de más libertades jurídicas que China (incluida, crucialmente, el derecho de reunión), esto puede ser una herramienta crítica para los partidarios del gobierno chino.
"La estabilidad de Hong Kong es crucial", dijo a CNN Victor Gao, director de la Asociación Nacional China de Estudios Internacionales. "Hay canales más adecuados para que la gente de Hong Kong exprese sus posturas en vez de recurrir a medios ilegales para crear perturbaciones y a medios contraproducentes para evitar que las demás personas… sigan con su vida".
Culturales y de estilo de vida
Es difícil cultivar un sentido de unidad tras casi dos siglos de separación. El cantonés es el idioma común aquí, así que Hong Kong y la China continental parecen estar a un mundo de distancia lingüística, social y culturalmente.
A veces parece que las diferencias son mínimas; un ejemplo revelador y prominente fue un video que se compartió en las redes sociales, en el que se muestra un altercado ocurrido porque un turista continental estaba comiendo fideos en el MTR, el impecable sistema de transporte subterráneo de Hong Kong. Pero incluso lo que parece una diferencia superficial puede estallar y esta clase de videos a menudo se vuelven virales aquí, con lo que se ponen de relieve las diferencias que privan entre los locales y sus primos continentales.
Gran parte de la frustración proviene del impacto que tienen en Hong Kong los visitantes continentales: llenan toda clase de locales, desde salas de maternidad hasta boutiques de lujo, y provocan el encarecimiento del mercado de vivienda.
En la época en la que ocurrió el incidente del MTR, se publicó en un diario un anuncio pagado por el público en el que se advirtió sobre la "invasión" de "langostas" continentales que devoran todo a su paso.
Los habitantes de la China continental tienen una percepción de los hongkoneses que va desde la admiración al desprecio: tras la tormenta mediática que siguió al incidente de los fideos en el MTR, Kong Qingdong, prominente académico chino de la Universidad de Beijing, dijo que los hongkoneses eran "bastardos" y "lacayos" de los imperialistas.
La identidad hongkonesa
Cada seis meses, desde la devolución de 1997, la Universidad de Hong hace una encuesta entre algunos habitantes de Hong Kong para medir los sentimientos que definen la identidad en la ciudad. La encuesta más reciente se llevó a cabo en junio. Más del 40% de los encuestados dijo que se identifica como hongkonés más que como chino (entre otras opciones) y ese porcentaje ha aumentado en los últimos 17 años.
"Los manifestantes están inconformes porque Hong Kong se parece cada vez más a China", declaró para CNN Liujing, una turista china de 24 años originaria de Hainan, durante las protestas que se llevaron a cabo en la región de Mong Kok, en Kowloon. "Los apoyo porque mientras crecíamos, siempre admiramos a Hong Kong. Si Hong Kong se volviera como China, sería una auténtica vergüenza".
"Primero que nada, en el continente nunca nos enteramos de cosas como esta por la censura. En el continente hubieran disipado esta protesta por la fuerza en menos de dos horas", dijo. "Aquí es diferente. No creo que la policía abra fuego porque Hong Kong es un lugar seguro".
"No estoy segura de que los manifestantes logren lo que quieren, pero los apoyo".
Legales
Hong Kong se enorgullece con razón del respeto casi universal al Estado de Derecho. Para muchas personas, eso es lo que distingue a Hong Kong del continente; su reputación de honestidad es una de las razones por las que muchas personas de distintos países basaron sus oficinas centrales en la ciudad.
La policía usualmente cuenta con la confianza de la población, aunque está por verse si esta confianza se verá afectada por los eventos de los días recientes.
Esto no siempre fue así: hasta que se creó la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC, por sus siglas en inglés) en la década de 1960, el cohecho era un problema tan grande como lo es en China.
Hong Kong conserva un sistema legal que se parece mucho al británico (otro de los resabios de la era colonial), pero este sistema valora la transparencia y el debido proceso y el pueblo lo recibe de muy buen grado.
El Partido Comunista controla todos los aspectos del procedimiento judicial en China. Sin embargo, la Ley Básica garantiza la independencia del poder judicial de la SAR.
Económicas
Hong Kong conserva su propia moneda (que está a la par del dólar estadounidense) y el sistema capitalista de la ciudad también está consagrado en la Ley Básica.
El milagro económico por el que alaban a China a menudo se origina, en parte, en la influencia de Hong Kong. La presencia del libre mercado de la ciudad no solo fue una gran influencia en las reformas económicas de finales de la década de 1970 y la de 1980, sino que se combinó con las inversiones que hicieron los principales empresarios hongkoneses.
El resto de China se ha beneficiado enormemente de las "inversiones, la energía y la visión empresarial" de Hong Kong, dijo Michael Davis, profesor de Derecho en la Universidad de Hong Kong, a Andrew Stevens de CNN.
Sin embargo, conforme aumenta el poder económico de China, también aumenta la dependencia de Hong Kong. La ciudad depende en gran medida de la reexportación de las manufacturas chinas como centro logístico y como puerta de entrada a China, además de que el turismo y la demanda de artículos de venta al menudeo por parte de los continentales representan un ingreso considerable para Hong Kong.
La promoción de las ciudades continentales como rivales de Hong Kong (Shanghái como centro financiero y de libre comercio, por ejemplo), podría complicar más la relación entre Hong Kong y China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario