lunes, 20 de enero de 2014

LA INFLUENCIA DE LOS ALIMENTOS EN TU ESTADO DE ÁNIMO





Queridos lectores, hoy hablaremos de la serotonina y cómo aumentar esta interesante hormona. Solo me ceñiré a la serotonina que se sintetiza en el SNC, ya que también se sintetiza en el tracto gastrointestinal pero no necesitamos esa información ahora mismo.

Lo primero habrá que explicar qué es la serotonina. Como ya os adelantado antes, es una hormona neurotransmisora sintetizada en las neuronas serotoninérgicas en el sistema nervioso central (SNC).


Se sabe que la serotonina representa un papel importante como neurotransmisor, en la inhibición de: la ira, la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, el vómito, la sexualidad y el apetito. Estas inhibiciones están relacionadas directamente con síntomas de depresión.

¿Para qué queremos aumentar la serotonina? Muy sencillo, para alejarnos de la depresión y permanecer en el bienestar.

NOTA: Obviamente en el caso de depresión crónica (y en todas las demás depresiones, aunque en la leve no hacen falta medicamentos) se necesitará complementar con psicofármacos (el más usado, el famoso Prozac) y siempre bajo supervisión del psiquiatra, que puede aumentar o disminiur la dosis aunque siguiendo estos consejos, seguramente se podría disminuir (siempre y repito y recalco, bajo la supervisión médica).

He aquí los consejos:

1º. Chocolate negro. 



Sí, como leéis bien, el chocolate negro es muy rico en antioxidantes y estimula la segregación de serotonina y endorfinas (la hormona del placer y bienestar por excelencia). ¿Por qué el chocolate negro? Porque es el que menos grasas tiene y el más natural. Una onza de chocolate negro en el desayuno, todos los días y vuestra salud mejorará. 

2º. El yoga, pilates, natación y la meditación son claros ejemplos de saber, manejar y controlar la respiración y la relajación, algo esencial en el aumento de la serotonina. Al estar estresados, respiramos más rápido y peor por lo que la serotonina baja.



3º. El ejercicio aeróbico o cardiovascular, sobre todo al aire libre, nos ayuda a cuidar nuestro cuerpo y alma, a liberar tensiones, ansiedad y estrés, por lo que aumenta considerablemente la serotonina.

4º. ¿Cómo iba a faltar el Omega 3 para nuestro propósito? Las truchas, el salmón, las sardinas y los frutos secos son ricos en Omega 3. Estos alimentos benefician favorablemente el cerebro, ergo aumenta nuestro simpático neurotransmisor.

5º. Tomar carbohidratos como el pan, pasta y arroz. Algunas autoridades médicas afirman que la insulina que su cuerpo produce cuando usted come carbohidratos aumenta los niveles de triptófano en el cerebro, y esto se traduce en una mayor concentración de los niveles de serotonina.


6º. Tomar el sol. La luz del sol no solo produce en nuestro cuerpo la vitamina D, si no que controla los niveles de la melatonina, hormona que disminuye la producción de serotonina.

7º. Y por último, practicar actividades relajantes. Un buen libro, música que nos relaje o nos motive (¡nada de música triste!), un paseo por el campo (ahora que viene la primavera, aprovechad), unas cañas con los amigos, el cine… son actividades que nos producen placer y bienestar y, por qué no, muchas risas. La risa es esencial para combatir la depresión. Un truco: cuando nos sintamos depresivos, podemos engañar al cerebro fácilmente, simplemente sonriendo, aunque no sintamos ganas, el hecho de sonreír confunde al cerebro y nos sentimos menos tristes. También viendo vídeos de humor (a mí me funciona con monólogos buenos) nos produce la risa fácil (aunque solo sea una mueca) y aumenta los niveles de endorfinas (y seguidamente, serotonina).


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