Cientos de personas se han acercado al norte de este estado para pasear por el lago y, por primera vez en varios años, entrar en las cuevas y contemplar las espectaculares formaciones de hielo, que forman parte de las islas Apostle; situadas en medio del lago.
Las cuevas de hielo son producto de la fuerza de las olas del lago al combinarse con la piedra arenisca. Con el tiempo, la naturaleza ha formado arcos delicados, cámaras y pasadizos abovedados que son todo un espectáculo.
Las cuevas de hielo son producto de la fuerza de las olas del lago al combinarse con la piedra arenisca. Con el tiempo, la naturaleza ha formado arcos delicados, cámaras y pasadizos abovedados que son todo un espectáculo.
En verano, los turistas pueden acceder al lugar en barco pero en invierno el acceso solo es posible cuando el hielo es suficientemente grueso y estable, algo que no ocurre cada año. Según las autoridades locales, hacía cinco años que no se podía acceder a pie a las cuevas de hielo en invierno.
Desde que el pasado 15 de enero, las autoridades de las islas Apostle declararon el hielo del lago de "bajo riesgo", unas 35.000 personas han andado dos kilómetros y medio sobre el lago para ver las cuevas, según la portavoz del parque nacional de Lakeshore, Julie Van Stappen.
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