En la voz fracturada de Gelman aparece la subjetividad a
flor de piel del exilio latinoamericano como tragedia: su desborde verbal
ardiente, su intimidad dolorosa, su exasperación ante la sociedad mercantil, y
su desasosiego con la política. No menos importante es su erosión irónica,
cuando no satírica, del oficio literario y sus pasiones superfluas. Todos
somos, al final, exiliados, parece decirnos, sólo que en las furias del
lenguaje unos terminan en la otra orilla, buscando recuperar la voz.
Para Juan Gelman
http://www.elboomeran.com/blog/483/blog-de-julio-ortega
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