sábado, 7 de enero de 2012

El cuaderno verde JOSÉ GORDON en Reforma


EL CUADERNO VERDE / Magia y neurociencia

Por José Gordon

(06-Ene-2012).-

"Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia", decía el escritor de ciencia-ficción Arthur C. Clarke. Como contraparte, otro novelista del mismo género, Larry Niven, planteaba: "Toda magia lo suficientemente avanzada es indistinguible de la tecnología". De acuerdo con el doctor en neurociencia V.S. Ramachandran, la ciencia y la magia tienen mucho en común: "Ambas abordan sucesos aparentemente inexplicables y proporcionan respuestas elegantemente simples que cautivan al observador".

Esta es la premisa de la que parte un interesante libro cuyo título se podría traducir así: El juego de manos de la mente. Lo que la neurociencia de la magia revela sobre nuestras ilusiones cotidianas. Los autores son dos destacados científicos del Instituto Neurológico Barrow, de Phoenix, Arizona: Stephen L. Macknik, director del Laboratorio de Conductas Neurofisiológicas, y Susana Martínez-Conde, directora del Laboratorio de Neurociencia Visual.

Los investigadores se proponen explicar la ciencia que está detrás del espectáculo perceptual de la magia. ¿Cómo funcionan los trucos de los magos? ¿Por qué las monedas se materializan en el aire? ¿Cómo pueden desaparecer ante nuestra propia vista elefantes, tigres e incluso la misma Estatua de la Libertad? ¿Por qué nos parece tan real? ¿Por qué no nos damos cuenta dónde está el engaño?

Existen instrumentos tecnológicos, juegos de espejos, luces y aparatos que están detrás de los trucos que nos asombran, pero lo que más les interesa a los autores del libro es el uso que hacen los magos de nuestras limitaciones cerebrales, de nuestras deficiencias en la atención. Así, se pusieron en contacto con profesionales que les revelaron sus técnicas que resultan ser todo un laboratorio de investigación sobre las posibilidades cognitivas.

Lo que encuentran es que la magia funciona ya que nuestros procesos de atención -siguiendo el lenguaje de las computadoras- se puede "hackear". La clave de esto es que nuestros cerebros modelan la realidad de una manera imperfecta. Mucho de lo que vemos de alguna manera lo creamos. Tenemos que "rellenar" partes de escenas visuales que el cerebro no puede procesar. Macknik y Martínez-Conde explican desde la perspectiva de las neurociencias cómo el cerebro nos engaña con frecuencia y nos hace ver algo que no está ahí. Los magos se aprovechan de estas limitaciones y desvían nuestra percepción de la mecánica del truco. Así, los investigadores -que por cierto ya son magos certificados- nos muestran algunos de los secretos de los magos que siempre quisimos conocer. Un ejemplo, las monedas que desaparecen en el aire. Hay muchas formas de crear esta ilusión, la que se describe en el libro aprovecha un concepto sicológico llamado habituación.

Se echa una moneda al aire y se atrapa con la otra mano para que el público se "habitúe" a la idea de que se está tirando una moneda real. Después de que se repite el movimiento una vez más para que se nos quede grabado lo que está pasando, se tira en falso la moneda. Los espectadores siguen lo que piensan que es la trayectoria de la moneda y se sorprenden al ver que desaparece en el momento de atraparla. Es sorprendente: ¡La vemos volar en el aire! Vimos lo que esperábamos ver aunque la moneda ya no se lanzó.

El sicólogo Steven Pinker dice que los trucos mágicos son una mina de oro de información sobre el cerebro. Al entender cómo la magia opera en la mente del espectador se develan las bases neurales de la conciencia misma. Los autores del libro nos advierten: "Al entender cómo los magos "hackean" nuestros cerebros podemos entender mejor cómo estos mismos trucos cognitivos funcionan en la estrategia publicitaria, en las negociaciones empresariales y en todas las variedades de las relaciones interpersonales".

Aunque creemos que nadie nos engaña, debemos estar muy alertas para que no nos "hackeen" la mente los políticos. La saturación de propaganda electoral que veremos es una distracción de lo realmente importante. Necesitamos menos spots y más debates, crítica y diálogo.

pepegordon@gmail.com

1 comentario:

  1. De aceurdísimo con Pepe Gordon; lo sigotambién en La Oveja Eléctrica, saludos, Ma. Esther

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