lunes, 29 de diciembre de 2014

CUANDO JOE COCKER ERA LA PODEROSA VOZ DEL EXCESO

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29 de Diciembre 2014


Como esa voz que retumbaba en los altavoces hasta parecer que iban a estallar en With a little help from my friends, la inocente y bella composición de los Beatles a la que insufló litros de sangre y todo un universo de rabia y nueva energía, el mejor Joe Cocker, el más legendario, fue el excesivo. Antes de que todo el planeta le conociese como un superventas, la garganta que había incitado como pocas al deseo carnal en la contagiosa canción de la película Nueve semanas y media, capaz de encarar cualquier composición del estilo que fuera, gracias a la hábil combinación de su vozarrón y la experiencia, el cantante británico fue representante de un soul fiero e imbatible, que encajaba a la perfección en el agitado mundo del rock de los sesenta.

Tuvo algo de hazaña que Cocker entrase en el olimpo de la contracultura de los sesenta desde el soul, un estilo alejado de la psicodelia y la experimentación eléctrica, tan propia de los puntales sonoros del verano del amor. También que se dedicase a ello en Reino Unido cuando todos sus compañeros de generación andaban entre el rock y el blues. Pero si lo hizo fue por un carácter musical rompedor y adictivo desde que debutó en 1969 con dos álbumes impactantes como With a little help from my friends y Joe Cocker!

Entre los surcos de esos artefactos, se hallaba un verdadero soulman, una garganta blanca con el pundonor de las negras, que como los grandes maestros del género, entre los que se pueden citar influencias directas como Ray Charles u Otis Redding, tenía su propia fórmula para hacer de canciones de otros sus propias armas emocionales, bañadas de un poderoso dramatismo. Unas veces, reducía su ritmo como en Just like a woman de Bob Dylan o Bird on wire de Leonard Cohen, otras fraseaba, como si en el púlpito de una iglesia sureña estuviese, como en Something de The Beatles o Delta lady de Leon Russell y en otras aceleraba todo hasta enloquecer de éxtasis como en With a little help from my friends de The Beatles.

Ese éxtasis era el que reclamaba la generación contracultural de los sesenta antes de estallar en mil pedazos, como esos sueños adolescentes que terminan por convertirse en un chiste de adultos. Por eso, su actuación en directo en el famoso festival de Woodstock es tan recordada como la de Jimi Hendrix y se incluyó como lo mejor del multitudinario evento. Porque la otra virtud de Cocker fue llevar al escenario todo su soul desgarrado.



Con su imagen de tipo enmarañado y descuidado, moviéndose como poseído por un diablo bendito del ritmo, el músico nacido en Sheffield, que, a diferencia de muchas estrellas británicas de los sesenta, era de origen obrero y fue fontanero antes que cantante, representaba todo el tormento de su propia música tensa, dramática y pasional. Aparte de la grabación del festival de Woodstock, el disco en directo Mad Dogs & Englishmen, publicado en 1970, muestra el poder de esa voz cavernosa y llena de nervio. Para rematarlo, en aquellos primeros años, Cocker, que pecaba de violento, llevaba un desastroso estilo de vida que abrazaba todos los excesos de la época con las drogas y el alcohol. Como con su música, no tenía término medio, recreándose en el extremo.


Joe Cocker con Mad Dogs & Englishmen interpreta The Letter.

Tras una travesía en el desierto, sobrevivió a sus propios excesos. Ayudado por un concienzudo manager, Cocker se ajustó desde los ochenta a las expectativas de una industria que sabía que esa voz grave podía amoldarse a baladas para todos los públicos. Por sus cuerdas vocales, empezaron a caer clásicos como When a man loves a woman o What becomes of the broken hearted. También las bandas sonoras que le llevaron al mayor de los éxitos como las de las taquilleras películas Oficial y caballero con Up where I belong oNueve semanas y media con You can leave your hat on.

Ya sólo gastaría la imagen de dandi maduro, como salido de un anuncio de una marca de ropa de lujo, que cantaba el emotivoYou're so beautiful en el homenaje a Diana de Gales. Pero si a un Joe Cocker hay que reivindicar, por mucho que seamos cientos de miles los que alguna vez quisimos ser Mickey Rourke contemplando en vivo y en directo a Kim Basinger durante los poco más de cuatro minutos que dura You can leave your hat on, tiene que ser al joven desatado de los sesenta, a esa encarnación del exceso sentimental que hizo que una canción de los mismísimos Beatles sea ya su patrimonio, nuestro himno de la amistad, una fortaleza contra el desamparo.



Joe Cocker canta With a little help of my friends en el festival de Woodstock.


LA MORAL(EJA) DE FACEBOOK: A 10 AÑOS DE SU CREACIÓN

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29 de Diciembre 2014


Su transformación es la historia de un lento pero sostenido e inexorable proceso de corrupción moral. Facebook nació hace exactamente 10 años como una modesta red social, sin fines (confesos) de lucro. Poco a poco fue calando más hondo. Y, sobre todo, sumando adeptos/adictos, que llegaron por oleadas generacionales: primero los adolescentes, luego el adulto contemporáneo, luego el adulto sin adjetivos, y finalmente los miembros de la tercera edad, que antes se llamaba vejez. A diferencia de las redes no virtuales, esta red apretaba más conforme más se estiraba. Algunos se sumaron a ella desde el comienzo, sin dudas. Otros la esnobearon primero y solamente después se engancharon, con todo. Hay devotos vergonzantes: voyeurs que miran, hurgan, disfrutan en el rincón de la pasividad, pero casi nunca se revelan en público. Hay también ambivalentes afectivos: hoy están en línea casi sin pestañear, mañana se dan de baja, pasado mañana vuelven, incólumes. Los más niegan su dependencia, los menos la abrazan sin tapujos. Ya son más de mil millones de usuarios. De todo hay en la viña del Señor, que en el mundo virtual no es otro que el señor Mark Zuckerberg. Es muy significativo: Facebook tiene un padre reconocible; en cambio no tiene madre.



Todos conocemos los contornos de su mutación. Solía ser un espacio para colgar una foto u ocurrencia ocasional; para comentar estados de ánimo pasajeros; para compartir un artículo, un poema o una canción; para buscarle hogar a un cachorro abandonado; para no olvidar el cumpleaños de amigos, familiares y conocidos. Hasta que cruzó el umbral de la degradación y se transformó en lo que tenemos hoy: un nuevo orden de comunicación política, emocional y hasta espiritual que huele muy mal. Y ese orden no es otra cosa que el reflejo de un código (in)moral que tolera, o más bien celebra, actitudes que en una época no muy remota nadie habría dudado en calificar como abominables. El factum de la moralidad dejó su lugar al hedonismo del “Like”. Para decirlo con Nietzsche, el filósofo de la postmodernidad, Facebook promueve la transvaloración de todos los valores.

La deriva más vil de Facebook es su presunta “politización,” que es en realidad un “activismo” político haragán: de arengas fáciles y nada más. Facebook es hoy un espacio donde mujeres y hombres de bien deshacen entuertos virtualmente, hacen proclamas políticas, afirman y reafirman sus lazos de solidaridad con los desprotegidos y apoyan las causas sociales/globales. Esta red social disuelve fronteras nacionales para que el mexicano de la Condesa apoye a los oprimidos en Rusia, como las Pussy Riot, y denueste a Putin. Bajo esta modalidad de protesta social no hace falta bordar fino en las consignas: lo bueno, breve, dos veces bueno. Basta decir que “ganó el PRI y ya nos chingamos”. “Que AMLO es un culero”. O que “Calderón es Fecal”. Ése es el logos predominante del animal político de Facebook. En el extremo opuesto, Facebook es un hospicio para analistas políticos huérfanos, sin hogar en alguna revista de opinión y que despliegan sus infinitos saberes bajo la forma de aforismos con sucinta pero incisiva critica social y cultural, y así pontifican sobre lo bueno y lo malo. Pero todo es verbo y nada es acción. El justiciero social que nace, crece y se reproduce en Facebook hila diatribas, una tras otra, en contra de un Enemigo que ni lo ve ni lo escucha. En el peor de los casos este luchador virtual busca el Mal entre sus propios “amigos”, es decir, sus contactos, descubre o les inventa una visión perversa del mundo para luego fustigarlos en público y arrancar encomios de otros luchadores comprometidos con la causa, la que sea. Y juntos hacen revolución en línea, que siempre será menos tediosa que la revolución en tierra firme. La impostura progresista es un defecto moral, pero Facebook la transvalora.

Pero nuestra red social es ecuménica, y también tiene lugar para lo apolítico y lo emocional. Aquí no hay heroísmo humanitario pero sí sensibilidad, demasiada sensibilidad y mucho exhibicionismo. El infame “muro” es mucho más que un simple muro. Es un muro de las Lamentaciones, donde se pone a la vista al yo vulnerable y en desasosiego y se recolectan palabras de aliento. El muro es un espejo para que los Narcisos se vean reflejados en él, para que relaten sus pequeñas grandes hazañas, en ejercicios de autopromoción desvergonzada: para que se sientan vivos. Nunca fue tan fácil vivir del autoelogio. El autoelogio envilece, claro, pero Facebook redime. El muro es un balcón: ahí se lleva serenata a la persona amada, pero el propósito no es levantarla a ella, sino a todo el barrio virtual, porque la mejor forma de amar es en un baño de masas. El muro es un lavadero, suficientemente amplio para ventilar cualquier chisme y suficientemente duro para quebrar cualquier amorío. El muro es un pasarela donde cada quien somete al público virtual su mejor cara, su mejor cuerpo; algunos hasta se colocan en los linderos del soft porn. El muro es un estadio para desahogar los más bajos humores deportivos o celebrar y gritar por las victorias de “los nuestros”, que no tienen a la pulga Messi pero se conforman con el piojo Herrera. El muro es una carpa para los bufones que quieren deleitarnos con sus chistes, porque sin ese circo su vida tiene menos chiste. El muro es la impudicia de lo público hecha virtud.

No soy el primero ni seré el último en tronar contra Facebook. Otros amargados como yo ya han repetido hasta el cansancio el catálogo de males: que lo usamos a costa de nuestra privacidad; que su uso fomenta patologías surtidas o agrava mañas inveteradas; que es un cajón de historias sórdidas (suicidios, cyberbullyings, etcétera) y una galería de imágenes de espanto (narcojuniors, maltrato animal, etcétera). Yo sólo he querido ampliar el inventario de vicios que se sostienen al amparo de Facebook: la holgazanería política solapada, el narcisismo a ultranza, el autoelogio descarado, la sensiblería rampante, y más. Fui uno de los que se extraño al leer que según Jorge Bergoglio, alias el Papa, la Internet (¿y por extensión Facebook?) es un regalo de Dios. No hay duda: las maneras del Señor son misteriosas. Las del señor Zuckerberg, en cambio, son muy claras. Esta red llegó para quedarse, para seguir apretando, para seguir transvalorando. Y la verdad no es ninguna sorpresa. Lo virtual, lo dijo Hegel, siempre quita lo virtuoso.

Juan Espíndola Mata




Doctor en ciencia política. Es autor de El hombre que lo podía todo, todo, todo. Ensayo sobre el Mito Presidencial en México y Transitional Justice and Respect in Germany: Exposing Unjust Collaborators.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

EL MEJOR REGALO ESTA NAVIDAD

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24 de Diciembre 2014 




MARIHUANA SIN SANGRE

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24 de Diciembre 2014


“La mariguana medicinal es ilegal en México - Ilegal meter a Estados Unidos” advierte un letrero en la vía rápida de la 805 sur en dirección a Tijuana. Estamos en San Diego; hace varios años el estado de California legalizó el uso medicinal de la mariguana, creando una nueva cultura y aceptación de la planta. Este letrero es reciente, pero se encuentra a media milla de otro letrero muy similar que lleva años advirtiendo a los gringos que cruzar armas a México también es ilegal.

Si llevas rato consumiendo mariguana en México te has percatado de qué tanto el método de distribución como la calidad de la mota que circula ilegalmente por las calles, no ha cambiado en absoluto. En el mercado mexicano de la droga, el cliente nunca tiene la razón. Exigirle a un dealer callejero algo más fresco o con menos cocos es mala idea y como muchos productos en nuestro país, hay monopolio y poca competencia.

Hasta la fecha el narco sigue mandando mariguana a estados de EU que no la han legalizado, y por lo tanto en sitios como Chicago siguen confiscando toneladas de mota de Sinaloa al año. Pero pronto, el crimen organizado no tendrá mercado para exportar mariguana mexicana a Estados Unidos, gracias a el lento (pero seguro) proceso de legalización que tiene al estado de Colorado como epicentro. ¿La razón? La mota mexicana nomás no pega en comparación con la ganja radiactiva que crecen en el gabacho.

Claro, hay maneras de comprar esta mariguana medicinal, o chronic en México pero para cuando llega al consumidor ésta ha sido cortada, empaquetada en ladrillos y perfumada con Windex. Para los que fumamos en la frontera siempre ha existido la opción de comprar mariguana de California, uno de los mayores productores legales de mota en el mundo. Ahí un guato cuesta diez veces más (unos 500 pesos) que en las calles de Tijuana, convirtiéndola en una comodidad de clase media entre los bajacalifornianos. No es lo que venden en los callejones sin salida de la Zona Norte de TJ.

Son mexicanos con doble ciudadanía, jóvenes y adultos los que cruzan a diario pequeñas cantidades de medicina verde; se arriesgan a ser sorprendidos por agentes del Ejército Mexicano, Policías Federales y hasta el mismo SAT, quienes llevan años “protegiendo” la frontera de nuestro lado. Estas medidas de seguridad llegaron con la renovación fronteriza que se llevó a cabo en esta garita hace casi dos años, cuando el entonces presidente Felipe Calderón inauguró El Chaparral, una estructura imponente que evoca a Blade Runner y de cierta forma la misma guerra contra el narco.

(Los churros de chronic que vende Tacho a sus amigos.)

“Antes estaba más pelada”, me cuenta un conocido a quien llamaremos Tacho. Él lleva años cruzando casualmente en su Jetta con botesitos de medicina en la bolsa, cargando hasta cuatro gramos a la vez. Tacho no es un dealer, ni mucho menos tiene ningún tipo de vínculo con el narco. Es un chavo fresa que le gusta fumar, le gusta ganar un poco de feria extra vendiendo entre sus amigos cercanos. “Antes me la aventaba a pata. A la mala porque a veces hay placas con perros al tiro, pero la gente lleva haciéndolo desde hace años”.

VICE: ¿Te ha tocado que te olfatee un perro mientras cruzas con mota?

Tacho:
Sí, o sea, no se me acercan pero obviamente ahí la tengo. No sé si ahorita sea igual pero en esos tiempos se supone que los perros que tenían no los entrenaban bien, no tenían presupuesto para mandarlos a entrenar bien. Crucé un par de veces con los perros ahí y no me ladraron ni nada.

Y antes de que Calderón abriera El Chaparral, ¿era más fácil cruzar en carro?

Antes casi nunca te tocaba inspección, cruzabas y te ibas pa' tu casa o en chinga a vender. Luego con El Chaparral pusieron a los wachos, los federales, pensaba que iba a ser más difícil pero es igual. Depende de uno, de tu aspecto, cómo te expresas, nomás no verte sospechoso.

Tacho tiene una tarjeta que le permite comprar productos legales de mariguana medicinal en California. La consiguió como muchos, es tan sencillo como ir a un consultorio médico, decir que no puedes dormir, o padeces de algún tipo de estrés y listo, calificas para el tratamiento. Tacho va con su tarjeta a un dispensario, compra gallos pre-enrollados y se viene a Tijuana a fumarlos.

La semi legalidad de la planta en California ha creado desde hace muchos años un tipo de vacío legal en la frontrea. Sobre todo considerando que el Art. 479 la Ley General de Salud estipula que podemos tener hasta cinco gramos de mariguana en nuestra posesión. Fuera de cruzar ilegalmente el producto, Tacho y cientos de personas como él consumen y distribuyen mariguana sin sangre, algo que en México podemos considerar un logro.

Con los años la frontera norte de México ha sido intrínseca con el tráfico de drogas. El departamento de Homeland Security de EU ha gastado millones en proteger sus fronteras tratando de evitarlo, desde la chora más diminuta que olvidaste en el cenicero de tu carro hasta los 20 ladrillos que puedes llevar en la cajuela, cruzar droga a Estados Unidos es algo que la mayoría de los civiles evitan por temor a ir a cárcel, o peor aún, perder la visa. Mientras tanto nuestro país está en guerra con el narco, pero como podemos ver, meter sustancias ilegales a México es cosa de fresas.

YIWU: LA CIUDAD DONDE SE FABRICA EL 65% DE LA NAVIDAD

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24 de Diciembre 2014



La mayoría de los adornos navideños provienen de China. Pero, ¿cómo saber dónde y cómo se fabrican?

Olvídense de Laponia. El verdadero hogar de la Navidad es una ciudad extraña y desconocida de China llamada Yiwu, que es el epicentro global de los adornos festivos y los regalos de plástico.

El escritor y viajero Tim Maughan la visitó y le contó a la BBC su increíble experiencia.

Estoy a unas pocas horas de Shanghái y no he visto la luz del día durante tres horas. Estoy desorientado sin remedio. He tratado de salir de este lugar, pero es como estar en un inmenso laberinto de corredores y locales idénticos. Me rodean árboles de Navidad artificiales, bolas, nieve falsa, gorros de fieltro de Santa Claus y renos iluminados con luces LED. Todo lo que escucho es música alusiva.

Es mi peor pesadilla navideña.

Me encuentro en el sector dedicado a la Navidad del Mercado Internacional de Comercio de Yiwu, unos 300 kilómetros al sur de Shanghái.

Según la agencia de noticias oficial Xinhua, más del 60% de los adornos de Navidad del mundo se fabrican en Yiwu. Y buena parte de la producción se vende en este inmenso mercado mayorista.

Por lo visto, las fiestas son Made in Yiwu (hechas en Yiwu).

Titánico

Me cuesta mucho describir la escala de este mercado. Pero puedo empezar con algunas estadísticas: actualmente abarca un área de cuatro millones de metros cuadrados y tiene nada menos que 62.000 puestos. Recibe la increíble cifra de 40.000 visitantes por día, 5.000 de los cuales son compradores extranjeros.


Plástico, tela, de todos los colores. El mercado de Yiwu provee a los negocios baratos de todo el mundo.

Sin embargo, los números no bastan para entender cómo es este complejo.

Para apreciar su tamaño hay que recorrer este sitio que se parece a un enorme centro comercial en decadencia, ir a sus entrañas.

El complejo está dividido en cinco distritos. En el número 1, por ejemplo, a ambos lados de un corredor hay negocios que exhiben bolígrafos y lápices. Cuando doy la vuelta a la esquina, más bolígrafos y lápices. Y luego de caminar 15 minutos sigo viendo lo mismo. Invariablemente.

Finalmente llego a una escalera mecánica rota para subir al próximo nivel. Los artículos de librería dan paso a incontables locales que venden estuches para gafas.

El siguiente piso es un distrito entero dedicado a flores artificiales. La persona que organizó mi visita, Liam Young, me dice que recientemente trajo a varios estudiantes que querían conocer los cinco niveles, cada uno de ellos, y que después de ocho horas desistieron. Era imposible.

Al por mayor

Pero no sólo el tamaño es lo que diferencia al mercado de Yiwu de cualquier otro centro comercial. Para empezar, uno no puede comprar cualquier cosa aquí, al menos en el sentido tradicional del consumo.

En Yiwu se vende casi exclusivamente al por mayor. Cada uno de los 62.000 puestos, todos cubículos de 2,5 por 2,5 metros exactamente iguales, es un escaparate para las compañías o fábricas.


Un "distrito" entero está dedicado a bolígrafos y lápices.

Este mercado es, más que un centro comercial, una gran feria para intermediarios: aquellos que se dedican a vender a los negocios al por menor y que llegan desde el resto de China y del mundo para negociar el envío de grandes contenedores con productos que luego llenarán las estanterías de los comercios en nuestras ciudades o pueblos.

Ante la escala de lo que veo, resulta difícil comprender que el auge del mercado de Yiwu es cosa del pasado. La mayor parte de sus transacciones ahora se realizan por internet, a través de sitios como Alibaba y Made In China.

Sin embargo, el lugar sigue siendo la manifestación física de una enorme red invisible de suministro de mercancías que todos nosotros compramos en Occidente y en el resto del planeta.

Baldes y palas de plástico. Paraguas. Modelos a escala de la estación espacial. Linternas con rostros de líderes mundiales u otros personajes. Vuvuzelas (sí, todavía se fabrican). Un distrito entero está dedicado a vender carteles lunimosos con LED. Y vi un local que vende exclusivamente lupas al estilo de Sherlock Holmes.

Y la lista sigue...

Hay un denominador común en el mercado de Yiwu: no se ofrecen productos de alto valor ni de marca. Buscar el logo de Samsung o Apple es una tarea inútil.

En cambio, aquí se puede encontrar una amplia muestra de la producción industrial china que suele ser pasada por alto. Son las pequeñas cosas que llenan nuestros cajones: los bolígrafos gratuitos que nos dan los vendedores, los juguetes que los niños rompen u olvidan. Se trata de centenares de productos casi descartables que saturan los negocios de baratijas.


Este año se inauguró un tren que cubre el trayecto Yiwu-Madrid para llevar productos al mercado europeo.

Los compramos impulsivamente, porque en ese momento nos parecen divertidos o porque son baratos.

China es el líder mundial en la creación de basura plástica y Yiwu es su vidriera.

Y hay algo en lo que este mercado sobresale por encima de cualquier otro: la parafernalia de Navidad.

Olvídense del Polo Norte y del taller de Papá Noel. En 2012 Yiwu y sus alrededores albergaban 750 empresas dedicadas a fabricar adornos y objetos para las fiestas, según la Asociación de Productos Navideños de Yiwu.

Para ver de primera mano cómo se fabrica la Navidad en esta ciudad de plástico, visité una de las fábricas que suministran productos al mercado, la Yiwu Hangtian Arts and Crafts Co, Ltd.

Esta pequeña firma, situada a unos 30 minutos en auto del centro de la ciudad, es una de las más desconcertantes y perturbadoras que he visto en China.

Caluroso

Afuera, la temperatura llega a 30 grados centígrados. Estamos en un edificio industrial venido a menos repleto de imágenes navideñas.

Lo primero que me muestran es un taller en el que una veintena de trabajadores de todas las edades y géneros –pero predominantemente mujeres menores de 20 años– arman y pintan muérdago, guirnaldas, árboles en miniatura y mucho más, todo de plástico, claro.


En las fábricas de Yiwu, los trabajadores manejan plástico y tinturas en condiciones cuanto menos polémicas.

Una obrera pliega láminas plásticas, mientras la mujer a su lado les adhiere el cartel de "Feliz Navidad" lleno de brillantina roja. Un niño con un delantal manchado pinta de rojo imitaciones de frutos del bosque.

En un salón contiguo trabaja un hombre junto a un enorme ventilador: sumerge alambres en un líquido no identificado en ebullición y luego los dobla -cuando aún están calientes- para crear la estructura de los cuernos de reno que muchos colocarán en sus cabezas durante las fiestas.

En la fábrica se acumula, por todos lados, el fruto de la labor de estos obreros: miles de ornamentos navideños y otros productos se apilan en cajas de cartón y canastas, creando verdaderas torres que hacen sombra a los trabajadores.

En otro galpón se fabrican productos de tela. Nuevamente, una veintena de mujeres se sienta en una fila de máquinas de coser.

Hace calor y todo lo que puede escucharse es el sonido de la costura de gorros, botas y banderines navideños.

Aquí se puede ver bien cómo se produce el gorro rojo y blanco de Papá Noel, el que se compra muy barato, se usa en las fiestas de oficina y luego se desecha en Año Nuevo.

Una niña cose la franja de piel blanca al fieltro rojo a un ritmo de dos gorros por minuto. Y a medida que va terminando, arroja cada pieza al suelo, donde se va formando una pequeña montaña.

En el piso de más arriba se moldea el plástico. Allí el personal es exclusivamente masculino: jóvenes con el torso desnudo para sobrellevar el calor. El aire es denso, está lleno de gases y huele a sustancias químicas. Los obreros arrojan bolas de plástico dentro de máquinas que las derriten y luego llenan los moldes que darán forma a los muñecos de nieve y los Santa Claus.

Es una tarea repetitiva y potencialmente peligrosa.

12 horas diarias

Durante mi visita a Yiwu perdí la inocencia.

Los millones de productos de Navidad que se venden en el mundo no son fabricados de forma masiva en plantas automatizadas, sino que son el resultado de un enorme y costoso esfuerzo humano: salen de las manos de personas que trabajan en condiciones cuanto menos cuestionables.

Y esta, lamentablemente, ha sido la base del éxito industrial de China: mantener los costos laborales bajos para hacer posible que elaborar mercancías a mano sea más barato que usar máquinas.

Uno de los gerentes de la Yiwu Hangtian Arts and Crafts Co, Ltd. me dijo que los empleados cobran un salario de entre US$200 y US$300 mensuales por realizar turnos de 12 horas, seis días a la semana.

Cuando me estoy yendo veo cajas de adornos navideños que están siendo cargadas en un contenedor que luego irá al puerto de Ningbo.

Desde allí el contenedor será transportado en barco quién sabe hacia dónde... Me cuentan que la mayoría de los productos va a Estados Unidos y Europa, y que Rusia se está convirtiendo en un mercado cada vez más lucrativo.

Alguien me había advertido que ver de primera mano cómo se fabrica y se vende la parafernalia de Navidad en Yiwu iba a cambiar mi forma de ver las fiestas, que nunca volverían a ser como antes.

Quizás tenía razón.

CAE EL PRESUNTO ASESINO DE MUJER EN LIVERPOOL

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24 de Diciembre 2014
Marco Antonio Ochoa Almazán presuntamente sostenía una relación sentimental con la víctima, Angélica Trinidad Romero Severiano. Foto: PGJDF.

Rodolfo Ríos Garza, titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), informó en conferencia de prensa sobre la detención del presunto homicida de la trabajadora de limpieza de la tienda Liverpool ubicada en el Centro Comercial Perisur. 

Ríos Garza precisó que se trata del auxiliar de mantenimiento de la tienda departamental Marco Antonio Ochoa Almazán, quien presuntamente sostenía una relación sentimental con la víctima, Angélica Trinidad Romero Severiano. 

Dijo que el presunto responsable del asesinato fue arrestado en la colonia El Mirador, en la delegación Tlalpan. El día de ayer, el Procurador dijo a la prensa que se giró una orden de localización y presentación al médico Mariano Espinosa, quien certificó la muerte por infarto y no por asfixia de la empleada del Liverpool de la plaza comercial Perisur, en noviembre pasado. 

“Este médico ya tiene la orden de localización y presentación y se le va a investigar por diversos delitos, entre ellos una falsificación de documentos, por supuesto también incurrió en falsedad de declaración ante autoridad distinta de la judicial y, por supuesto, en encubrimiento por favorecimiento”, informó Ríos Garza. 

El Procurador dijo que los empleados de la tienda, incluido el gerente del Liverpool, también son investigados. “Se investiga, además del médico, por supuesto a quien realiza la privación de la vida, así como también a los empleados de la tienda departamental que hayan incurrido en algún tipo de delito, es decir, que hayan realizado algún encubrimiento por favorecimiento”. 

De acuerdo con los datos proporcionados este martes por la Procuraduría, a partir de la declaración de testigos y el cotejo con los registros de entrada y salida del personal, se estableció que Ochoa Almazán ingresó a la tienda comercial el 15 de noviembre del presente año, a las 14:28 horas, mientras que la víctima lo hizo a las 15:03 horas, con el fin de iniciar su jornada laboral. 

Los testigos dijeron a la Procuraduría que el probable responsable tenía aliento alcohólico, “además que el resultado del dictamen en materia de química reveló que la occisa presentaba alto grado de alcohol en la sangre”. 

“Alrededor de las 17:30 horas, la víctima y el imputado fueron vistos juntos con un carro de limpieza aseando diversas áreas del establecimiento. De acuerdo con testimonios recabados, fue posible acreditar que aproximadamente a las 22:15 horas, la ahora occisa ingresó al cuarto de limpieza, seguida 10 minutos después por el hoy inculpado”, precisó la dependencia capitalina en un comunicado de prensa. 

La Procuraduría capitalina informó que pasados 40 minutos, se apreció la salida del cuarto de aseo únicamente del probable responsable, quien se alejó del lugar de manera rápida y notoriamente nerviosa, cerrando la puerta tras él. 

Refirió que que a las 23:50 horas, Ochoa Almazán fue visto en el área de perfumería de la tienda, “en donde tomó muestras de perfume, rociándose gran cantidad de las mismas, momento en el que una empleada se le acercó para preguntarle por un compañero, a lo cual no contestó, por lo que la empleada volvió a preguntarle, percatándose que en su respuesta Marco Antonio Ochoa Almazán, se mostraba sumamente nervioso y con prisa para retirarse del establecimiento”. 

Varios trabajadores de la tienda departamental que salieron de laborar después de medianoche, no se percataron que Angélica Trinidad Romero Severiano saliera del cuarto de limpieza, por lo que se tuvo conocimiento de su deceso en la madrugada del 16 de noviembre, al descubrirse el cadáver de la víctima. 

El hecho donde murió por asfixia la joven mujer de 24 años dentro de la tienda departamental, según confirmaron las autoridades, se suscitó el pasado 15 de noviembre en Liverpool. 

De acuerdo a la información publicada el 16 de noviembre, los familiares acudieron directamente a la tienda departamental en donde se les dijo Romero Severiano había muerto por atragantamiento y un paro cardiaco, de acuerdo al dictamen elaborado por el doctor Mariano Espinosa Morales, quien fue contratado por la empresa. 

Omar Robles, primo de Angélica, en entrevista con La izquierda Diario, denunció una serie de irregularidades con las cuales el personal jurídico de Liverpool pretendió detener las investigaciones. 

De acuerdo con su testimonio, su prima Angélica terminó su turno de limpieza cerca de las diez de la noche y después solía dirigirse a su casa, pero la noche de ese sábado nunca llegó. Su cuerpo fue encontrado el domingo 16 de noviembre a las 7 de la mañana en el interior de un baño, por personal de la tienda. El cuerpo de la joven presentaba muestras de golpes, principalmente en la cabeza, “sin embargo los directivos de la tienda, lejos de llamar a las autoridades iniciaron una serie de turbias maniobras para tratar de deslindarse del crimen”. 

Omar Robles narra que “la empresa contrató a un médico particular para que expidiera un certificado de defunción, consignando como causa de muerte un infarto fulminante. 

Además, dio fé de que el lugar de su muerte fue su domicilio particular, no la tienda; después solicitaron a funerales Gris con ubicación en la delegación Tlalpan, que retiraran el cuerpo y lo cremaran”. Además, Omar asegura que “Liverpool no quiere presentar las cámaras de vigilancia porque no termina de pasar la denuncia ni la orden”. Protestas afuera del Liverpool Perisur tras muerte de una empleada.

Pruebas forenses determinaron que la congestión visceral generalizada que presentó, se debió a una asfixia por estrangulamiento. Foto: Cuartoscuro.  

MANIFESTACIONES DE APOYO 

Luego de darse a conocer la noticia, decenas de personas se manifestaron la noche del 17 de diciembre afuera de las instalaciones de Liverpool en el Centro Comercial Perisur para exigir justicia por Angélica. 

Además, usuarios de redes sociales crearon dos hashtags para protestar: #LiverpoolEsParteDeTuMuerte y #LiverpoolFeminicida

A la protesta asistieron integrantes de organizaciones en contra del feminicidio, quienes pidieron que la tienda aclare la muerte de Angélica Trinidad. 

Desde la primera semana de diciembre, usuarios de internet difundieron que la tienda intentó “tapar” el homicidio de la mujer de 24 años. Inclusive se publicó la fotografía de la supuesta acta de defunción. 

Días después, organizaciones feministas exigieron a la tienda departamental Liverpool y a la Procuraduría del Distrito Federal reponder por el asesinato de Angélica Trinidad. En una petición colgada en la plataforma change.org, los firmantes señalaron que: “Liverpool violó las leyes nacionales y locales respecto a las pruebas del delito, incurrió en actos de corrupción al contratar a un médico que falsificó la causa y lugar de la muerte y pretendió cremar el cuerpo de manera inmediata para NO dar parte a las autoridades y ocultar el asesinato a la propia familia de la mujer”. 

Todos estos hechos, refierieron, constituyen graves violaciones al sistema de impartición de justicia y contribuyen al clima de recrudecimiento de la violencia contra las mujeres y el feminicidio en nuestro país, por lo que exigieron a la PGJDF levantar cargos contra la directiva de la empresa Liverpool por la alteración de pruebas; buscar y levantar cargos contra el médico que declaró falsamente la causa de la muerte de Angélica Trinidad Romero; cambiar el carácter de homicidio por “feminicidio” y se persiga bajo el protocolo de género. 

El miércoles 17, la PGJDF informó que los familiares de Trinidad Romero interpusieron una denuncia porque la tienda trasladó el cuerpo a una funeraria, por tanto ya hay una averiguación previa. 

“El 16 de noviembre del presente año, la gerencia del establecimiento mercantil tuvo conocimiento del deceso, por lo que procedió a dar aviso al área jurídica de la empresa, la cual se encargó de contactar a un médico particular y solicitar los servicios de una agencia funeraria para retirar el cuerpo del lugar”, detalló. 

La dependencia capitalina aclaró que “en ampliación al protocolo de necropsia de fecha 17 de noviembre pasado y con base en las fotografías y el estudio histopatológico realizado al cuerpo de la víctima, concluyó que la congestión visceral generalizada que presentó se debió a una asfixia por estrangulamiento”. 

La PGJDF aseguró que continuará la dirigencia del caso para esclarecer la muerte de la joven.

martes, 23 de diciembre de 2014

'THE INTERVIEW': QUE SIEMPRE SÍ

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23 de Diciembre 2014

La empresa anunciará un plan para proyectar la película con funciones especiales y en un número limitado de complejos.


Sony Pictures anunció este martes que exhibirá la película The Interview en un número limitado de cines de Estados Unidos en Navidad, en un desafío al ataque cibernético que sufrió la compañía y del que el gobierno estadounidense culpa a Corea del Norte.

“Nos emociona anunciar que nuestra película estará en algunos cines en Navidad”, dijo Michael Lynton, CEO de los estudios de cine en un comunicado, aunque no especificó el número exacto.

Por separado, dos cines en Atlanta y Austin informaron este martes en Twitter que acordaron proyectar la película, en cuya trama se habla sobre un plan para asesinar el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.

"La libertad ha prevalecido. Sony no se rindió. 'The Interview estará en los cines lista para proyectarse en Navidad", tuiteó Seth Rogen, uno de los protagonistas de la película, poco después de conocerse la decisión de Sony.


Mientras el actor James Franco, quien ocupa el otro rol principal, tuiteó: "Victoria, la gente y el presidente han hablado".

Sony Pictures canceló el estreno de la película después de que sufrió un ataque cibernético, del que el gobierno de Estados Unidos culpa a Corea del Norte. Los dueños de las mayores cadenas de cine de Estados Unidos aún no han informado si la proyectarán.

Tim League, fundador de Alamo Drafthouse Cinema, una cadena que tiene cines en Texas y otros estados escribió en Twitter que “Sony ha autorizado proyecciones”. “Daremos a conocer las funciones en su momento”, explicó.

A la cancelación de la película se han opuesto escritores, dueños de cines independientes y miembros del Congreso estadounidense.

En una petición colocada este lunes en el sitio Change.org por Art House Convergence, una asociación de cines independientes de Estados Unidos, los firmantes dicen que apoyarán a Sony para buscar la proyección de la película en cines.

Entre los firmantes está Josh Levin, operador del cine West End Cinema en Washington, quien escribió en Facebook que apoya la petición porque se niega “a permitir que abusivos intenten dictar lo que se puede y no se puede mostrar”.

Legisladores republicanos también han mostrado su apoyo a que la película se muestre en cines, la semana pasada enviaron una carta a los dueños de complejos pidiéndoles proyectar la cinta. Mientras el legislador demócrata por California, Brad Sherman, dijo a Sony que quiere realizar una proyección de la película en el Capitolio.

“Exhibir The Interview mostraría el apoyo del Congreso de Estados Unidos a la libertad de expresión”, dijo Sherman en una carta enviada a los ejecutivos de Sony.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama también ha hablado sobre la película, en una conferencia de prensa la semana pasada aseguró que la compañía “cometió un error” al cancelarla pese a las amenazas que recibieron y que debieron hablar primero con él.

Sony ha señalado que no tuvo otra opción debido a que los cines decidieron no proyectarla. Junto al ataque cibernético, la empresa recibió amenazas de supuestos ataques terroristas si la cinta se exhibía.

LOS TRANSPARENTES. ONDJAKI. ALMADÍA

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23 de Diciembre 2014


Los protagonistas de esta novela son personas sencillas, comparten afectos y recuerdos, y buscan su sobrevivencia en el día a día del áfrica actual. Algunos viven en un edificio del centro de Luanda: Xilisbaba, Odonato, MaríaConFuerza, Amarillita, Edu. A otros, sus rutinas los conducen a ese lugar para afrontar un instante de violencia o comunión: el Ciego, el VendedorDeConchas, el Ministro, los inspectores EstaVez y LaOtra. La destartalada construcción se vuelve así el centro emocional y narrativo de Los transparentes, que late al ritmo de una escritura poderosa.

Esta novela obtuvo el Premio José Saramago 2013 y es una obra de madurez en la carrera literaria de Ondjaki. La vida se revela y se transforma en cada página, el lenguaje estalla y nos envuelve. La trama crece en intensidad y se multiplica para retratar el intrincado tejido de una ciudad cercada por el progreso, a la que le urge reinventarse. Historias íntimas y colectivas, conflictos familiares y enredos urbanos, la miseria de los barrios del centro y el lujo de los enclaves oficiales. Todo cabe en esta novela y todo termina por encontrar el lugar que le corresponde. Combinado con maestría el realismo, el humor, el lirismo y la ironía, el autor ha compuesto un fresco social conmovedor y fascinante.

Ondjaki 


Nació en Luanda, Angola, en 1977. Estudió sociología en la Universidad de Lisboa. Entre sus obras destacan los poemas de Actu sanguíneu (2000), los cuentos de Momentos de aquí (2001), el libro infantil A bicicleta que tinha bigodes (2011) y las novelas Quantas madrugadas tem a noite (2004) y Buenos días, camaradas (Almadía, 2003). Escribe además dramaturgia y guiones cinematográficos. Ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Sagrada Esperança 2004 en Angola, el Premio António Paulouro 2005 en Portugal y el Grinzabe para África 2008, en la categoría de mejor autor joven. En 2012, el diario británico The Guardian lo mencionó como uno de los cinco escritores africanos más relevantes. Sus libros se han traducido al francés, italiano, alemán, inglés, serbio, polaco y sueco. En umbundú, la lengua nacional angoleña, Ondjaki significa “guerrero”.

REMEDIOS VARO

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23 de Diciembre 2014



Española de nacimiento, refugiada política mexicana durante 21 años, María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga (1908-1963), fue una de las más interesantes exponentes del movimiento surrealista. Esta escuela artística derivó de una serie de ideologías que surgieron después de la Primera Guerra Mundial, en general conocidos como «movimientos de vanguardia»: si el mundo de la razón sólo había sido capaz de producir desolación y muerte, era entonces el momento de voltear al interior.

Desde pequeña mostró una natural inclinación e interés por la pintura, cuando cumplió 15 años, alentada por su padre, ingresó a la Academia de San Fernando en Madrid. Cuando terminó sus estudios contrajo nupcias por primera vez, con uno de sus compañeros de estudios, Gerardo Lizárraga. Juntos decidieron ir vivir París, donde estuvieron durante un año. En 1932, se establecieron en Barcelona y ejercieron el oficio de dibujantes publicitarios. La relación no funcionó y en 1935 se separaron.


Poco después, fue introducida al círculo surrealista de André Breton. Enamorada del movimiento surrealista, decidió integrarse de lleno al grupo Logicofobista, que pretendía representar los estados mentales internos del alma, utilizando formas sugerentes de tales estados. En sus obras, ella trataba de plasmar un mundo irracional y emotivo, una atmósfera íntima, un universo en donde las mujeres son, más que objetos del deseo, madres, magas, alquimistas y generadoras de vida. Lo más impresionante de esta artista es su capacidad para crear mundos mágicos, en los cuales la fantasía se proyecta e identifica; esos escenarios en los que los seres viven y crean desde su propia irrealidad y le dan vida a otras existencias particulares.

Durante la Guerra Civil Española, Remedios Varo quedó del lado republicano, fue activista antifascista y conoció al poeta Benjamín Péret, con quien tuvo una relación amorosa, juntos partieron a París y se quedaron ahí hasta la invasión nazi. En 1941, la pintora y el poeta abandonaron el viejo continente y emigraron a México, donde afortunadamente fueron rápidamente naturalizados y autorizados para desarrollar una actividad laboral, gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas. Durante su estancia en México, la pintora conoció personalmente a otros colegas como Frida Kahlo y Diego Rivera, sin embargo, compartía lazos de amistad con otros intelectuales en el exilio, en particular con la pintora Leonora Carrington.


En 1947, la pareja se separó y Péret, retornó a un París ya liberado. Remedios, por su parte, decidió ir a Venezuela, donde, además de su trabajo de ilustradora entomológica —de insectos—, la pintora hacía carteles publicitarios para Bayer. En el año de 1949 regresó a México, donde continuó con su labor artística y publicitaria. Tres años después conoció al que sería su pareja hasta el fin de sus días, el político austríaco Walter Gruen, mismo que la convenció de abandonar sus labores comerciales para consagrarse completamente a la pintura.

Remedios Varo murió de un ataque al corazón en la Ciudad de México en 1963, el mundo del arte lamentó su súbita pérdida, sin embargo Varo dejó un vasto legado, y en el año 2000, Walter Gruen se encargó de recolectar las obras de su difunta esposa con el fin de donarlas al Museo de Arte Moderno de México. La colección fue declarada monumento artístico mexicano el 26 de diciembre de 2001.

Si quieres saber más sobre Remedios Varo te recomendamos leer el número 16 de la revista Algarabía.

LOS TRABAJOS MÁS DEPRIMENTES

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23 de Diciembre 2014

Un estudio psiquiátrico publicado en Social Psychiatry and Psychiatric Epistemology ha revelado cuáles son los empleos más depresivos.


El periódico estadounidense Social Psychiatry and Psychiatric Epistemology realizó un estudio con más de 200 mil personas que se desempañaban en 55 gremios diferentes y a partir de su grado de satisfacción con su empleo surgió la siguiente lista.

De acuerdo con el estudio el trabajo más depresivo es el de los conductores de transporte público, le siguen los empleados de inmobiliaria, los trabajadores sociales y los trabajos relacionados con industrias manufactureras.



En el extremo más agradable del estudio se sitúan los empleados del sector recreativo, que incluye profesiones relacionadas con el deporte, el bienestar físico o las artes escénicas. Le siguen obreros de construcción de carreteras y los mineros.


LA INTERACCIÓN CON EL CLIENTE EL MAYOR PUNTO DE DEPRESIÓN

Al final del estudio se llegó a la conclusión que la mayor tasa de depresión la tienen los trabajos que incluyen mayor interacción con el cliente. Seguidos de los empleos que requieren una muy baja actividad física.

Por tal motivo el estudio revela que son los mineros y trabajadores de Construcción quienes tienen un puesto muy bajo en las escalas de depresión debido a su actividad física y poca interacción personal.

viernes, 19 de diciembre de 2014

ALBERTO ARAGÓN: LA OSADÍA DE PROVOCAR LOS SUEÑOS

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18 de Diciembre 2014

La dificultad de todo oficio artístico es la disciplina, dicen algunos avezados. Algunos más creen que es el estar convencido de la determinación que implica la (auto) exploración, la reflexión constante hacia los lenguajes que inventa el artista. Otros opinan que es el compromiso con la sociedad y/o con el trabajo creativo lo que fragua con fortuna las obras. Para los más torrenciales debe haber delirio, locura, “desarreglo de todos los sentidos”. Y en el arte hay que aferrarse vehementemente a alguna de estas búsquedas —o a una mezcla cambiante de todas ellas— para resistir la hostilidad de las convenciones sociales, estéticas y del mercado. En Oaxaca, el conflicto social del 2006 removió también al arte local, resquebrajando la connivencia que padecía el medio artístico al atraer a su movimiento una palabra profunda que también es capital en la práctica artística: osadía.

El trabajo de Alberto Aragón (Oaxaca, México, 1980), quien forma parte de una nueva generación de artistas en Oaxaca, tiene mucho de eso. Durante los últimos tres lustros, ajeno al sistema de becas nacionales, el artista ha ido realizando exploraciones estéticas en esculturas, murales, pinturas e instalaciones. El atreverse a realizar proyectos de largo aliento y tratar de construir un lenguaje estético que cuestiona e interroga continuamente su propia práctica artística, nos habla de un creador que obtiene del arte —y dota a sus obras de ello— esa fuerza vital que lo caracteriza. Esta batalla contra la inercia de lo local ha sido posible gracias al contacto del artista con otras tradiciones, maestros y amigos.

En su trabajo, Alberto Aragón reivindica el esfuerzo creativo y humano que transforma materiales, emociones, sedimentos. La apuesta resulta temeraria en un ambiente artístico oaxaqueño sobrevalorado por un mercado que le exige a los artistas que maquilen obras determinadas, las cuales comúnmente esencializan la identidad en representaciones folclóricas ya exangües. En el peor de las casos, la clase empresarial o algunos potentados les demandan que decoren sus casas con imágenes “artísticas” que aludan a una supuesta oaxaqueñidad. Curiosamente, en un primer momento el joven artista realizó algunas pinturas que encarnan ese realismo atroz al que siempre ha escapado la plástica local, al integrar en su obra a personajes populares (véase El Carnicero). Una exploración de la realidad que se opone frontalmente al “realismo mágico” y al costumbrismo regional. Asimismo, como homenaje a algunos autores renacentistas, Aragón fue fraguando obras a las que transformó integrando diversos símbolos contemporáneos. En ellas se filtran la ironía y un fino humor, tan refrescantes para la excesiva formalidad del medio artístico.

El Carnicero, óleo sobre tela, 2003.

En un ambiente carente de una mirada crítica, no es nada fácil tratar de construir otro camino, otra ruta que hilvane un trabajo artístico distinto. El facilismo y las fórmulas etiquetadas por el mercado o por una elite artística que intenta patentar toda propuesta divergente, anulan la diversidad que tanto se celebra como fruto de la resistencia contra la lacerante uniformidad. Desde adolescente, Alberto Aragón participó en colectivos sociales, como fue el caso de Sagrevsol, donde la expresión artística era fruto de la resistencia, de la rabia, de la marginalidad. Este sentido político seguramente caló muy hondo en sus aspiraciones y en su subjetividad. El trabajo independiente y autónomo que se ha propuesto implica momentos de colectividad y de soledad, de la rebeldía del aislamiento que permite valorar nuevamente todo lo que está negado en las constreñidas apariencias de la sociedad. Quizá por ello confiesa que admira al movimiento artístico fundado en París denominado: CoBrA, “su trabajo en colectivo y su conocimiento de la técnica, pero sobre todo su libertad creativa”. La visión gestada hace tiempo en un colectivo de arte callejero se ha volcado, durante estos últimos diez años, a una exploración estética en la que Aragón ha tratado de develar otros horizontes y misterios. Le fascinan los enigmas, los símbolos, los cantos desgarrados que en el ser humano todavía confirman que existe humanidad. “El diablo para Jung es la alegría”, acota el artista y señala: “Me interesa la lectura del psicoanálisis, las obras que esconden algo, lo que está oculto, lo que aparentemente no somos. Lo naïf me da flojera”.

Una etapa significativa de su obra plástica y escultórica, en la que crea la serie de los mono cocoon o mono crisálida, se alimenta de estos tenues cantos de la esperanza. El psicoanálisis desde hace tiempo descubrió que las representaciones plásticas también emanan de los territorios del sueño. Parece que Alberto Aragón se aferra por momentos a estos navíos del subconsciente, a ese discurso del sueño que Walter Benjamin caracterizó como el lenguaje que “no existe en las palabras, sino bajo ellas. El sentido se esconde dentro del lenguaje de los sueños a la manera en que lo hace una figura dentro de un dibujo misterioso. Es incluso posible que el origen de los dibujos misteriosos se encuentre en esa dirección: en calidad de estenograma onírico”. En un primer momento, las obras de esta serie de Aragón suelen parecernos apacibles, armónicas, animadas por estos escenarios oníricos que nos incitan a la contemplación (véase La Procesión). Reflexionando un poco más sobre el sentido de estas pinturas nos percatamos de que son un fruto de la intranquilidad, de las contradicciones o las batallas que libra en su interior el propio artista para conquistar estos recintos de plenitud. Con renovadas alegorías sobre la placidez, el artista profana la imaginería local. Nos conduce a una atmósfera onírica inusitada, invitando a una expedición por paisajes donde nos aguardan personajes espirituales que provienen del pasado, del presente o del futuro, cuestionando desde su equilibrada existencia: ¿quiénes somos?, ¿qué hacemos en este breve viaje?, ¿cuál es el verdadero sentido de “ser” en este mundo?

La Procesión, óleo sobre tela, 2009.

En 2010, Alberto Aragón realizó un viaje extenso para tratar de hallar escenas, paisajes o rostros significativos en América Latina. Como suele sucederle a quien vive o viaja durante largos periodos en Europa, se diluyeron las fangosas particularidades de la nacionalidad mexicana y nació en él la intención de reconocer(se) y esbozar la diversidad fragmentaria de este continente. La idea era generar obras artísticas que resultasen de su travesía por distintos países: Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. La experiencia profunda, resultado del viaje, también fue fructífera: regresó a casa con ciento cincuenta cuadros. Un atardecer en el desierto peruano, El sueño del pescador, Rememoración del carnaval, Flores en el abismo, Migración de las aves, Mensaje del soñante, Pez de gala o Ciudad azul, entre otras obras, forman parte de su afortunado hallazgo para tratar de comprender la profunda diversidad de un continente que no puede ser petrificado en una identidad monolítica y homogénea.

Ya que es imposible atisbar en los múltiples significados que sedimenta cada una de las obras, sólo me detendré en un par de ellas. Hay dos imágenes alegóricas relevantes en esta aventura vivencial y estética: el espantapájaros y Nicanor Parra, el espantapoetas. Los espantapájaros que construye son un referente del terrible abandono de los cultivos y campos. Pero también, aprovechando el vuelo imaginativo que nos provoca, contiene algunas paradojas y contradicciones existentes en toda Latinoamérica. Hay un pájaro que espanta-pájaros, así como un poeta anti-poetas. Para el creador de los artefactos visuales y antipoéticos, el acto creativo no sólo espanta, libera pájaros. En su “Defensa de Violeta Parra”, escribe: “Has recorrido toda la comarca / Desenterrando cántaros de greda / Y liberando pájaros cautivos / Entre las ramas”. En el rostro de este poeta que Aragón lee fervientemente en su camino, anhela esbozar ese imaginario tan huidizo de nuestro continente. No es su fisonomía sino sus creaciones lo que hace emblemático a este personaje que, de algún modo, exhibe esos rasgos que quisiéramos ver más seguido en el arte latinoamericano: la paradoja, la explosividad, la ironía, la corrosión en nuestra cultura. A la vez, Parra nos muestra la inutilidad de tratar de definir los contornos de nuestro continente y su bullente cultura. Si alguien se lo propusiera, seguramente espetaría: “A otro Parra con ese hueso”.

Un tema recurrente al hablar con Alberto Aragón son las potencialidades de los sueños. “A veces recuerdo algunos sueños, a veces los provoco”, me dice sonriente. Y quizá con ello nos sugiere, no sin cierta ironía, dejar al soñador pasivo para reflexionar que los sueños son también invención. Nos invita a una intervención en la obra artística y en la vida, al provocar con osadía e imaginación algunos punzantes sueños.

Espantapájaros, óleo sobre tela, 2013.

jueves, 18 de diciembre de 2014

LA CONJURA DE LOS NECIOS

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18 de Diciembre 2014

Toole, John Kennedy


La Conjura De Los Necios es una disparatada, ácida e inteligentísima novela. Pero no sólo eso, también es tremendamente divertida y amarga a la vez. La carcajada escapa por sí sola ante las situaciones desproporcionadas de esta gran tragicomedia. Ignatius J. Really es, probablemente, uno de los mejores personajes jamás creados y al que muchos no dudan en comparar con el Quijote. Más aún, es el antiprotagonista perfecto para una novela repleta de excelentes personajes, situados en la portuaria ciudad de Nueva Orleans, magistral Ignatius. Él es un incomprendido, una persona de treinta y pocos años que vive en la casa de su madre y que lucha por lograr un mundo mejor desde el interior de su habitación. Pero cruelmente se verá arrastrado a vagar por las calles de Nueva Orleans en busca de trabajo, obligado a adentrarse en la sociedad, con la que mantiene una relación de repulsión mutua, para poder sufragar los gastos causados por su madre en un accidente de coche mientras conducía ebria.

El autor, John K. Toole, consigue una crítica clase media. Logra mantener el interés del lector (incluso mayor en una segunda lectura que en la primera) con un abanico de personajes a cuál más desagradable. No deja títere con cabeza y, a través de la tortuosa y enrevesada personalidad de Ignatius, da un repaso a la época que le tocó vivir en un tono de burla que contrasta con la triste visión de las vidas de los personajes retratados. No encontramos únicamente una loca y angustiosa historia de crítica social, sino que el argumento engancha desde el comienzo. Momento en el que, como dice su protagonista, Fortuna hace girar su rueda hacia abajo y nunca sabemos cual es la desagradable sorpresa que nos depara el destino. A partir de aquí, unas situaciones enganchan con otras, al igual que lo van haciendo los personajes, y se va formando una enorme bola de nieve que terminará estallando al final de la novela.

Tras terminar La Conjura De Los Necios, a sus 32 años, el autor intentó infructuosamente que la publicasen. Ello derivó en una profunda depresión que le condujo al suicidio. Gracias a la tenacidad e insistencia de su madre hoy podemos disfrutar de esta deliciosa obra galardonada con el Premio Pulitzer. También podemos encontrar publicada La Biblia De Neón, novela escrita cuando el autor tenía 16 años.