martes, 23 de diciembre de 2014

REMEDIOS VARO

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23 de Diciembre 2014



Española de nacimiento, refugiada política mexicana durante 21 años, María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga (1908-1963), fue una de las más interesantes exponentes del movimiento surrealista. Esta escuela artística derivó de una serie de ideologías que surgieron después de la Primera Guerra Mundial, en general conocidos como «movimientos de vanguardia»: si el mundo de la razón sólo había sido capaz de producir desolación y muerte, era entonces el momento de voltear al interior.

Desde pequeña mostró una natural inclinación e interés por la pintura, cuando cumplió 15 años, alentada por su padre, ingresó a la Academia de San Fernando en Madrid. Cuando terminó sus estudios contrajo nupcias por primera vez, con uno de sus compañeros de estudios, Gerardo Lizárraga. Juntos decidieron ir vivir París, donde estuvieron durante un año. En 1932, se establecieron en Barcelona y ejercieron el oficio de dibujantes publicitarios. La relación no funcionó y en 1935 se separaron.


Poco después, fue introducida al círculo surrealista de André Breton. Enamorada del movimiento surrealista, decidió integrarse de lleno al grupo Logicofobista, que pretendía representar los estados mentales internos del alma, utilizando formas sugerentes de tales estados. En sus obras, ella trataba de plasmar un mundo irracional y emotivo, una atmósfera íntima, un universo en donde las mujeres son, más que objetos del deseo, madres, magas, alquimistas y generadoras de vida. Lo más impresionante de esta artista es su capacidad para crear mundos mágicos, en los cuales la fantasía se proyecta e identifica; esos escenarios en los que los seres viven y crean desde su propia irrealidad y le dan vida a otras existencias particulares.

Durante la Guerra Civil Española, Remedios Varo quedó del lado republicano, fue activista antifascista y conoció al poeta Benjamín Péret, con quien tuvo una relación amorosa, juntos partieron a París y se quedaron ahí hasta la invasión nazi. En 1941, la pintora y el poeta abandonaron el viejo continente y emigraron a México, donde afortunadamente fueron rápidamente naturalizados y autorizados para desarrollar una actividad laboral, gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas. Durante su estancia en México, la pintora conoció personalmente a otros colegas como Frida Kahlo y Diego Rivera, sin embargo, compartía lazos de amistad con otros intelectuales en el exilio, en particular con la pintora Leonora Carrington.


En 1947, la pareja se separó y Péret, retornó a un París ya liberado. Remedios, por su parte, decidió ir a Venezuela, donde, además de su trabajo de ilustradora entomológica —de insectos—, la pintora hacía carteles publicitarios para Bayer. En el año de 1949 regresó a México, donde continuó con su labor artística y publicitaria. Tres años después conoció al que sería su pareja hasta el fin de sus días, el político austríaco Walter Gruen, mismo que la convenció de abandonar sus labores comerciales para consagrarse completamente a la pintura.

Remedios Varo murió de un ataque al corazón en la Ciudad de México en 1963, el mundo del arte lamentó su súbita pérdida, sin embargo Varo dejó un vasto legado, y en el año 2000, Walter Gruen se encargó de recolectar las obras de su difunta esposa con el fin de donarlas al Museo de Arte Moderno de México. La colección fue declarada monumento artístico mexicano el 26 de diciembre de 2001.

Si quieres saber más sobre Remedios Varo te recomendamos leer el número 16 de la revista Algarabía.

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