“…Tocarlo así una última vez
rozar con mis dedos su frente
el borde de sus cabellos
como limpiándole no sé qué hebra
todavía que lo atase
y retuviera
-Suelta todo, imploré
La Gran Liberación es el camino ahora
concluyó la errancia
inseparable del vacío es la luz
Mi voz se hizo canción de cuna
le abría un espacio de pureza
al niño cuyo cuerpo yacía hombre
entregado a su destino”
LA VIDA DEBIÓ HABER SIDO MÁS GENEROSA CON ESTHER,
SU TALENTO E INTELIGENCIA LO MERECÍAN.
Cuando, literalmente hablando, sientes que una persona ha acariciado tu alma, en ese momento se establece un lazo indestructible más allá de la amistad o el amor, es una sensación de pertenencia y de compromiso indestructible.
Esther fue camino y luz para mí, VIDA.
Paradójicamente ella comenzaba a morir lenta, cegaba poco a poco frente a su imagen en el espejo.
Aquí se le rinde homenaje
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