Las víctimas de estos ataques viciosos son las mujeres, quienes son rociadas por hombres con ácido por un sinfin de razones insignificantes y ridículas. Puede ser que sea porque estaban enojados con las mujeres por asistir a la escuela, por no llevar el velo islámico o para poner fin a la relación. Incluso hay un registro de ataque con ácido, porque la mujer se rió en voz alta. Los ataques dejan a la víctimas permanentemente desfiguradas, a menudo requieren múltiples reconstrucciones faciales y procedimientos de cirugía plástica.
En Occidente existen estrictas leyes para proteger a las mujeres de la violencia doméstica, pero en los países de mayoría musulmana esas leyes son sustancialmente débiles. Muchas mujeres no denuncian los casos de abusos por temor a las represalias de la comunidad e incluso los miembros de la familia.
El fotógrafo Emilio Morenatti quería que la difícil situación de estas víctimas llegará a la luz pública. Después de mucho convencimiento, fue capaz de localizar a varias mujeres que habían sido atacados por hombres.
No sólo para revelar las atrocidades de lo que habían pasado, pero para empoderar a las mujeres a permanecer unidas y obligar al mundo a sentarse y tomar nota. En lugar de esconderse de la sociedad, tuvieron el coraje de dejar que su rostro fuera fotografiado y sus abusos dados a conocer.
En Occidente existen estrictas leyes para proteger a las mujeres de la violencia doméstica, pero en los países de mayoría musulmana esas leyes son sustancialmente débiles. Muchas mujeres no denuncian los casos de abusos por temor a las represalias de la comunidad e incluso los miembros de la familia.
El fotógrafo Emilio Morenatti quería que la difícil situación de estas víctimas llegará a la luz pública. Después de mucho convencimiento, fue capaz de localizar a varias mujeres que habían sido atacados por hombres.
No sólo para revelar las atrocidades de lo que habían pasado, pero para empoderar a las mujeres a permanecer unidas y obligar al mundo a sentarse y tomar nota. En lugar de esconderse de la sociedad, tuvieron el coraje de dejar que su rostro fuera fotografiado y sus abusos dados a conocer.
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