A veces es sólo a través de la fisura por donde podemos atisbar y en ese atisbo descubrimos un paisaje insospechado.
Bendigo a la fisura que permite otra visión.
-r.k.-
Bendito una y mil veces el abrazo
Recaudo de toda calidez
Lugar de alivios
Espacio donde anidan los suspiros
Habitación del latido entre dos
Agua calma y dulce
donde por instantes navegamos
aflojando por completo la orfandad.
-.Regina Kalach Atri, 2014
Parece como si uno escribiera el mismo poema siempre. El poema que nos llega proque ëse es el que quiere ser escrito-el de mareas y viento y mares y azules. El que nunca se acaba de escribir. Cada ser con sus obsesiones.
Azúlame
Azúlame con tus mareas,
vierte tu sal en mí.
Dórame con tu yodo
cántame cada estruendo.
Mece espumas fatigadas,
las caricias que me harán dormir.
Embárcame con tus vientos
velas blancas de versar.
Olor a salitre, nieblas,
soles que habrán de calcinar.
Oríllame a playas dulces
donde pueda merodear
por el mar de islas cercanas
descolgando la orfandad:
un pie fincado en la arena,
el otro listo a zarpar.
Azúlame y vamos lejos
maríname de ultramar
por los índigos seamos cómplices
navégame piel solar.
Llévame a costas verdes
de palmeras y coral
pero hazme un lecho de mareas
para soñar con el mar.
Azúlame siempre
aunque estemos pies en tierra.
Sin los turquesas de ensueños
húmedos sobre la píel,
sin las sales y los soles,
las arenas y los riscos,
sin el estruendo de olas,
sin el viento de las velas;
no habrá tinta, ni palabras,
ni amores que pronunciar.
Regina Kalach Atri -Octubre 2014
Mi cuerpo es, a veces, mi cuerpo de mi cuerpo adolorido.
Otras, mi cuerpo es sólo alas y volamos.
Hay ocasiones en que mi cuerpo terco- estàtico me dice No Te Quiero.
A veces, me invita. Toca a mi puerta y musita en mi oído dulces valses. Danzamos por el cosmos como amantes.
Pero después burlonamente me abandona.
Cuando nos queremos de verdad,nos arrullamos, nos damos el alivio que nos falta.
Ay cuerpo de mi cuerpo quebrantado.
Cuerpo de dolor, de añoranza.
A ratos tan extraño,a ratos el eterno enamorado.
-Regina Kalach Atri- AGOSTO 2014
Amén
-r.k.-
-r.k. -
Una ventana calada que mira al mar. El mar me devuelve olas y la brisa de su mirada. Olas, brisa, ventana y miradas.
Cómplices en bienaventuranza y bendición. -r.k.-
Recaudo de toda calidez
Lugar de alivios
Espacio donde anidan los suspiros
Habitación del latido entre dos
Agua calma y dulce
donde por instantes navegamos
aflojando por completo la orfandad.
-.Regina Kalach Atri, 2014
Parece como si uno escribiera el mismo poema siempre. El poema que nos llega proque ëse es el que quiere ser escrito-el de mareas y viento y mares y azules. El que nunca se acaba de escribir. Cada ser con sus obsesiones.
Azúlame
Azúlame con tus mareas,
vierte tu sal en mí.
Dórame con tu yodo
cántame cada estruendo.
Mece espumas fatigadas,
las caricias que me harán dormir.
Embárcame con tus vientos
velas blancas de versar.
Olor a salitre, nieblas,
soles que habrán de calcinar.
Oríllame a playas dulces
donde pueda merodear
por el mar de islas cercanas
descolgando la orfandad:
un pie fincado en la arena,
el otro listo a zarpar.
Azúlame y vamos lejos
maríname de ultramar
por los índigos seamos cómplices
navégame piel solar.
Llévame a costas verdes
de palmeras y coral
pero hazme un lecho de mareas
para soñar con el mar.
Azúlame siempre
aunque estemos pies en tierra.
Sin los turquesas de ensueños
húmedos sobre la píel,
sin las sales y los soles,
las arenas y los riscos,
sin el estruendo de olas,
sin el viento de las velas;
no habrá tinta, ni palabras,
ni amores que pronunciar.
Regina Kalach Atri -Octubre 2014
Cuerpo
Otras, mi cuerpo es sólo alas y volamos.
Hay ocasiones en que mi cuerpo terco- estàtico me dice No Te Quiero.
A veces, me invita. Toca a mi puerta y musita en mi oído dulces valses. Danzamos por el cosmos como amantes.
Pero después burlonamente me abandona.
Cuando nos queremos de verdad,nos arrullamos, nos damos el alivio que nos falta.
Ay cuerpo de mi cuerpo quebrantado.
Cuerpo de dolor, de añoranza.
A ratos tan extraño,a ratos el eterno enamorado.
-Regina Kalach Atri- AGOSTO 2014
Por el consuelo de un cielo anaranjado.
Sea bendecido.Amén
-r.k.-
Bendice a los coloridos seres que deambulan inocentes por nuestros lares. Agradece conmigo su presencia que es promesa. Cuidemos de ellos siempre.
-r.k.-
Hoy bendice conmigo a los que han sido capaces de tener la otra visión.
-r.k.-
Viejos
Bendigamos a esta ciudad que parece olvidarnos;ciudad de los olvidos: la ignoramos.
Y en una suerte de venganza nos recuerda
que aquí estamos.
Bendigamos sus calles, sus olores,sus contrastes de gris, de humos y colores;
su gente con su ruido, sus parques y sus flores.
La urbe, enorme giganta de mil brazos
mujer que nos acoge y nos expulsa.
Lugar de vida y sueños
de encantos y misterios;
de muerte, de violencia,
cuchillos/ balas/ estertores.
De soplos de piedad, de horror
y todos los amores.
-r.k.-
El acercamiento entre generaciones es una bendición.
Es el juego de crear puentes que merecen ser transitados,la posibilidad de amoroso conocimiento.
Las barreras desaparecen:
Queda en nosotros una sonrisa
Que no habrá de abandonarnos.
-r.k.-
Bendigamos la curiosidad.
No importa cómo ni de dónde venga.
Será el origen del conocimiento.
-r.k.-
Bendigamos a aquèllos que nos han dado la mano y nos acompañan siempre en el camino lluvioso.
- r.k.-
y despiertan nuestra imaginación.
- r.k.-
Como guardianes despeinados
Erguidos y en su puesto.
Bendigo las formas de la naturaleza que me arrancan una sonrisa.
-r.k.-
Benditos los seres del planeta en su gracia y su simpleza.
-r.k.-
Tejidos como olas
brisas.
Estrellas-conchas-flores,
un mar de caracolas.
Arena y oceáno en ondas,
playas ricas en memorias.
Bendigo esas memorias.
-r.k.-
Bendigamos los frutos de la tierra. Sobre todo cuando son de suculencia anaranjada.
-r.k.-
Sentada, respiro
Repito mentalmente el mantra
una y otra vez
respiro
Mis manos sobre las piernas
laten
un flujo llega a mis pies
sobre la tierra afincados
Crecen raíces hacia el fondo
imposible llegar
Sube el latido hasta mi nariz
respiro
Mis pulmones se ensanchan
El corazón se apacigua
ritmo vegetal
Imperturbable
Respiro
Me sé aquí
en mí
Me separo para mirarme
Me separo para poder unirme.
Bendigo.
-r.k.-
Bendigo los momentos
En que me vinculo con cada letra
La suave sensación o el vértigo
Palabras en cascada
Cuando por alguna suerte de prodigio
Surge el poema .
- r.k.-
Por las víctimas del Holocausto: las que murieron, los sobrevivientes, nosotros que recordamos.
Yo no sé
Yo no sé dónde se agrupa el dolor
No sé si es en el costado o en el vientre
No sé si se guarda y se almacena
No sé siquiera si se alivia
Para los que han sentido miedo, humillación,
incertidumbre, hambre, frío
Para los que han llorado y dicho
y aún no se han vaciado:
No sé dónde se agrupa su dolor
No sé siquiera si se alivie
Algún día
-Regina Kalach Atri-
Bendice la puerta hechiza
La que no existe
Ésa, producto de tu imaginación
Bendícela y labra cada detalle
Mírala con reverencia todos lo días:
Cruza el umbral.
Bendice la puerta hechiza
La que no existe
Ésa, producto de tu imaginación
Bendícela y labra cada detalle
Mírala con reverencia todos lo días:
Cruza el umbral.
Benditas las formas
Que crecen extrañas
Y siempre encuentran su camino.
-r.k.-
-r.k.-
Viejos
Seremos
viejos y frágiles.
Nos contarán
mentiras,
largos
silencios cargados
de sonrisas
nerviosas.
Nos
dormiremos en todos los sofás,
todas las
sillas,
buscando
algún diván que nos consuele.
Seremos
cautos, vigilantes.
Oiremos sólo
lo que importa
y será
irrelevante
para todos
los demás.
Los hijos
pelearán por no llevarnos,
discretos
siempre, cariñosos,
ansiosos por
cumplir con su tarea
para después
poder negarla y olvidarnos.
Nos haremos
lentos,
nos tomará
más tiempo
la
existencia.
Y ella, por
su parte,
se irá esfumando, diariamente.
Frente a
espejos,
al subir
banquetas,
mirando el
ocaso,
la vida se
hará pausa.
Y nuestros
pasos, la visión,
las manos,
nuestro oído
arrastrarán
ritmos distintos
que el mundo
habrá de percibir,
sin importarle.
Ellos
llevarán
suéteres raídos y calientes
cuando el
frío,
camisas
grandes con palmeras hawaianas
cuando les
pegue el sol.
Nosotras
usaremos
lápiz labial rojo -espanta muerte-
blusones
color fuschia;
sombrero de
palma y listón verde,
color
perpetuo y tibio
para
arruinarle al tiempo
su cara
constipada.
Seremos
viejos,
irremediablemente.
Ojalá no se
les ocurra
arrojarnos,
sin más ni más, al mar.
Regina Kalach Atri
Hoy bendigo los apenas:
misterio envuelto en niebla.
Los apenas de pálidos plateados,
La mirada entrometida los rescata
-r.k.-
La fotografía es de mi amiga Vanessa Fenton.
Y en una suerte de venganza nos recuerda
que aquí estamos.
Bendigamos sus calles, sus olores,sus contrastes de gris, de humos y colores;
su gente con su ruido, sus parques y sus flores.
La urbe, enorme giganta de mil brazos
mujer que nos acoge y nos expulsa.
Lugar de vida y sueños
de encantos y misterios;
de muerte, de violencia,
cuchillos/ balas/ estertores.
De soplos de piedad, de horror
y todos los amores.
-r.k.-
El acercamiento entre generaciones es una bendición.
Es el juego de crear puentes que merecen ser transitados,la posibilidad de amoroso conocimiento.
Las barreras desaparecen:
Queda en nosotros una sonrisa
Que no habrá de abandonarnos.
-r.k.-
No importa cómo ni de dónde venga.
Será el origen del conocimiento.
-r.k.-
Bendigamos a aquèllos que nos han dado la mano y nos acompañan siempre en el camino lluvioso.
- r.k.-
Bendigamos las formas que se escapan de las hojas de los libros.
Las que impulsan nuestros sueñosy despiertan nuestra imaginación.
- r.k.-
Como guardianes despeinados
Erguidos y en su puesto.
Bendigo las formas de la naturaleza que me arrancan una sonrisa.
-r.k.-
Benditos los seres del planeta en su gracia y su simpleza.
-r.k.-
Tejidos como olas
brisas.
Estrellas-conchas-flores,
un mar de caracolas.
Arena y oceáno en ondas,
playas ricas en memorias.
Bendigo esas memorias.
-r.k.-
Bendigamos los frutos de la tierra. Sobre todo cuando son de suculencia anaranjada.
-r.k.-
Sentada, respiro
Repito mentalmente el mantra
una y otra vez
respiro
Mis manos sobre las piernas
laten
un flujo llega a mis pies
sobre la tierra afincados
Crecen raíces hacia el fondo
imposible llegar
Sube el latido hasta mi nariz
respiro
Mis pulmones se ensanchan
El corazón se apacigua
ritmo vegetal
Imperturbable
Respiro
Me sé aquí
en mí
Me separo para mirarme
Me separo para poder unirme.
Bendigo.
-r.k.-
Bendigo los momentos
En que me vinculo con cada letra
La suave sensación o el vértigo
Palabras en cascada
Cuando por alguna suerte de prodigio
Surge el poema .
- r.k.-
Yo no sé
Yo no sé dónde se agrupa el dolor
No sé si es en el costado o en el vientre
No sé si se guarda y se almacena
No sé siquiera si se alivia
Para los que han sentido miedo, humillación,
incertidumbre, hambre, frío
Para los que han llorado y dicho
y aún no se han vaciado:
No sé dónde se agrupa su dolor
No sé siquiera si se alivie
Algún día
-Regina Kalach Atri-
De
todas las puertas del mundo
hay una que me pertenece
La bendigo siempre
Es mi pasado
Mi futuro
Es mi legado.
Es el lugar conocido
O cargado de misterio
Que me invita a saber quién soy.
-r.k.-
La bendigo siempre
Es mi pasado
Mi futuro
Es mi legado.
Es el lugar conocido
O cargado de misterio
Que me invita a saber quién soy.
-r.k.-
La que no existe
Ésa, producto de tu imaginación
Bendícela y labra cada detalle
Mírala con reverencia todos lo días:
Cruza el umbral.
-r.k.-
La que no existe
Ésa, producto de tu imaginación
Bendícela y labra cada detalle
Mírala con reverencia todos lo días:
Cruza el umbral.
-r.k.-
Que crecen extrañas
Y siempre encuentran su camino.
-r.k.-
De dónde los aromas
Lo que despierta estancias
De dónde la memoria apenas
Elegante perfumero de escencias olvidadas
Lo miro
Me abismo
¿Què hay dentro?
Si lo abro ,
¿Què se me habrá de despertar?
Bendigo al perfumero
Y su promesa
Bendigo las fragancias de ayer con sus rincones
Bendigo al abismo que me invita.
-r.k.-
Corazón pedregoso
Reluciente
partido
Partidario, solemne,
Solidario,
vertido
Y en las peores mareas:
Corazón abolido.
Corazón no te mueves,
no palpitas, no cantas.
Corazón con tus grises,
los rosàceos y ocres.
Te bendigo en tus noches,
En los días arenosos
En tus tardes de espumas
Que te esculpen contornos.
- r.k.-
De relojes
Lo que despierta estancias
De dónde la memoria apenas
Elegante perfumero de escencias olvidadas
Lo miro
Me abismo
¿Què hay dentro?
Si lo abro ,
¿Què se me habrá de despertar?
Bendigo al perfumero
Y su promesa
Bendigo las fragancias de ayer con sus rincones
Bendigo al abismo que me invita.
-r.k.-
04 de Abril 2014
Corazón pedregoso
Reluciente
partido
Partidario, solemne,
Solidario,
vertido
Y en las peores mareas:
Corazón abolido.
Corazón no te mueves,
no palpitas, no cantas.
Corazón con tus grises,
los rosàceos y ocres.
Te bendigo en tus noches,
En los días arenosos
En tus tardes de espumas
Que te esculpen contornos.
- r.k.-
28 de marzo 2014
21 de marzo, celebramos el día internacional
de LA POESÍA.
Vivo en el poema
Habito uno cada día
Verso, leo, converso
Por la noche,
Fiel conversa,
Me envuelvo en ritmos:
Canto.
De relojes
Se agradecen
los relojes antiguos,
la mesa, las
cortinas apenas .
De la
ventana; la posibilidad de los verdes.
El afuera
promete.
Bendice
conmigo el recuerdo
de lugares
de antaño
donde acudimos,
aunque no
siempre hayan sido los nuestros.
- r.k.-
Banca
Sentados
sobre la banca.
¿Qué nos
podríamos decir?
Bendigo la
posibilidad.
Guardo
silencio.
- r.k.-
Corazón
Corazón
pedregoso
Reluciente
Partido
Partidario,
solemne,
Solidario
vertido,
y en las
peores mareas:
Corazón
abolido.
Corazón no
te mueves,
no palpitas,
no cantas.
Corazón con
tus grises, tus grietas,
los rosàceos
y ocres.
Te bendigo
en tus noches,
en tus días
arenosos,
en tus
tardes de espumas
que te esculpen
contornos.
- r.k.-
Algunas
para todas aquéllas que me
precedieron
La que no se
estiercola
no se enmugra,
no se enloda;
aunque amase
la tierra
para hacerla
redonda.
Con los
vientos se esparce,
con la brisa
humedece.
La que labra
los sueños,
y acomoda
poemas
en almohadas
recinto.
La mujer que
se empeña
y acumula
palabras,
en un cofre
las mete
sin ponerle
cerrojo.
La mujer
Gibraltar
roca, paso y
señal;
la mujer mar
terrible.
La que
guarda secretos
o los grita
a los cielos.
Mujer fiera
de lunas,
ojos largos
de ensueño.
La valiente
que a veces
aparece en
mis cuentos.
Mujer años
esbeltos,
con perfume
de nardos,
o la anciana
esteparia
que conoce
tinieblas.
Esas todas
mujeres
que visitan
mi estancia
tan enteras
y libres
suavidades
recogen.
Oigan vastas
señoras
de mis
sueños vencidos:
Traíganme
sus fulgores,
sus espadas,
su nido
y derramen sus
mieles
en mi
párpado herido.
Digan cómo
rodearon
con abrazo
certero,
cómo fueron
las dulces,
las columnas
de hierro;
esas madres,
las niñas,
las abuelas
y novias;
putas locas
a veces
o regazo con
flores.
Son los
diques, las olas,
ventarrones
y arena,
playa larga
e insomne
que recibe
naufragios.
Tibio sol de
mañana
con su beso en espaldas
la caricia
suntuosa
en la frente
de todos.
Regina Kalach Atri
noviembre 2012
Hay algo en las fresas
que me pone a temblar:
El color, la textura,
un rincón del jardín;
La secreta nostalgia
en mi lento paladar.
Yo bendigo ese algo
tan de rojo y sensual
que levanta en mí, fuegos
de alguna complicidad.
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