martes, 25 de febrero de 2014

APOCALYPSE THEN - APOCALYPSE NOW



En el estupendo blog Cinephilia and Beyond encontré esto: una nota de John Milius, el guionista original de la película Apocalipsis ahora de Francis Ford Coppola (1979), alrededor de los sucesos que lo inspiraron, casi una década antes del estreno de la película, a adaptar la novela El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad y convertirla en una mirada (al menos, desde el punto de vista del propio Milius) a la “bestialidad inherente del ser humano”. Después de la nota viene mi traducción de la misma: es una pequeña historia sobre los efectos de la guerra y la violencia.



NOTA DEL AUTOR

Hace varios años, en lo más intenso del traslado de tropas [estadounidenses] a Vietnam, una compañía de paracaidistas de la 101a División Aerotransportada (Screaming Eagles, “Águilas Gritonas”) estaba formada en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, esperando embarcarse a su gran aventura. Algo no estaba bien en el avión y mientras lo arreglaban los soldados se quedaron de pie, rígidos, durante horas bajo el calor del sol. Hacia el final de este periodo dos opositores locales de la guerra decidieron pasar panfletos a los muchachos a ver si animaban a alguno a cambiar de parecer. Caminaron entre las filas de soldados ofreciendo paz, amor y papeles.

Cuando llegaban al extremo de la fila, un joven paracaidista de Texas sonrió. El hippie se detuvo y le devolvió la sonrisa, y en ese momento el texano se quitó el casco de acero y golpeó al joven de pelo largo en la cabeza, causando un ruido sordo y metálico. Su camarada se lo llevó a rastras, gritando ¡brutalidad!, ¡injusticia! Un sargento llegó y gritó:

—¿Quién de ustedes le pegó a ese muchacho, cabrones?

A lo que la compañía entera respondió gritando:

—¡Fui yo, señor!

Esta muestra apabullante de “esprit de corps” no impresionó al hippie lastimado, que dijo:

—Animales, son sólo un montón de animales.

Su amigo los miró con temor y dijo:

—Sólo piensa cómo serán cuando regresen.


FUENTE

MÁS DE NO TE LO CALLES

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