8 de Diciembre 2014
Se trata de una obra juvenil, escrita en 1917 por el autor de «El sueño eterno», que comenzó su carrera literaria tras perder su trabajo en el Crack del 29.
Al autor de una de las principales sagas de la novela negra estadounidense, Raymond Chandler, creador del detective Philip Marlowe, no se le suponía un lado tan jocoso, ni mucho menos musical, como el que ahora ha quedado al descubierto. En laBiblioteca del Congreso de Estados Unidos ha aparecido el libreto que Chandler escribió para una opereta, fechado en 1917 y nunca publicado.
El texto exhumado de la ópera cómica «The Princess and the Pedlar» (La princesa y el vendedor ambulante), además, muestra que el novelista, nacido en Chicago en 1888 y muerto en California en 1959, no comenzó su carrera literaria a los 44 años tras un revés profesional durante la Depresión, sino que siempre tuvo interés por la escritura.
El libreto, junto con la partitura del músico Julian Pascal, fue encontrado en mayo en la Biblioteca del Congreso estadunidense porKim Cooper, quien acaba de publicar una novela que incorpora a Chandler como personaje de ficción. Cooper estaba buscando datos sobre Pascal, cuando se encontró con las 48 páginas de «The Princess and the Pedlar», según explicó a «The Guardian».
Enseguida cobró cuerpo la idea de llevar al escenario la opereta, y Coopper enroló al actor Paul Sand para encargarse de la producción, de cuya dirección musical debía ocuparse el compositor y guitarrista Skip Heller. Pero los herederos de Raymond Chandler no han dado el visto bueno, alegando que se trata de una temprana creación del escritor y que en modo alguno es representativa de su carrera literaria.
«Empapados en crimen»
El tono desenfadado de «The Princess and the Pedlar» lo acerca a lo que serían los estándares de las operetas de Gilbert and Sullivan,algo que Cooper atribuye a la conexión de Chandler con Inglaterra. Tras el abandono de la familia por parte de su padre, Chandler viajó a Londres con su madre, que era de origen irlandés. Desde los 12 años y durante más de una década vivió en la capital inglesa, donde se educó y trabajó como funcionario. En 1913 se instaló en Los Ángeles, ciudad en la que más adelante centraría sus novelas.
A pesar del diferente carácter de la opereta comparada con su creación posterior, en «The Princess and the Pedlar» existen elementos que ya anticipan el interés de Chandler por el crimen, según cuenta Cooper a «The Guardian». El libreto trata sobre un romance entre Porphyria, hija de los reyes de Arcadia, y el guapo Jim, un vendedor ambulante. Una de las estrofas dice: «Los criminales mueren con la más profunda de las muertes / odiados de todo lo bueno y sabio, empapados en crimen hasta el pelo y los ojos».
El libreto muestra que, más allá de sus poemas de juventud, Chandler mantuvo su interés por dar salida a su inquietud literaria, de manera que no todo comenzó después de que en 1931 fuera despedido como alto ejecutivo de Dabney Oil Syndicate, debido a su alcoholismo, absentismo, relaciones amorosas con empleadas y amenazas de suicidio. Su primer relato corto, titulado «Blackmailers Don’t Shoot», apareció en 1933 y marcó ya la ruta de su especialización en criminales y detectives. Publicó su primera novela, «El sueño eterno», en 1939. Hasta su muerte, a los 70 años, escribió en total ocho novelas, las más renombradas de las cuales fueron «Adiós, muñeca» (1940), «La hermana pequeña» (1949) y «El largo adiós» (1953). Varias de ellas fueron llevadas al cine, con Humphrey Bogart como el detective Marlowe. Chandler también escribió otros relatos cortos y guiones cinematográficos, como los de «Perdición» (1944) y «Extraños en un tren» (1951), películas dirigidas por Billy Wilder y Alfred Hitchcock, respectivamente. Frente a ese canon de obras, la opereta ahora encontrada puede suponer una anomalía, pero «seguro que a los entusiastas de Chandler les gustaría verla representada», defiende Kim Cooper.
Es posible que además de «The Princess and the Pedlar» Chandler hubiera escrito otras cosas que algún día puedan aparecer. Su existencia ya era conocida por Sybil Davis, hija de la mujer con la que el autor tenía relaciones en sus últimos años. Chandler entregó a Davis, cuando esta tenía 12 años, el texto sin partitura de la opereta. Hace cinco años ella entregó a la Universidad de California Los Angeles (UCLA) la biblioteca personal de Chandler, y entonces se dio cuenta de que tenía una copia de «The Princess and the Pedlar», de la que se había olvidado por completo. Ahora se ha encontrado el libreto y la composición musical completa.
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