VOCES DE ALBERTO CHIMAL
IMAGINA LA URBE
“Aunque las narraciones del libro parten de lo cotidiano, la idea de que la ciudad es de otra cosa más que los edificios, o la aglomeración, está detrás de todos los textos. Podría ser un complemento de las crónicas realistas de la ciudad, para visualizar la realidad como no es”
Ciencia ficción 2
Homuncular, sicalíptica, estúpidamente, las sirenititas comenzaron a pelear dentro de la retorta: todas querían llegar al cuello del recipiente e hicieron muy feliz a su creador, el doctor Yakitito, quien no sólo vio que podría controlarlas con facilidad (el cuello estaba tapado con un corcho enorme): también advirtió que, liberadas en el agua corriente —o infiltradas en las botellas y los garrafones de agua purificada— sus criaturas llegarían a todas las casas de clase media baja en adelante y espantarían a los niños con sus palabras atroces; a las señoras con su actitud obscena; a los señores y curas con su belleza física perpetuamente inasible, y a los críticos literarios con su belleza perpetuamente inasible y, además, no sólo física, sino artística, miniaturizada, de cosa levemente nueva y a la vez muy antigua, del todo imprevista por la mediocridad y abulia de la época.
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