sábado, 30 de julio de 2011

UN POEMA CADA DÍA, con REGINA KALACH ATRI e INVITADOS. HOY REGRESA EDUARDO LIZALDE.


Eduardo Lizalde



www.lapaginadebetobuzali.com me envía estos poemas de Eduardo Lizalde, de quien yo ya les había enviado algo. La verdad es que este poeta mexicano es original, inteligente, agudo y su ironía es...refrescante.

http://www.edicionescalyarena.com.mx/?P=bio&autid=71

http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Lizalde

Poemas de Eduardo Lizalde

Poema

Este poema

ha de irritar a alguno.

Epitafio

Sólo dos cosas quiero, amigos,

una: morir,

y dos: que nadie me recuerde

sino por todo aquello que olvidé.

Uno se dice:

¿Qué mujer no se vería orgullosa

de provocar estos poemas?

Como no sea aquella

para la que fueron, por desgracia,

escritos.

¿Alquien lo ha dicho?

Sin la belleza

no existiría el infierno.

Ojos Sectarios

Sordos, odiad este libro.

Eso incrementará mis regalías.

Mass Media

El genio aturde.

Resulta siempre más cómoda

una mediocridad graciosa

que la detonadora perfección.

He ahí el origen

de la literatura

y de la música ligeras.

Pronto se inventarán,

para consuelo de los profesores

y los alumnos,

una ciencia ligera

que pueda acompañar la sopa

sin salarla.

Carta urgente al creador del universo

Afortunadamente, Dios.

afortunadamente para ti,

no existes.

Se te hubiera mezclado en este horrendo asunto,

si existieras.

Grande era el riesgo:

Te habrían juzgado en Nüremberg

como criminal de guerra,

con otras inocentes y alemanas

criaturas tuyas

y como el principal entre los delincuentes,

el lobo entre los lobos.

Sólo el Papa Pío XII

(siempre tan piadoso como su apelativo),

confabulado tiernamente con los nazis,

por purísima bondad seguramente,

y dulcemente aliado con las peores causas,

te hubiera defendido.

¡Las que hubieras pasado!

Habrías -estoy íntimamente persuadido-,

abjurado

de la filosofía tomista

y ostentado

tu carnet del partido comunista antes oculto,

y hubieras creado en Auschwitz

una suntuosa cámara de gases,

con otra cruz en medio,

para autoejecutarte

y autocrucificarte solo frente al mundo

con tu estrella infamante de judía

colgada al cuello.

Qué reprise del Góngora, Dios mío.

Qué colofón al Nuevo Testamento.

Sólo es un bello sueño,

pero de buena gana

yo habría puesto el puño y el pulgar hacia abajo

en tu presencia,

porque aun no existiendo

eres el verdadero responsable,

y exactamente por eso

-creo que lo dijo algún ruso-,

porque tú has cometido la vileza espantosa

de no existir,

todo está permitido.

Pueblo

Si el pueblo leyera este poema,

no entendería jamás

que se trata de un poema

Opus Cero

El poema no empieza.

Concluye aquí.

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