lunes, 9 de septiembre de 2013

YVES BONNEFOY, PREMIO FIL DE LITERATURA 2013



De Yves Bonnefoy

Una piedra




Hace dos o tres años,

Yo me sentía plena. No me igualaban

Ni los astros, ni los ríos ni los bosques.

La luna se desconchaba sobre mis ropas grises.

Mis ojeras

Iluminaban los mares bajo sus bóvedas de sombra,

Y mis cabellos eran más amplios que este mundo

De ojos vencidos, de gritos que no me alcanzaban.







Gritan las bestias nocturnas: ese es mi camino,

Puertas negras que se cierran.




*




Une pierre




Deux ans, ou trois,

Je me sentis suffisante. Les astres,

Les fleuves, les forêts ne m’égalaient pas.

La lune s’écaillait sur mes robes grises.

Mes yeux cernés

Illuminaient les mers sous leurs voûtes d’ombre,

Et mes cheveux étaient plus amples que ce monde

Aux yeux vaincus, aux cris qui ne m’atteignaient pas.







Des bêtes de nuit hurlent, c’est mon chemain,

Des portes noires se ferment.




(Yves Bonnefoy, Poèmes, Gallimard, París, 1982. Versión de C. H.).


Estupendo poema de Yves Bonnefoy. Misterioso, oscuro y bello; resuenan ecos de Baudelaire o incluso Rimbaud. He intentado adaptarlo al español, espero que el resultado no entorpezca su lectura. Me parece muy interesante el "blanco" del poema que no solo separa las dos estrofas, sino que también supone un cambio en el tiempo verbal, del imperfecto pasamos al presente. Hay una escisión. Algo ha pasado. Ese "blanco" es un enigma, ahí nace el verdadero poema.


Guadalajara, Jalisco, a 9 de septiembre de 2013

Yves Bonnefoy, Premio FIL de Literatura 2013
   Considerado uno de los poetas más importantes de la segunda mitad
del siglo XX, es el primer autor en lengua francesa en recibir este galardón,
que recogerá el 30 de noviembre próximo en la FIL Guadalajara

Poeta, narrador, ensayista, crítico y traductor francés, Yves Bonnefoy es el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013. El jurado, integrado por siete reconocidos críticos literarios y escritores, se refirió al primer autor en lengua francesa que recibe este reconocimiento como un “testigo de las experiencias humanas del siglo XX, a las que se enfrenta con toda la generosidad y agudeza de su producción crítica y poética, dentro de las que es capaz de hermanar la tradición con el presente”.

            El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013 está dotado de 150 mil dólares estadounidenses y se entregará el 30 de noviembre, en la inauguración de la 27 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El jurado estuvo integrado por Horácio Costa, de Brasil; Hugo Gutiérrez Vega, de México; Mariapia Lamberti, italo-mexicana; Esperanza López Parada, de España; Simona Sora, de Rumania; Benedetta Craveri, de Italia, y Pascal Gabellone, de Francia, quienes definieron la poética de Bonnefoy como “sofisticada en contraste con una dicción sencilla”  y a una obra que “integra la vanguardia a los grandes pilares de la modernidad poética, tales como Baudelaire, Celan o Rimbaud”.

Miembro del Collège de France, Yves Bonnefoy es considerado uno de los poetas franceses más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Hijo de un ferrocarrilero y una enfermera, nació en Tours, Francia, en 1923, y se interesó por la filosofía y las matemáticas desde sus primeros estudios. Heredero de los surrealistas ha publicado colecciones de poesía, libros de cuentos, un extenso diccionario sobre mitología, Dictionnaire des mythologies et des religions (1981), y ensayos fundamentales de las artes como L’improbable (1959), La Seconde simplicité (1967), L’Arrière-Pays (1972), Le Nuage rouge (1977), La Vérité de parole (1988) y Récits en rêve (1987).

Gérard de Nerval y Stéphane Mallarmé se citan también entre sus influencias. Conoció a André Breton en 1946 y se unió brevemente a las últimas tertulias que dirigió el poeta surrealista en París. Traductor de Shakespeare y Yeats, entre sus obras publicadas en español se encuentran Del movimiento y de la inmovilidad de Douve, Relatos en sueños, Principio y fin de la nieve y Las tablas curvas. Esperanza López Parada se refirió al galardonado como un poeta metafísico que “entiende la poesía como la exploración de otras dimensiones. Para Bonnefoy lo que tiene una presencia real es lo improbable, lo onírico, lo ensoñado, y al mismo tiempo esa es una existencia real, para él entrañada, indudable. Es un poeta paradójico que juega con estas contradicciones”.


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