miércoles, 2 de marzo de 2011

SOUMAYA, UN MUSEO "SIEMPRE GRATUITO" ABRE SUS PUERTAS ESTE MES DE MARZO EN EL NUEVO POLANCO, "SLIM CITY"

La nueva sede del Museo Soumaya cautiva a México

Felipe Calderón inaugura el edificio que mostrará la colección de Slim

SALVADOR CAMARENA - México - 03/03/2011

"Tiene el efecto wow". Pepe Castillo, una de las principales voces de la nueva generación de arquitectos mexicanos, no regatea reconocimiento al espectacular edificio de seis plantas que el 28 de marzo abrirá sus puertas al público para exhibir la colección de arte y objetos atesorada durante tres décadas por Carlos Slim, el hombre más rico del mundo. Nace así la segunda versión del Museo Soumaya, pero a diferencia de su discreta sede anterior, ahora nadie quedará indiferente ante las curvas de acero del edificio inaugurado, de manera protocolaria, la noche del martes por el presidente Felipe Calderón.

Lo primero que es novedoso en el Museo Soumaya es su ubicación. Amplía en todos los sentidos la importancia de Polanco, una de las zonas más tradicionales del norponiente del Distrito Federal, dotando de un nuevo centro cultural a un enclave cuyo valor inmobiliario y dinámica comercial se dispararon en los últimos 20 años.

El Soumaya, con sus 17.000 metros cuadrados de construcción, más de 6.000 de ellos de espacios de exhibición, remata una plaza comercial donde la marca de los negocios Slim es pletórica. Y la apuesta por la oferta artística del conjunto terminará siendo establecida cuando se incorporen a ese mismo complejo el teatro Cervantes (en octubre próximo, un espacio de butaquería y escenarios modificables) y otro museo, que albergará la colección Jumex, de arte contemporáneo (a finales de 2012).

Capricho, desafío, ambición, belleza. Los calificativos para definir en una palabra el edificio creado por Fernando Romero, arquitecto y yerno de Slim, apenas comienzan.

Deslumbran los 16.000 hexá-gonos brillantes que recubren la ondulante estructura. La revista Plataforma Arquitectura apuntó: "El museo busca analizar las posibilidades de un contexto específico, la economía e ingeniería del país, y traducirlas en una solución global, un edificio, y hacerlo relevante y significativo. Su objetivo es reflejar esto por medio de la deformación de un romboide extruido y rotado, cuyos extremos se expanden y perforan, produciendo finalmente una compresión torsionada en la parte central y en los bordes alongados".

En pisos temáticos que ascienden en espiral, el Soumaya, que lleva ese nombre en honor de la fallecida esposa del dueño de América Móvil, exhibirá parte de las más de 62.000 piezas coleccionadas por Slim, rematando con un espacio sin columnas donde se expondrá la mayor colección mundial de Rodin. Pero también se podrán apreciar piezas precolombinas; paisajistas como Monet, Sorolla y Zárraga; obras de Van Gogh, Murillo y El Greco; piezas de Botero; retratos de los siglos XVIII y XIX y objetos antiguos que van desde monedas hasta muebles.

Y en ello, en la diversidad de la colección, es en lo que pensó Fernando Romero al diseñar el espacio: "Es un contenedor de arte", dice a EL PAÍS, "por las distintas geometrías puede albergar la diversidad de la colección. Pensé en hacer algo icónico, que a la vez conecta muy bien a la arquitectura con el arte".

El edificio, de 43 metros de altura, posee una estructura asimétrica, lograda con 28 columnas de acero con distinta curvatura, de espesores variables, conectadas con anillos que proporcionan rigidez.

Por su forma, algunos ya le llaman "florero", "licuadora", "boing apachurrado" (esto por una popular bebida que se consume directamente en el envase tetrapack), etcétera. Romero encuentra divertida esta especie de concurso por bautizar la original forma de la estructura del Soumaya.

El coste del edificio, a juicio de Romero, terminará por representar alrededor del 10% de los 800 millones de dólares que se han invertido en Plaza Carso, complejo que incluye además de espacios comerciales y salas de cine, oficinas y viviendas.

Pero si la contudencia expresiva del edificio ha sido saludada por conocedores —"tiene un riesgo formal que no se había hecho en México", opina el arquitecto Jorge Covarrubias, del despacho Parque Humano—, hay dos cosas que preocupan sobre el Soumaya: la coherencia que se logre dar al carácter ecléctico de la colección, y el reto que la apertura de este espacio supone para la zona en donde se ha construido, que desde hace tiempo padece una saturación vial notable incluso en una ciudad que vive los atascos de circulación como una cosa cotidiana.

"Celebro que haya un museo en esa zona, el museo tiene una forma visual muy fuerte, muy atractiva, es muy bello y sugerente, sin embargo, cuando toca el piso parece hacer caso omiso de las aceras, de los peatones, de lo que sucede en su base", dice Pepe Castillo, que califica a la Plaza Carso como una oportunidad perdida para lograr una coherencia con el entorno.

Por otra parte, la coherencia de la obra empezó a ser evaluada el martes, cuando 600 invitados, entre ellos el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez y el periodista estadounidense Larry King, asistieron a la inauguración formal del Soumaya, el legado cultural de Carlos Slim que abrirá sus puertas de manera gratuita los siete días de la semana.




El Museo Soumaya

2 de marzo de 2011




“Siempre gratuito” y con la intención de mostrar a los mexicanos “que no pueden viajar fuera del país” una parte del arte universal, la nueva sede del Museo Soumaya en Plaza Carso fue inaugurada ayer por el presidente Felipe Calderón, junto con el empresario Carlos Slim, el Nobel colombiano Gabriel García Márquez y el periodista estadunidense Larry King.

En presencia de buena parte de la clase política y empresarial del país, Calderón exaltó la aportación que el edificio, cuya construcción tuvo una inversión de más de 800 millones de pesos, significará para la cultura mexicana. “Pienso que con la inauguración de esta nueva sede del Museo Soumaya se reitera, se refrenda, se subraya la vocación cultural de nuestro país.”.

El mandatario, a quien acompañó su esposa Margarita Zavala, agregó que el espacio que albergará la colección de más de 66 mil obras propiedad de Carlos Slim, “contribuye a colocar a México en la vanguardia del mundo cultural. Es una gran noticia para los mexicanos, estoy seguro que este magnífico edificio, de una arquitectura muy audaz, que hoy abre sus puertas, va ser un espacio de encuentro con el arte, con la cultura, con el genio universal del ser humano”.

Todos, como lo señaló el presidente, llegaron a la cita. Horas antes del inicio de la ceremonia de inauguración, comenzó el desfile de personajes sobre la alfombra roja. Los primeros en llegar fueron el Nobel mexicano Mario Molina y el senador Manlio Fabio Beltrones.

Pero en el vestíbulo del edificio cubierto con 17 mil paneles de acero, también escucharon los discursos de apertura Alfredo Harp Helú, Miguel Alemán, Carlos Peralta, María Teresa Arango, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio; el de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero.

Llegaron también Claudio X. González, Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa; el rector de la UNAM, José Narro Robles, y artistas e intelectuales como Teodoro González de León, Rafael Tovar y de Teresa y Jorge Volpi.

Mientras los invitados seguían llegando, el empresario señaló frente a su concurrencia: “este museo será siempre gratuito, podrán entrar las personas sin pagar nada. Asimismo estamos buscando que tenga horarios más amplios y flexibles. Buena parte de la obra es europea. Básicamente la idea de coleccionarla fue tener disponible en México una colección para que muchos mexicanos que no pueden viajar fuera del país tengan acceso a este arte, a disfrutarlo y conocerlo”, enfatizó.

Slim, al igual que Calderón, recordó que el Museo Soumaya nació 16 años atrás por iniciativa de su esposa ya fallecida. “Sus espacios, sus salas de exhibición son realmente muy importantes y nos da mucho gusto que un museo así pueda llevar el nombre de mi esposa”.

Antes, el periodista Larry King dijo: “En mi opinión este es uno de los grandes museos de arte en occidente y se convertirá en uno de los más grandes museos en el mundo. México debe duplicar el número de turistas el próximo año y si enseñan este museo alrededor del mundo triplicarán el número de visitantes extranjeros”.

Atesoran colección universal

La colección de arte de Carlos Slim es tan grande como su fortuna. El empresario mexicano posee la segunda colección más importante en el mundo del escultor francés August Rodin y es dueño de la obra completa del poeta libanés Gibran Jalil Gibran, además de que posee una colección de monedas de oro y plata que supera en número al acervo del propio Banco de México.

Su enorme colección, alrededor de 66 mil obras, podría llenar varios museos y mostrar un panorama del arte mundial, pues incluye también piezas de los maestros europeos, del impresionismo y las vanguardias. En ella conviven obras de Doménikos Theotokópoulos El Greco, Murillo, Rubens, Cranach, Brueghel, Tiziano, Tintoretto, así como de Van Gogh, Tolouse-Lautrec, Rouault, Matisse, Picasso, Miró y Dalí, entre otros.

La predilección por el arte de Slim no excluye al arte mexicano del que posee desde obras arqueológicas, mesoamericanas a virreinales, del México independiente, el arte moderno y de la llamada “ruptura”. Lienzos religiosos de José de Páez, Miguel Cabrera, Juan Correa o los retratos de José Agustín Arrieta, Hermenegildo Bustos y José María Estrada, conviven con obras de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo, así como de Juan Soriano, José Luis Cuevas y Francisco Toledo.

La dimensión actual de la colección que tendrá su sede en el nuevo edificio de Polanco comenzó a tomar forma de la mano de la pareja Carlos Slim-Soumaya Domit (esposa del empresario, ya fallecida). En pareja, ambos comenzaron a adquirir las miles de piezas de la colección que hoy es considerada uno de los conjuntos privados más grandes del país y del mundo, llegando a ser incluida en la lista de los 200 coleccionistas más importantes del planeta, de acuerdo con ARTnews.

El mismo empresario dijo, durante una conferencia de prensa en enero de este año, que “un porcentaje sumamente alto ha sido comprado en las subastas de Christie’s y Sotheby’s”, principalmente las obras de arte mundial. Otra parte, ha sido adquirida como colecciones completas, este es el caso de las monedas de oro y plata que pertenecieron a Eliseo Lagos o de la colección de cucharas que pertenecían “a un coleccionista que le decían El Señor de las Cucharas. Se le compró a él y se le quería dejar integra”, como señaló Slim.

El acervo cuenta además con la colección de arte colonial mexicano de Gonzalo Obregón y la que perteneció a la imprenta Galas para hacer calendarios y cromos. También cuenta con una colección de paisajes de artistas europeos como Rugendas, Löhr, Egerton, Chapman. La colección Antiguos Maestros Europeos, cuenta con trabajos de las escuelas italiana, francesa, germana y española que van de los siglos XV al XVIII. El acervo de arte novohispano y sudamericano incluye pinturas, esculturas, marfiles, estofados y objetos del ajuar doméstico virreinal.


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