lunes, 7 de noviembre de 2011

HOY, 7 de noviembre, TRANSMITE CANAL 22 LA CONVERSACIÓN SOSTENIDA EN JERUSALEM ENTRE PEPE GORDON Y DAVID GROSSMAN:





"Grossman, el memorioso"

(Abajo, un fragmento)

Se transmite el lunes 7 de nov. a las 21:00 horas por Canal 22

José Gordon

Ciudad de México (7 noviembre 2011).-

"¿Quién quiere tocar la realidad con alta resolución cuando es tan dolorosa? Ante los golpes nos cerramos, el problema es que ya no podemos tocar al otro, nos convertimos en una armadura sin caballero adentro. Creo por eso que nuestra guerra no es sólo contra un "enemigo" sino contra esa decadencia, contra esa limitación". Habla David Grossman, uno de los novelistas israelíes más notables, apreciado profundamente por críticos como George Steiner y Harold Bloom. Sus palabras, firmes y a la vez serenas, resuenan con lo que vivimos en México.

La búsqueda de Grossman es narrar lo que está más allá de las palabras superficiales, los clichés y los prejuicios en que nos encerramos. Este es un breve fragmento de la plática que sostuvimos recientemente en Jerusalén. La conversación registrada en las cámaras por Froylán López Lavín será transmitida hoy por Canal 22.

Su última novela, La vida entera (en hebreo, La mujer que escapaba de las noticias), crea un efecto muy interesante. Tanto los lectores de izquierda como los de derecha dicen: "Este es nuestro libro".

¿Qué fenómeno está tocando?

En este libro, Ora, el personaje principal, es una mujer abierta y vulnerable, no muy politizada, que se permite sentir cosas que son muy de derecha y posturas que son muy de izquierda --mucho más que yo, por cierto--. Al no tener un escudo, se balancea libremente entre los diferentes instintos y sentimientos que tiene. Se permite estar totalmente asustada y recelosa de los árabes --cuando tiene buenas razones para esta experiencia-- y se permite ser compasiva y empática con ellos cuando tiene razones para esto.

Parte de la cuota que todos pagamos por estar encerrados en esta situación es que nos volvemos herméticos. Cada uno de nosotros está atrapado en sus opiniones. En Israel es más fácil cambiar de sexo que de postura política. Hay personas que no tienen ninguna flexibilidad. La gente de izquierda rara vez se permitirá admitir que tal vez tenemos buenas razones para temer a los árabes. La gente de la derecha nunca se permitirá sentir compasión por el sufrimiento esencial de los palestinos. Cada lado está atrapado en sus opiniones y este libro --y el personaje de Ora-- permiten de pronto explorar lo que no nos permitimos leer en la vida real. Recuerdo que un día conocí por casualidad a dos personas icónicas de la derecha y de la izquierda en Israel. Las dos me dijeron: "Este es mi libro. Soy yo". Tuve un pensamiento inevitable: ¡Si tan solo pudiera encontrar el modo de que coincidieran en la vida real!.

El libro hace que varios tipos de lectores rompan ciertos tabúes. Quisiera saber cómo lee un palestino su novela, ¿cómo se ve en el espejo de la intimidad de su libro?

Este libro tuvo algunas reseñas en periódicos árabes. En Al Hayat, el principal periódico árabe que se publica en Londres, el crítico dijo: "Es un libro sobre el amor, el amor de una mujer y dos hombres, trata del amor de un hermano por su hermano. Es un libro sobre el amor de un joven soldado israelí por su país". Esto me conmovió pues creo que es la primera vez, que yo sepa, que un crítico o intelectual árabe se permite legitimar el amor que nosotros sentimos por este país. Creo que hay un matiz importante en esta actitud: el de entender que también amamos a este país, el de permitirnos este amor. Ambos lados, aunque lógicamente saben que el otro lado está muy conectado y arraigado a este lugar, no son suficientemente generosos para permitir que uno y otro amen la misma tierra. Es como si dos hombres amaran a la misma mujer o viceversa.

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