"LAS LADIES DE POLANCO"
¿PRUDENCIA, COBARDÍA...
O FUE OTRA COSA?
Sí, parecen pinches asalariados de mierda
La historia en breve Ciro Gómez Leyva
2011-08-25 •
Algo bueno puede quedar tras la difusión del video de las dos arpías que insultan y golpean a un acobardado policía del Distrito Federal ante la mirada de varios compañeros de esa corporación, presumiblemente una de las mejores del país.
Además del estigma del 68, la policía del DF carga el del Negro Durazo. El pánico a ser emparejados con los granaderos del general Cueto da carta blanca a los “grupos sociales” para tomar como rehenes a los capitalinos. Saben que, gracias al trauma de Tlatelolco, nadie los va a tocar si se apoderan de calles o avenidas, dañan edificios del patrimonio, apedrean automovilistas.
Y el pavor a ser comparados con la corrupta policía de Durazo (acompañado por una normatividad elaborada desde una corrección política que raya en lo absurdo) ha menguado, casi al punto de extinción, el simbolismo de autoridad que toda buena corporación debe tener.
Al policía se le insulta, manotea, escupe, humilla. “Pinches asalariados de mierda”, les gritaban esas horribles mujeres aviesas, inmortalizadas en YouTube como “Ladies de Polanco”. Y, en efecto, el video los muestra como unos pobres muertos de hambre a quienes se puede, casi se debe, maltratar. Mucho han trabajado Joel Ortega y Manuel Mondragón (y antes Alejandro Gertz, Leonel Godoy, Marcelo Ebrard) para mejorar la calidad de la policía del DF. Es hora, pues, de que un agrupamiento que se presume saneado, profesionalizado y eficaz parezca, siempre, un cuerpo sano, profesional y eficaz.
Nadie pide brutalidad, injusticia, prepotencia. Pero que el caso de las Ladies de Polanco sirva, al menos, de psicoanálisis para ayudar a desvanecer el síndrome del Negro Durazo.
Es hora de que una buena policía parezca una que sabe someter a unas arpías.
¡Pinche asalariado de mierda!
Política cero Jairo Calixto Albarrán
2011-08-25 •
Hace casi diez años, cuando apareció esa tal Azalea, La Negra, mentando madres y pendejeando a todo el mundo en la primera versión del Big Brother, supe que esa chica tenía carácter. Y fue por esa razón que la postulé para la Secretaría de Gobernación en lugar de Santiago Creel, cuyo paso por Bucareli fue tan deprimente como el de Blake Mora y Gomezpunk.
Jamás imaginé que su naturaleza feliz y encantadora la llevara a resucitar su carrera cuando, junto con unas compañeritas, le gritó a un policía “¡Pinche asalariado de mierda!”
Este escandaloso epíteto les ha hecho ganarse el mote de Ladies de Polanco. Ya me imagino, si en vez de resistir estoico la verba florida de tan gentiles damitas, al policeman le hubiera dado por someterlas al rigor de la ley, se arma un show de tintes bíblicos. Caerían en cascada los señalamientos tipo ¡Policía represora! ¡Estado fascista en el DF! ¡Uniformados misóginos!
Qué bueno, para la tranquilidad del elemento —al que de por sí están linchando por no ponerse como judicial del Edomex al servicio del procurator Castillo en un operativo en casa de un poeta— que tuvo prudencia.
Lo que me llama la atención es que estas criaturitas del señor recurrieran al concepto “pinches asalariados de mierda” para insultar. Sobre todo cuando en este país ser un asalariado es un milagroso privilegio. Eso sí, ya con los 6 mil pesos a los que se refiere San Mr. Bean Cordero, te das vida de Moreira.
Ya que se ha citado a estos dos próceres, no sé qué me da más ternura: que el secre de Hacienda anuncie su candidatura diciendo que desde niño deseaba ser Presidente igual que Jelipillo, o que Peñanieto afirme sin rubor que la campaña del PAN contra el presi del PRI lo que busca es separarlos. ¡Ay, mamá, los de la luz!
Como sea, estas single ladies single ladies de Polanco pueden aplicar el método Ángel Verdugo, el Herodes de los ciclistas, para no pagar la multa millonaria. Si este analista financiero que llamó a atropellar ciclistas por considerarlos una plaga (dicen que participó en el 68, pero por su humanismo se diría que fue del Batallón Olimpia) la libró diciendo que sólo los de fina inteligencia entienden sus sarcasmos, ellas pueden alegar que el numerazo fue un chiste de Ninel Conde.
Para mí que todo esto fue una cortina de humo para no escuchar con aburrimiento la enérgica condena del gobierno federal por el ataque a una escuela en Ciudad Juárez.
Se nos olvida que todos somos pinchis asalariados de mierda, hasta que la nómina diga lo contrario...
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