Numeralia acerca del salario mínimo
Por ADINA CHELMINSKY
Actualmente sólo 4% de los cotizantes ante el Instituto Mexicano del Seguro Social ganan hasta un salario mínimo. En promedio reciben 4.12 veces éste.
A lo largo de la historia se ha comprobado la estrechísima relación entre los dineros y el poder.Karl Marx solía decir que la economía determina la política. Y, sobre todo, el papel que juega la economía cuando una persona quiere llegar al poder (“Es la economía, estúpido”, fue el lema de campaña de Bill Clinton).
Hoy los tiempos políticos van a estar plagados de comentarios y opiniones económicas. Siempre encontrados. Viendo las mismas cifras los “del sistema” cuentan historias de crecimiento y avance, mientras que los opositores leen la tragedia del estancamiento y retroceso.
En la universidad tenía yo un estupendo maestro que en la primera clase nos explicó: Los números son como los prisioneros… Si los torturas un poco te dicen exactamente lo que tú quieres oír.
Las recientes opiniones del secretario Cordero sobre el salario mínimo son un perfecto ejemplo de esto. La lectura parcial de un indicador económico. Como la próxima semana se va a dar una lectura contraria de algún otro, por alguno de los partidos opositores.
A modo de que cada quien pueda formar su propia visión (y porque soy fan de los datos), he aquí un pequeño compendio sobre la evolución del salario mínimo.
A lo largo de las elecciones espero poder hacer lo mismo con otras cifras que salgan a relucir en los análisis y promesas de los candidatos.
-Como trivia: Aun cuando el artículo 123 de la Constitución determinó la existencia del salario mínimo, el primero que se estableció a nivel nacional fue en 1934, durante la presidencia del general Abelardo Rodríguez. Su monto fue de 1.50 “viejos” pesos.
-¿Cuál es el sm vigente? Hay tres diferentes cuotas, según la zona del país. Desde el primero de enero de 2011 estos son 59.82 pesos, 58.13 pesos y 56.70 pesos diarios para las zonas geográficas A, B y C, respectivamente.
-¿Quién lo gana? Actualmente sólo 4% de los cotizantes en el IMSS ganan hasta un salario mínimo. En promedio reciben 4.12 veces éste. En el año 2000 16% de los cotizantes ganaba hasta un salario y el promedio 3.42 veces.
-¿Qué es importante medir? Es muy importante tomar en cuenta no el salario mínimo publicado, sino el real, o sea, cómo varía el poder de compra de este salario (cifra que se obtiene de la diferencia entre el salario mínimo y el aumento de precios, medido por la inflación).
-¿Cómo le fue al salario mínimo en sexenios pasados? Desde José López Portillo hastaVicente Fox todos los incrementos salariales sexenales reales fueron negativos. Por ejemplo, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el salario mínimo aumentó 90.88%, pero la inflación, en esos seis años, fue de 139.11%, lo cual implicó una reducción real del salario de 25.26 por ciento. En el sexenio de Vicente Fox el aumento al salario mínimo fue de 28.42%, con una inflación de 29.78%, una reducción real de 1.01 por ciento.
-…Y la pregunta de los millones de votos: ¿Alcanza para más el salario mínimo?Depende de la base que se tome.
-Si lo comparamos con 1970, cuando era de 32 viejos pesos, el salario mínimo ha perdido más de dos terceras partes de su poder adquisitivo (69.63%). O sea, el mismo salario alcanza para comprar menos de un tercio. Para ser equivalente, el salario mínimo actual debería de ser de 189.20 pesos diarios.
-En base a 1994, cuando era de 13.98, el salario mínimo ha perdido 27% de su valor. Un poco más de una cuarta parte.
-Pero si comparamos el valor real del salario mínimo con el inicio del sexenio de Calderón, hay una ganancia real de 1.7%... Teóricamente y en cuestión de simples números, “alcanza más”, pero prácticamente una victoria pírrica si lo que se quiere medir es el bienestar real y de largo plazo de un país.
-Comparado con el resto del mundo: En Estados Unidos el salario mínimo real del 94 a la fecha creció en 17% y, a partir de 2007, ocho por ciento. Mientras que en Brasil, del 95 a la fecha en 191% y desde 2007, 12% (en términos reales).
-Y, por último… Se calcula que para tener una vida digna se necesitan ganar a partir de cuatro salarios mínimos…Más de 60% de la población mexicana cae por debajo de esa cifra.
Fuentes: Banxico, Consasmi, INEGI.
*Especialista en finanzas personales
adina@doktordinero.com/
www.doktordinero.com
En Twitter: @caymill
En Corea
Por Juan Villoro
Construido en 1395, el Palacio Real de Seúl ha sido afectado por el tiempo y su sombra activa, la historia. Los japoneses lo incendiaron en el siglo XVI y fue restaurado en 1865. Un documento de ese año informa que al fondo del estanque se depositaron dos dragones de bronce.
La historia de los animales sumergidos se convirtió en una leyenda. ¿En verdad había piezas tan valiosas bajo el agua? Sin embargo, no hay que desconfiar de los informes coreanos.
La corte tenía escribanos que vigilaban al rey. No firmaban sus reportes para garantizar la objetividad. Lo que hoy en día es WikiLeaks entonces era el claro espejo del poder. Aquella noticia debía ser cierta.
Sobre todo, no hay que desconfiar de la capacidad de recuperación de Corea. En noviembre de 1997 el estanque fue restaurado: ahí estaban los dragones.
Invadida por China, Mongolia y Japón, Corea del Sur ha mostrado excepcional voluntad de resistencia. Apenas en 1953 concluyó su guerra con Corea del Norte. Se calcula que Corea del Norte perdió unos 2 millones 700 mil habitantes y Corea del Sur 2 millones.
En menos de 60 años Seúl se ha convertido en la extraña ciudad que contemplé por primera vez hace unos días, desde un décimo piso, con la mirada enrarecida por 14 horas de diferencia: vi un bosque de rascacielos sumidos en la niebla, insólitos talismanes de una edad futura.
El dinamismo de Corea se comprueba fácilmente: la expresión más escuchada es "pali-pali" ("rápido-rápido"), un almuerzo copioso (no hay de otros) dura de 20 a 30 minutos y los Diablos Rojos de la selección nacional atacan sin menor interés de retener el balón.
Buena parte de la energía coreana viene de las penurias de la guerra: precariedad trascendida en supervivencia.
Cincuenta millones de coreanos tienen prisa por pasarla bien. Las reglas del juego son claras: honestidad, respeto, competitividad. El taekwondo como principio social. Constituir legalmente una empresa tarda un máximo de tres semanas y la burocracia, principal freno de la experiencia humana, es combatida de modos inventivos. En 2004 la compañía LG ofreció un trueque a su división de investigaciones: eliminar los reportes de trabajo y la elaboración de presupuestos a cambio de producir un invento al año. De ahí salió el teléfono celular Etiqueta Negra, que vendió 21 millones de ejemplares.
Pero Corea del Sur no es solo la tierra de Samsung, Hyundai y LG, sino de un sinfín de negocios individuales. Un detalle revelador: las cadenas no dominan las farmacias.
Uno de los secretos del espíritu coreano es el yong, la peculiar capacidad de hacer vida en común. Si dos personas comen juntas, meten la cuchara en la misma sopa. Hay que compartirlo todo, incluyendo los pleitos, sin romper el yong. En la Universidad de Seúl conocí al padre Ramiro, sacerdote mexicano que lleva 13 años en el país y oficia la liturgia en coreano. Me habló de la importancia de las diversas denominaciones cristianas en establecer vínculos comunitarios: "Aquí todo se hace dentro del grupo; son muy solidarios; al mismo tiempo tienen un ánimo muy competitivo, no entre ellos, sino como representantes de un equipo".
Barack Obama ha dicho que desearía imitar el sistema educativo coreano ("no saben lo que les espera", me dijo con ironía un profesor de la Universidad). El altísimo nivel educativo produce tensiones. "En un semestre tuvimos tres suicidios", comenta el padre Ramiro, que trabaja con jóvenes estudiantes. La presión para rendir es un preocupante efecto secundario de una sociedad exitosa.
La ultramodernidad del país se mide en el aeropuerto de Incheon, el de mejor funcionamiento en los últimos cinco años. Al mismo tiempo, prosperan el chamanismo y el budismo. Por las noches, las numerosas iglesias protestantes encienden sus cruces rojas. Desde los bailes de máscaras del pan noreum hasta el videoarte de Nam June Paik, pasando por la novela El huésped, de Hwang Sok Yong, lo culto y lo popular mantienen una estimulante tensión. En la librería Kyobo hay una oferta tan vasta que los libros no se reparten por secciones sino por barrios.
El hedonismo coreano se prueba a la hora de comer. Hay tal oferta gastronómica que en caso de duda existe un 50% de probabilidades de que un local sea un restaurante. Para quien aprecie los desafíos del ajo y las aventuras del picante es una de las mejores cocinas del mundo.
En 1988, poco antes de los Juegos Olímpicos, Simon Winchester recorrió a pie un territorio del que se sabía menos que ahora. El título de su libro es elocuente: Corea, una caminata a través del país de los milagros.
Hoy en día, la agenda de la Aldea Global pasa por Corea del Sur: Ban Ki-Moon es secretario general de las Naciones Unidas. El viajero mexicano no puede dejar de asombrarse con lo que una nación del tamaño de Oaxaca ha logrado en situaciones tan adversas. Pero no nos amarguemos con comparaciones. México tiene lo suyo, aunque se vaya la luz.
Los modelos no sirven para pensar en lo que somos sino en lo que podemos ser. Corea del Sur es un ejemplo de resurrección, como el dragón que custodia su palacio.
Anteojeras ideológicas
Por José Gordon pepegordon@gmail.com
Vemos lo que queremos ver. Escuchamos lo que estamos predispuestos a escuchar. Esta es la razón por la que nos asomamos a ciertos periódicos, a columnistas, a programas de televisión, a películas y libros. Lo que buscamos, por lo general, es confirmar nuestras ideas sobre la vida y la muerte, sobre el optimismo y el pesimismo, sobre los partidos políticos, sobre la religión, sobre la forma en que se debe resolver la violencia y qué es lo que hace falta en nuestro país. De antemano solemos tener la respuesta filtrada por nuestras anteojeras ideológicas.
Este fue el tema de mi columna pasada. Antonio Rojo de la Vega me envió un correo electrónico con una interesante referencia al cableado cerebral responsable de esta ceguera selectiva. Se trata de un estudio reseñado por Michel Shermer en la revista Scientific American de junio de 2006. El título: El cerebro político. Por algo se dice que nunca debemos discutir sobre política, religión y futbol. Con el disfraz de la racionalidad ocultamos posturas que en realidad no están abiertas al diálogo. Shermer plantea algo que todos hemos visto -sino es que protagonizado- en torno a la defensa de nuestros partidos: "Tengo amigos cercanos en ambos campos. He observado lo siguiente: no importa el tema en discusión, las dos partes están igualmente convencidas de que la evidencia abrumadora apoya su posición".
En ciencias cognitivas a esto se le denomina "sesgo de confirmación" (confirmation bias). Por medio de este mecanismo nos las arreglamos para buscar evidencias que confirmen nuestras creencias o que descarten las que nos hacen "ruido". Lo novedoso del estudio es que involucró una investigación realizada con resonancia magnética para ver lo que sucede en el cerebro cuando se da este sesgo.
El experimento fue realizado por el psicólogo Drew Westen en la Universidad Emory. Durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2004 se hicieron estudios con un grupo cuya mitad se consideraba como republicanos "duros" y la otra mitad como demócratas "duros". Se les pidió valorar una serie de afirmaciones de George W. Bush y de John Kerry en donde los candidatos claramente se contradecían a sí mismos. Sin embargo, la pasión se impuso: los sujetos republicanos se fueron a la yugular sobre lo que decía Kerry y los demócratas hicieron lo mismo con Bush. Nadie se fijó en las incongruencias de sus propios candidatos.
Mientras ocurría esta valoración, se realizaba un escaneo cerebral mediante resonancia magnética. El investigador Westen señala que no observaron incremento alguno de activación de las partes del cerebro normalmente involucradas en el razonamiento. En lugar de ello, vieron cómo se encendían los circuitos involucrados en regular la emoción. Antonio Rojo de la Vega resume así lo que pasó: "Estos estudios muestran que cuando el político que apoyamos es incongruente, nuestro cerebro lo justifica, pero sin utilizar las partes asociadas con el pensamiento racional, lo hace emocionalmente". Dicho de otra forma: vemos lo que queremos ver.
En el libro El cerebro político, Westen plantea que la idea que nuestra mente calcula y valora con frialdad las evidencias no tiene nada que ver con la forma en que funciona el cerebro.
La neurociencia nos dice que votamos con el corazón no con la mente. Antonio Rojo señala que esto "nos exhibe a todos como mucho más emotivos que racionales, justo lo contrario de lo que presumimos".
¿Cómo escapar de las anteojeras ideológicas y emocionales? Shermer plantea que en ciencia este problema se intenta resolver mediante controles de los experimentos para tratar de evitar los sesgos de los investigadores. ¿Qué podemos hacer en la vida cotidiana y en la vida política? ¿Cómo podemos cultivar la independencia de campos? Me parece que la cultura de la emoción fina del silencio será fundamental para apreciar la verdad que se encuentra más allá de nuestra piel.
Juan Villoro
Por AntonomasiaLa tía Antonomasia vino de visita. Mi hermana Carmen le puso así una vez que dijo "todo tiene su antonomasia".
La tía pertenece a un curioso tipo humano: la solterona involuntaria que acabó disfrutando su condena. Desde muy joven, fue designada por su madre para guardarle compañía: "Eres la más fea y la que zurce mejor". Su destino auguraba tristeza con calcetines rotos. Lo único tranquilizador es que eso era común en su pueblo (para no ofender, lo llamaré Milantepec).
Durante un tiempo desarrolló fobia a los espejos y los objetos reflejantes (sus cubiertos eran opacos). No quería atestiguar su fealdad. Y aquí viene lo interesante: Antonomasia tiene lo suyo. No responde a los imperativos obvios de la tiranía de la belleza, pero se ha vuelto atractiva. Parece una antropóloga que convivió con tribus demasiado extrañas para que las comprendamos nosotros. Aunque en Milantepec su aspecto es desaliñado, la época prestigió sus prendas raras. Sus tics y su intensidad revelan un desarreglo emocional que puede ser inteligente. Por último, un hábil dermatólogo podría extirparle el lunar abultado que nos asusta al saludarla de beso.
Antonomasia tomó clases de primeros auxilios y combinó su talento para zurcir con técnicas para vendar. De niños, nos disfrazaba de momias.
Todo hubiera ocurrido conforme a las serenas tradiciones de Milantepec, de no ser porque mi tía abuela, madre de Antonomasia, entró a una rutilante sucursal bancaria y no reparó en una de esas cadenitas que cuelgan a la altura de los tobillos y sirven para separar a los clientes de una zona reservada al gerente y otros especialistas.
Esas cadenitas son ofensas suaves: no están ahí como algo infranqueable; aceptas ser excluido por ellas. Saltarlas es sencillo, pero no para mi tía abuela, que tropezó, se partió la crisma y falleció sosteniendo una ficha de depósito de 625 pesos.
Antonomasia aún estaba en edad de casarse, pero ya había descubierto que el matrimonio es un calvario donde la mujer aguanta y el hombre engorda en aras de la paz mundial.
Y la paz no le interesa. Está convencida de que el bien se impone a través del conflicto. Dedicó la parte más fecunda de su vida a combatir por causas que la llevaron a contraer malaria en Ruanda y ser arrestada en Galicia en un barco que se oponía a la pesca de atún.
Hablar con ella es difícil porque siempre sabe más y lo demuestra. Ha aprendido trucos de opinionistas de la radio. Para realzar sus ideas, ofende a los que aún no han hablado: "Lo que nadie está diciendo es...". Cuando los demás se expresan, los humilla de otro modo: "Yo voy más allá...". Siempre opina lo que nadie está diciendo y siempre va más allá.
Se presentó en casa porque el primo de un vecino de Milantepec le chismeó que yo no estaba de acuerdo con el asesinato de Bin Laden.
Javier Marías ha expresado su asombro ante la cantidad de expertos que surgen en circunstancias difíciles de evaluar. Los enigmas históricos aconsejan un poco de perplejidad y reserva. El autor de Corazón tan blanco puso de ejemplo, precisamente, la muerte de Bin Laden. Estoy de acuerdo con él. No hablé del tema, pero nunca falta alguien dispuesto a suponer que dijiste algo que le entusiasma o le disgusta (los motivos para citar son extremos), y propaga el rumor hasta que llega a una fiscalía: tu pariente Antonomasia.
"¿Crees que el pacifismo hubiera detenido a Hitler?", me preguntó, abriendo el Gatorade con que hidrata sus opiniones. Acto seguido, pidió que me trasladara mentalmente al situation room de Barack Obama, lo cual no era difícil porque la tía convierte cualquier espacio en un "cuarto de guerra". Explicó que un juicio a Bin Laden hubiera convertido al mundo en un sitio más inseguro y que enterrarlo habría creado un santuario del mal. "El terror se combate por su propia vía: si fueras el único que pudiera frenar a un criminal con un tiro por la espalda, ¿lo harías?", preguntó, parafraseando a James Ellroy.
Por suerte no se humilló esperando una respuesta: "¿Qué opinas de Strauss-Kahn?", preguntó. "¿Sabes cómo se llama la verdadera mujer violada en ese caso? ¡Grecia! El FMI va a aniquilar a los griegos. Strauss-Kahn era la única carta moderada. Su sustituto será de ultraderecha. Le hicieron un montaje. Tal vez sea un cerdo, pero hubo una celada. Siempre hay que pensar a quién beneficia lo que perjudica a otro".
Asentí y se molestó: "Aceptas sin criterio, sólo para que me calle". No me atreví a aceptar su lógica, diciéndole que su castigo (el silencio) era mi beneficio. "Por cierto", agregó: "¿sigues escribiendo 'sólo' con acento o ya te sometiste a la Academia?".
¡Al fin una respuesta fácil! "No me someto, pero los editores quitan el acento", dije. "Ese es el problema de los intelectuales: aceptan la libertad condicionada, sin pasar a la acción. Deberías defender tus acentos como yo defendí a los atunes".
"¿Quieres que me arresten en Galicia?", pregunté.
El Gatorade le había dejado la lengua roja: "La realidad no es tan rara como crees: se entiende por antonomasia"
ADINA CHELMINSKY
Más vale prevenir... Cómo evitar los fraudes financieros
La falsificación de cheques y la clonación de tarjetas son cada día más sofisticadas.
Al mejor cazador se le va la liebre. Yo, la que pregono sobre los fraudes financieros, fui víctima de uno. Justo esta semana recibí en mi correo electrónico un mensaje del “Buró de Crédito” diciendo que si quería obtener mi reporte. Cómo es algo que tenía pendiente, decidí aprovechar y apretar el link del correo. Desde el inicio, la página se me hizo extraña, pero con las prisas decidí no prestar atención. Me pidió los datos de la tarjeta de crédito (como lo hace el buró para cotejar), peeeeero (y he ahí el pero) me pidió también la clave de seguridad de la tarjeta (que NADIE que no piense hacer un cargo la puede pedir). Desde el momento que envié la información supe que algo había raro. Pocos minutos después me hablaron de mi banco para confirmar un cargo sospechoso…
Este incidente no pasó a mayores, pero vale la pena recalcar los parámetros de seguridad de los instrumentos financieros.
A diario se hacen cientos de millones de transacciones en el mundo. Lamentablemente su creciente uso y popularidad las hacen campo muy fértil y atractivo, para los criminales. Falsificación de cheques, clonación de tarjetas, robo y falsificación de la firma y abusos de confianza (por mencionar algunos) son cada vez más comunes y sofisticados ¡hay algunos que parecen sacados de una película de ciencia ficción!
Ser víctima de alguno de estos fraudes no sólo puede ser costoso, también implica tiempo perdido en solucionarlo, requiere de molestos trámites y causa bastantes dolores de cabeza.
Aunque los bancos trabajan para mejorar los sistemas de seguridad, la mejor manera de prevenir cualquier tipo de percance es asumiendo cierta responsabilidad en el actuar. La mejor manera de prevenir un fraude es el uso del sentido común, medidas relativamente fáciles, y que por ser sencillas muchas veces relegamos.
En 2010 se cometieron fraudes a chequeras y tarjetas de crédito por más de mil millones de pesos. Estos son unos consejos para no ser una estadística más:
1. Primero lo primero. Observa reglas de seguridad básica: la mejor manera de proteger tu chequera y tarjetas es cuidándote a ti mismo. Ten cuidado al usar cajeros automáticos. Si algo no te “late” (por más ridículo que parezca) no lo hagas.
2. Revisa tus cuentas: Si no llevas un estricto control de tus gastos es difícil y tardado que te percates de algún fraude. Guarda vouchers y revisa religiosamente estados de cuenta de tarjetas y chequeras. Si tienes dudas, habla al banco y acláralas de inmediato.
3. Lo más sencillo es lo más común. La mayor parte de los fraudes se realizan de la manera más simple: te roban la tarjeta o chequera, falsifican tu firma y te lo devuelven antes de que te des cuenta. Evita tener demasiadas tarjetas o chequeras (no sólo es inseguro, es poco recomendable para una buena planeación financiera). Nunca los lleves a donde no los vas a utilizar: llevarlos “por si acaso” aumenta el riesgo de extravíos o robos. No pierdas de vista tu bolso; si guardas la cartera o la chequera en el compartimiento interior de un saco o chamarra no lo dejes en el guardarropa.
Cuida los cheques individuales. Muchas veces los ladrones arrancan un cheque (con todo y recibo) para que no te alertes de su falta. Verifica la numeración consecutiva de tus cheques.
Guarda bajo llave los instrumentos de acceso a los portales bancarios (tarjetas multinuméricas y dispositivos automáticos).
4. Son secretos: Memoriza tus números confidenciales (passwords, claves o NIP) y jamás los compartas con nadie. Cambia regularmente tus claves y evita tener la misma para todas sus contraseñas. JAMÁS proporciones tus contraseñas o claves de usuario por Facebook, Twitter, correo electrónico o mensaje, aun cuando pienses que sólo las va a leer el destinanatrio.
5. Siempre alerta: Cuando pagues con tarjeta de crédito, nunca la pierdas de vista (ya hay terminales portátiles que llevan a tu mesa). Si se la llevan para cobrarte, mide el tiempo y presiona para que te la devuelvan a la brevedad.
6. Ojo, mucho ojo. Nunca des tus datos y números a gente que te ofrezca premios o promociones telefónicas por más atractivas que suenen. NINGÚN banco o institucion financiera te solicitará informacion por mail. Si habla un “empleado del banco” solicitando datos, verifica que su puesto e intención sean correctas.
7. Desconfía primero. Cualquier promoción, premio o sorteo ganado al que te hagas acreedor y se vea demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Incluso aunque el mail sea de una imagen idéntica a la de tu banco.
8. Ni un minuto que perder. Ten a la mano (en varios lugares) los teléfonos del banco o empresa emisora para reportar robos o problemas. Si sospechas de una tranza actúa rápido para poder prevenir o minimizar el daño que se pueda ocasionar. Actúa primero, pregunta después.
9. Estar Informado. Averigua las políticas y los servicios que tiene tu banco en caso de que la pérdida o robo ¿qué es lo que debes de hacer? ¿a dónde te debes dirigir? ¿Existe algún seguro?
Seguridad online
Las compras y transacciones bancarias en línea, cada vez son más populares. Sin embargo, son un campo vulnerable por los problemas de seguridad en las redes informáticas y por la falta de legislación para combatir este tipo de fraudes. Si usas tu computadora para hacer pagos y transferencias ten especial cuidado:
Protege tu computadora: Evita a toda costa la entrada de virus que pueden dañar o robar tu información. Compra un buen antivirus y un firewall, actualízalos constantemente.
Sé muy selectivo: Evita al máximo hacer transacciones en computadoras públicas y en sitios que no protejan tu seguridad. Asegúrate de que tu buscador sostenga transacciones seguras.
Despídete bien. No olvides salir de la manera adecuada del sitio de internet, no apagues la computadora sin desconectarte de la página (logout).
*Especialista en finanzas personales
Doktor Dinero
adina@doktordinero.com/
www.doktordinero.com
En Twitter: @caymill
Adina Chelminsky
Me encantó la 'tía' Antonomasia de Juan Villoro. Su lógica es rara pero me gusta. Lo que dice de Strauss-Khan yo también lo he pensado. Ahí hay algo más.
ResponderEliminarSaludos