Problemas de colocación
Juan José Millás
(15 mayo 2011).- Cuando aquella chica abandonó el vagón del metro, vi caer algo del interior del libro que llevaba en la mano. Al principio me pareció un señalador, pero al agacharme vi que se trataba de un personaje que guardé en el bolsillo con un poco de vergüenza, la verdad, pues los viajeros me miraban con gesto de censura, o con expresión de asco, como si hubiera cogido una cucaracha del suelo. Me bajé en la siguiente estación, aunque no era la mía, e hice el resto del camino andando.
Ya en la oficina, coloqué al personaje sobre la mesa y vi que era un individuo verdoso, con un traje raído y una corbata cuyo nudo parecía fosilizado, como si llevara años quitándosela y poniéndosela sin deshacerlo.
No había forma, en fin, de adivinar a simple vista de qué novela se había caído, y yo no había visto el título, pues la chica llevaba el libro forrado.
Al día siguiente, guardé al personaje en el bolsillo con la confianza de encontrar a la chica y devolvérselo. Pero no apareció. Durante una semana ensayé a coger el metro un poco antes o un poco después sin ningún resultado. Finalmente, pregunté al personaje de qué clase de novela había salido y me confesó que no pertenecía a una novela, sino a un libro de gestión empresarial editado por una congregación religiosa. "Y no quiero regresar de ningún modo a ese libro", añadió. No se había caído, pues, sino que se había arrojado de cabeza huyendo de los números o quizá de la teología. Me pidió que lo abandonara dentro de una novela cualquiera con tal de que no fuera de terror, pues ese género lo conocía suficientemente a través de la contabilidad.
Ese día, a la hora de comer, me acerqué a una librería y hojeé las novedades. Como se trataba de un personaje joven, me pareció que estaría bien abandonarlo dentro de una novela larga, con mucho argumento y un final feliz. Así lo hice, comprobando en sucesivas visitas que se había integrado en la historia perfectamente.
Ayer volví a tropezar con la chica en el metro. Llevaba otro libro, también forrado, del que en un descuido se arrojaron al suelo cuatro personajes espantados. Pero esta vez hice como que no los veía. Bastantes problemas de colocación tiene uno consigo mismo.
Escritor español
Endorfinas para el pensamiento
Por Jesús Pacheco
Armando González Torres. En Del sexo de los filósofos, el poeta y ensayista propone una reflexión con desenfado
(15 mayo 2011).- "El ensayo es una escritura itinerante que explora los distintos sentidos del discurso y propicia el diálogo entre diversas disciplinas", asegura Armando González Torres. "Se trata de una escritura que, como decía Hume, puede pasar del estudio a la conversación, de la argumentación a la invención y de la ciencia a la estética".
Así, de la reflexión filosófica sobre moral al repaso de las patologías librescas, transcurre Del sexo de los filósofos, el libro en el que el poeta y ensayista ha reunido pequeñas estampas y reflexiones que vieran la luz en distintos momentos a través de revistas y suplementos, en los que pretendió sacudir al ensayo de su tono grave y academicista, al tiempo que compartía, en espacios reducidos, el arrobo ante ciertos autores o la perplejidad ante ciertos temas.
"Lo que intento es desplegar un pensamiento recreativo que observe la vida de los pensadores y artistas detrás de bambalinas, que aventure una mezcla de ficción, reflexión e ironía en torno a distintos tópicos filosóficos y que reivindique su propia tribu de escritores excéntricos", explica.
El libro obtuvo el tercer lugar en ensayo en el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz, convocado por el Gobierno del Estado de México.
Desde el título, tu libro sugiere peculiares maneras de acercarse a la reflexión, formas alegres, menos graves...
Sí, es un libro que busca una reflexión desenfadada y lúdica, que se divide en cuatro secciones: la primera se llama precisamente "Del sexo de los filósofos" y aventura una reflexión irreverente en torno a temas de moral práctica; la segunda se llama "Autoayuda de altura" y busca simplemente recordar ciertas obras filosóficas, desde Epicuro hasta Bertrand Russell, que se ocupan de la virtud, la vida buena y el arte de vivir; la tercera se llama "Enfermos de libros" y trata de ciertas patologías librescas y de la sociabilidad literaria, y la última sección se llama "Zona freak" y es una región muy personal consagrada a una serie de filiaciones, por donde desfilan autores como Sushaku Endo, J.A. Ramos Sucre y Samuel Pepys, entre otros raros.
En "Tribulaciones de un género", uno de los textos del libro, mencionas el caso de un ensayista que se inclinaba hacia la ortodoxia a la hora de referirse al ensayo. ¿A qué atribuyes ese temor a sus mutaciones o esas ganas de poner correa a un género que se ha mostrado indomable?
Es natural que ciertos estamentos busquen apropiarse del prestigio de un género. Ciertamente, en las últimas décadas, se ha extendido una concepción del ensayo como una exposición ligada a la normatividad académica. Sin embargo, el padre del ensayo, Michel de Montaigne, hubiera resultado reprobado. De hecho, el término "ensayo" surge de la raíz etimológica del latín exagium, que quiere decir "exacto", y que denotaría una forma de la medición, del tanteo, de la prueba. Se trata entonces de un género libre y flexible que responde a su etimología: ensayar, probar, medir.
En otra parte de ese mismo texto, te refieres al ensayo como un ejercicio de alto riesgo. ¿Cuáles son los riesgos?
Por sus licencias genéricas, el ensayo también puede incurrir en la complacencia y quedarse en ese medio camino que no es reflexión, ni literatura, sino mera palabrería. Igualmente, por su capacidad de difusión, el ensayo a menudo puede imbuirse de propaganda.
¿Y cuáles son las gratificaciones?
El ensayo no es sólo una forma textual, sino una actividad intelectual que se caracteriza por su grado de libertad y aventura. Estas características hacen del ensayo un género imprevisible, y lo dotan de una emoción particular que es la de asistir al proceso mismo de gestación de un pensamiento.
¿Qué gratificaciones te dejó Del sexo de los filósofos?
Me dejó las endorfinas de la movilidad en muy diversos registros de escritura y del conocimiento de autores tan excéntricos como entrañables.
¿Cómo definirías "ensayo"?
Podríamos definir al ensayo como un género híbrido, que mezcla diversas especialidades y modalidades de escritura, que plasma la personalidad y el gusto del autor y que busca ser accesible a un público más amplio que el de los especialistas, por lo que se expresa a menudo en espacios periodísticos y con un estilo literario en el que caben la improvisación, la confidencia o la digresión.
Entre muchas otras definiciones del ensayo, se dice que es también paseo, deriva, excursión azarosa...
En efecto, el ensayo requiere un ánimo de deambular sin rumbo prestablecido... No sólo expone pensamientos y opiniones ya elaborados, sino que consiste en el proceso mediante el que se construyen dichas opiniones y pensamientos. La virtud del ensayo es que aglutina las más distintas posibilidades de expresión: a lo largo de su existencia, va sumando funciones y posibilidades estéticas y bajo su denominación es posible amparar escrituras muy distintas.
¿Cuál es el tipo de ensayo que sueles visitar como lector?
Suelo disfrutar la excelencia en los más diversos tipos de ensayo: gozo la escritura sapiencial de Michel de Montaigne, la exactitud cerebral de Paul Valéry, el estilo y curiosidad risueñas de Alfonso Reyes, el delirante misticismo de Simone Weil, la musculosa versatilidad de Octavio Paz, la claridad provocadora de Albert Camus, la lúcida amargura de E.M. Cioran; la agudeza casi paranoica de Roland Barthes; la ambición de George Steiner; la excentricidad de Nicolás Gómez Dávila, la letanía poética de Pascal Quignard, el vigoroso razonamiento de Martha Nussbaum, la mirada de William Gass, la preocupación ética de Avishai Margalit... En fin.
¿Y qué lecturas frecuentas cuando se trata de cultivar el lado más informal y juguetón del ensayo?
La tradición inglesa es fundamental para mí en ese aspecto: en esa órbita se desarrolló una vena de ensayo recreativo que, sin renunciar a la crítica social, explora una escritura amena, paródica y muy cercana a la narrativa. Me gustan William Hazlitt, Charles Lamb, Thomas De Quincey, Jonathan Swift, G.K. Chesterton y Cyril Connolly, entre muchos otros.
¿En qué estado de salud crees que se encuentre el ensayo mexicano actual?
En las últimas décadas, ha ganado mucho con su liberación de la camisa de fuerza del ensayo sociohistórico, que era considerado durante mucho tiempo como única manifestación legítima del género. Eso le ha permitido introducir una asombrosa variedad de registros: en la actualidad, al lado de la inquietud perenne por la vida social, hay un cruce de disciplinas y estilos donde conviven la filosofía, la crónica, la sociología, la crítica literaria y todo tipo de mezclas e improvisaciones.
Reportero de El Ángel
Los presidenciables
Por Jorge Ramos
Novedad editorial. El puntero rumbo al 2012 encara temas polémicos, desde su gasto en publicidad hasta la relación con Carlos Salinas
(15 mayo 2011).- En Los presidenciables. Las entrevistas incómodas con los que quieren el poder en México y con los que ya lo tuvieron (Grijalbo, 2011) el periodista Jorge Ramos presenta íntegras las entrevistas con algunos de los políticos que han manifestado su intención de contender por la Presidencia en el 2012: Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota.
Además, recopila sus diálogos con los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y con Felipe Calderón antes de ganar la Presidencia en 2006.
Reproducimos a continuación la entrevista que realizó el periodista al gobernador del Estado de México, quien hasta el momento aparece como puntero en las encuestas.
'No me asesora Salinas'
Los dos sabíamos que le iba a preguntar sobre la muerte de su primera esposa.
Nunca doy las preguntas por adelantado a ningún entrevistado. Jamás. Eso violaría el más básico código de ética periodística. No le he dado las preguntas ni a presidentes ni a tiranos y menos a candidatos presidenciales. Eso, simplemente, no se hace. Decirle a un entrevistado qué le vas a preguntar es razón suficiente para ser despedido. Antes de la entrevista se vale hablar de temas generales -guerra, economía, elecciones- pero no de preguntas.
Sin embargo, cuando llegué a entrevistar al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, a una casa en Las Lomas de la Ciudad de México, él sabía que tendría que volver a hablar sobre la muerte de Mónica Pretelini ocurrida el 11 de enero del 2007. Yo no le dije nada antes. Pero era una pregunta obligada.
Casi dos años antes de esta entrevista, en el 2009, había viajado al palacio municipal de la ciudad de Toluca para hablar con él. Ya desde entonces se le nombraba como el puntero en las encuestas entre los posibles candidatos a la Presidencia para el 2012.
No me quiso decir que quería ser presidente de México. Pero lo dijo de otra forma: "estoy convencido que existe una gran posibilidad de regresar a Los Pinos". La entrevista, sin embargo, empezó en otro lado.
En la última entrevista que tuvimos usted y yo en marzo del 2009 le hice una pregunta sobre cómo había muerto su esposa. Y lo que sorprendió a muchos es que usted no me pudo decir de qué había muerto su esposa.
Es absurdo pensar, Jorge, que no sepa de qué murió mi esposa. Fue un lapsus no poderte decir que mi esposa sufría en aquél entonces de ataques de epilepsia. que habían derivado en alguna insuficiencia cardiaca y que eso la había llevado a perder la vida.
¿Cómo no tener claro y conocer esto? Simplemente fue un lapsus del que se valieron varios para incluso, yo creo, reeditar lo que tú habías presentado y hacer mofa y todo un asunto, prácticamente una caricatura de lo que habíamos entonces comentado entre tú y yo.
Claro que lo tengo muy presente. Fue algo que causó dolor en toda la familia, en mis hijos que estaban todavía pequeños y por supuesto que conocemos a plenitud cuál fue la causa de la muerte de mi esposa.
¿Usted tuvo algo que ver con (la muerte de su esposa)?
No.
¿Hasta dónde nos podemos meter en tu vida privada?
Mira, yo he defendido el derecho a la privacidad y a la intimidad. Pero también estoy consciente de que cuando eres un actor público, tu vida privada termina por hacerse pública.
Su boda (con la actriz Angélica Rivera el 27 de noviembre del 2010) fue muy pública.
Era muy público que me iba a casar. No podía casarme y hacerlo de manera escondida. Era público pero yo no invité a los medios.
Los medios estuvieron ahí. Optamos por no dar la exclusiva a ningún medio. Subimos a la internet algunas fotografías y algunas imágenes de lo que había sido un acontecimiento privado. Decidimos compartirlo porque había sido ya un tema notablemente público.
¿Se vale preguntarle al Presidente si tiene problemas de alcoholismo?
Yo creo que se vale preguntarle al Presidente. Yo creo que para despejar ese tema valdría la pena preguntarle al Presidente sobre este tema que ha sido tan polémico. Llevado y traído. En alguna entrevista que alguien le haga (al Presidente) pues que le pregunte. Sí.
¿Cuánto dinero tiene? La razón de la pregunta es muy sencilla. La gente sabe que muchos ex presidentes mexicanos son multimillonarios y yo no sé cómo. Si usted llega a la Presidencia, ¿cómo nos asegura que no se beneficiará económicamente de ser presidente?
Mira, Jorge, yo te señalé desde la entrevista anterior que lo que tengo lo he hecho público. Incluso hay una página de internet donde, sin estar obligado, prácticamente di acceso a lo que es mi declaración patrimonial. Cualquiera lo puede consultar. Creo que he sido más que transparente.
Desde el exterior, cuando hablamos de México, la gente piensa en narcotráfico y violencia. ¿Hay que negociar con los narcos? ¿Se ha equivocado Felipe Calderón en su estrategia?
Mira, es lamentable que la opinión que se tenga de México en el mundo sea solamente por ese tema: narcotráfico y violencia. Creo que la estrategia del gobierno ha sido insuficiente e inadecuada.
¿El PRI nunca negoció con narcos?
Ése ha sido un señalamiento en el ánimo de descalificar al PRI. Estamos enfrentando un fenómeno totalmente distinto. Lo que vivió el PRI, cuando fue un partido en el poder no era lo que hoy vivimos. Fue otro escenario, fue otra realidad.
Pretender hoy descalificar al PRI por este señalamiento infundado, jamás probado, me parece verdaderamente aberrante.
Hablando de aplicar la ley, las últimas cifras que tengo indican que hubo 944 mujeres asesinadas en el Estado de México (del 2005 al 2010)?
Nunca dejamos de reconocer este fenómeno, de atenderlo. Recientemente, incluso, convocamos a un foro donde pudiéramos fortalecer las políticas públicas sobre cómo combatir al feminicidio. Es un fenómeno que se da en todo el país.
Sí, pero en el Estado de México ha sido particularmente fuerte.
No. A ver, Jorge. Déjame darle dimensión al caso del Estado de México. No es que nos hayamos opuesto a darle atención al tema. Nos opusimos al juicio que se cernió sobre el Estado de México con el ánimo de generar una descalificación política... No somos el estado donde más ha crecido el feminicidio.
Respecto a sus gastos de publicidad, una de las principales críticas contra usted es que sus anuncios de televisión salen a nivel nacional. Cien millones de dólares ha sido el presupuesto (en cinco años) para publicidad.
Ojalá fuera tanto. Es muy por debajo de lo que otros gobiernos dedican a esto.
Pero la acusación es que utiliza presupuesto del estado para promover su candidatura como Presidente.
Me parece que eso se ha vuelto un mito. No es para promoción personal.
Usted es gobernador del Estado de México y estos anuncios salen a nivel nacional. Obviamente le ayudan a su imagen para ser Presidente.
No es el caso.
El ex presidente Carlos Salinas de Gortari ¿está detrás de su candidatura?
Con él y con todos los ex presidentes tengo una buena relación. Tengo una relación de respeto, tengo una relación cordial con todos, pero hasta ahí llega esta relación.
¿Carlos Salinas de Gortari es su asesor?
No, no lo es. No lo es, ni él ni ningún otro ex presidente. Es una relación cordial que guardo con todos los ex presidentes y se me ha visto con todos.
¿No tendría Salinas de Gortari ningún puesto en su gobierno en caso de que usted llegara a la Presidencia?
No lo tendría. No lo tengo como asesor. No participa de ninguna otra forma dentro de la gestión de mi gobierno.
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Título: Los presidenciables.
Autor: Jorge Ramos.
Editado por: Grijalbo.
Año: 2011.
Escritor español
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