14 de Mayo 2014
El fútbol callejero es un fenómeno en Brasil. Se ve en cada esquina por los 27 estados del país y reúne a todo tipo de persona: chicos y chicas, niños y ancianos, blancos y negros, ricos y pobres.
Viajando por Brasil, desde Oiapoque, en el extremo norte, a Chuí, en el extremo sur, el fotoperiodista Caio Vilela retrató al llamado "País del Fútbol".
"El fútbol callejero es como un rito o religión en Brasil. Es como el pan de cada día", afirma Vilela.
El fotógrafo pasó 120 días en más de 100 ciudades brasileñas tratando de captar el momento mágico de cada juego de fútbol.
Jugando en la calle, los mejores futbolistas brasileños aprendieron el arte de driblar. Zico, uno de los mejores de la selección de Brasil de la Copa del Mundo 1982 dijo, "el fútbol callejero te permite ser creativo, te enseña a ser innovador, a abrir espacio entre los jugadores, marcar los goles más bellos".
Las 460 fotos tomadas por Caio Vilela en los 27 estados brasileños son publicadas en el libro "Futebol-Arte do Oiapoque ao Chuí".
Es el segundo libro de fotos sobre este tema. Vilela es también el autor de "Futebol sem Fronteiras" un libro con fotos del fútbol callejero en 53 países.
Habiendo fotografiado el fútbol callejero en distintas partes del mundo durante los últimos 10 años, Caio Vilela define el deporte "fútbol jugado desde el corazón".
Un juego en el terreno empolvado de Cabaceiras, Paraíba.
Un grupo de indígenas posa por una foto de equipo en Conceicao do Araguai, Para.
Un letrero indica un lugar donde se juega fútbol en São Paulo.
Fútbol por diversión en la playa Arpoador, Río de Janeiro.
Un hábil jugador muestra su destreza en Niterói, Río de Janeiro.
Esta cancha fue construida gracias a proyectos sociales en la favela da Rocinha, Río de Janeiro.
La pelota en alto durante un partido en Porto Alegre, Rio Grande do Sul.
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