23 de Mayo 2014
“Tengo algo que decirte”. Ése es el nombre que Adrain Chesser eligió para su serie fotográfica más reciente: I Have Something to Tell You. Una frase que, como sabemos bien, anticipa una confesión seria, a veces terrible, casi siempre de temerse para aquél que está a punto de escucharla.
En el caso de Chesser, su diagnóstico de SIDA. Hace poco tiempo, el fotógrafo tuvo un resultado positivo en una prueba de VIH y, desde entonces, pensaba en cómo se lo diría a su familia y sus amigos. Al final concluyó que la mejor manera sería en su propio estudio, a solas, con la cámara como testigo.
Sin saber que las imágenes se convertirían en uno de sus proyectos, las reacciones conformaron espontáneamente una narrativa singular tanto de la noticia y el momento en que esta irrumpió en la relación de esas dos personas sentadas una frente a otra. Dice Chesser:
Siempre he pensado que haría cualquier cosa para saber cómo contener un segundo huidizo en mis manos, mirarlo todo el tiempo y amarlo tanto como me importara, capturar algo tan elusivo como una emoción y sentir que su poder me tomara cada vez que la viera. Quizá estas fotos son las peores que he tomado a mis amigos, pero indudablemente son las más bellas.
En efecto: ahí están la pena, el asombro, la negación, la dificultad para comprender, acaso también la piedad y la certeza de que, a pesar de todo, es en circunstancias así donde el amor no cesa y más bien sostiene y acompaña.
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