sábado, 7 de agosto de 2010

EN VÍSPERAS DEL BICENTENARIO...por REGINA KALACH



Reflexiones de Regina Kalach Atri

En vísperas del BICENTENARIO envié a mis amigos el poema El Credo Mexicano, mejor conocido como MÉXICO, CREO EN TI; de Ricardo López Méndez; ¿el resultado? un alud de correos que responden a la pasión de saber y sentirse mexicanos.
Los invito a enviarme el suyo, para dejar testimonio de nuestra querencia:
reginakalachatri@yahoo.com.mx
¿El texto es aún vigente, realista o pasado de moda? Te motiva en algún sentido?
¡Opina!

Éste es un fragmento del poema El Credo mexicano, mejor conocido como
México, creo en ti
México, creo en ti, Porque si no creyera que eres mío El propio corazón me lo gritara, Y te arrebataría con mis brazos A todo intento de volverte ajeno, ¡Sintiendo que a mí mismo me salvaba!

A algunos de nosotros nos emocionó alguna vez, hasta memorizamos alguna estrofa; otros nunca lo han escuchado; menos leído, los que sí, tal vez lo encontraron cursi o barroco o…¿saben? ¡les propongo que nos digamos como mexicanos cuál es nuestro credo!
¿Creemos en México? Sí o no y por qué. Qué nos cala de nuestra nación, qué nos llega hasta las entrañas, qué nos choca.
Si nos sabemos mexicanos, con qué nos identificamos.
Sería increíble responder a esto con la reflexión de cada uno salida del alma y de la razón o de donde cada quien quiera o pueda.
¿Qué es esto de ser mexicano y qué podemos hacer por México? ¿Qué queremos y estamos dispuestos a dar por México?
Ojalá los entusiasme.
Anotaré a continuación algunas de las contestaciones que recibí pero las iré insertando una tras otra semana tras semana para no incurrir en excesos.
Me gustaría recibir la tuya en:
reginakalachatri@yahoo.com.mx
Para iniciar, escribo la mía e iré agotando las aportaciones que todos hicieron:


"Que hablar de México Siempre me inflama el pecho"

XII. ME DUELE MÉXICO


Me duele la mirada abierta y húmeda,

en los ojos del niño de la calle.

Me duele su mano extendida,

su petición me duele,

y mi recelo.


Me duele darme cuenta que a veces

paso sin mirar porque me duele.

Me duelen los techos de cartón

su desbalague,

las casas derruídas por los climas,

las calles lodo y barro

con sus marcas de los pies que las transitan.


Me duelen los que siembran

y luego mueren de hambre.


Me duelen sus cosechas desdentadas,

me duele que se vayan y se arriesguen,

pero también me duele que se queden.


Me duelen las escuelas donde no se aprende nada

y más me duele que ese niño

y ése y ese otro

nunca vayan.


Me duelen los enfermos, los ancianos, los heridos

que no han tenido un otro que los cure.


Me duele la espera inacabable

por justicia

por pan

por letra.


Me duelen las ciudades perdidas,

los perros famélicos hurgando en la basura

y el niño que los sigue.


Me duelen tanto y tanto,

y admiro a las madres mexicanas,

esas magas que de nada

hacen el milagro del sustento.


Me duelen esas otras tan heridas

que lastiman, abandonan, se pierden;

las que han sido humilladas y golpeadas.


Me duele la infancia mancillada

y el abuso ponzoñoso que se esconde

tras las puertas con cerrojo del poder .


Me duelen las mujeres que se esfuman

y luego hacen noticia sus cuerpos mutilados.


Me duele el que sale a la justicia

y se arriesga con su voz o con su espada;

me duele que se acalle su denuncia.


Me duele andar con miedo, cabizbaja,

y desconfiar de todas las pisadas.


Me duelen la sospecha, el descreímiento,

las miradas resentidas,

percibir que la imposibilidad se va colando.


Me duele esta ciudad de nata espesa.

Ciudad asfixia, gris,

violenta y violentada,

extraña y entrañable

la misma que a ratos me convida

sus colores, sus sones

su burla, su ingenio y su comida.


Me duelen la indolencia y el cinismo

que supuran de una vieja herida.


Me duele el ondear de las banderas tricolores

en peseros, en camiones:

el fervor de los que creen,

me duele porque apuestan

aunque siempre hayan perdido.


Pero me duele más cuando me olvido

y entonces no me duele.


REGINA KALACH ATRI



XII. ALGO SOBRE LA PIEL,
MEXICO, CREO EN TI


México, estoy con ganas de hacerte el amor, retribuir el que tú me has dado tan pronto como llegué a la vida. A vuelo de pájara veo que el sol te ilumina, te procura el día; haz que al encumbrar el astro dios, brille tu escudo en la luz de la aurora, para despertar a las olas de jade con su inmarcesible marea, a la enramada de ríos cantar a cántaros, al territorio del cactus donde se acunan los magueyes y una que otra biznaga.

Tu superficie es el maíz

Haz que se despabile el águila que aquel día devoró a la serpiente. Despierto estás, México, nunca duermes, vigilas, no te cansas. Lo sé por el antiguo rugido de tus cráteres, su furia al reventar de tu seno ríos de lava para formar pedregales; volcanes ahora adormilados, cubiertos por la sábana de nieve blanca.

Si yo conozco el cielo es por tu cielo

Por los cuatro vientos ondean banderolas de papel picado, sólo tú sabrás qué quiero; si acaso estarán al tanto la flor de cempasúchil, la piñata, la calaverita de azúcar, la matraca, la diana, el canario de la feria que con su pico decide mi suerte, los papalotes, el canto del gallo.

Ándale, niña, sal del rincón, con la canasta de la colación

Quiero invitarte a beber cacao caliente en olla de barro; irnos de fiesta a comer chiles en nogada, mezcla de texturas, colores, aromas; citarte en una cantina y bebernos un tequila con limón, sal y sangrita; vagar por allí y oler el cilantro, la vainilla, el epazote. Voy a soltar mi imaginación cuando mi pie desnudo recorra la arena de tus dos mares, tan distintos. Déjame meter las manos en una canasta de semillas de frijol, déjame abrazar el tronco del ahuehuete y del aguacate, acariciar el lomo del jaguar, las plumas del quetzal, tuyos, todos.

Tú tienes lo que busco, lo que deseo, lo que amo, tú lo tienes

Desde siempre me regalaste las notas de tu música, la marimba, la Marcha Dragona, el bolero que enamora, guitarras de tres en tres. Huapangos, La Bamba, trompetas y tambores; por eso quiero bailar un danzón contigo, México, un sábado en el parque, y terminarlo con el paso justo, cerrado, en un elegante pracatán.

Voy por tu cuerpo como por el mundo

Llegará el tiempo en que salga la luna de plata abrazada a la noche estrellada. Será el momento de acoplarme a ti, como me lo enseñó el enterrador del Panteón de Dolores: en una caja de madera, sin herrajes, ladrillos o tapias, a tres metros bajo tierra mojada. Yo añadí: que sea tocado, una y cien veces, Dios nunca muere. Así, poco a poco, silenciosamente, sin miedo, mi carne se transfigura, se volverá tierra en tu tierra, de donde he nacido, y se cumplirá mi deseo de dormir sueños, México, de soñar en la magia de tus espejos.

Septiembre 2009

Beatriz Graf


XI. Aunque el GRITO ya paso anoche, hoy se celebra el dia de la Independencia
y a mi me toca, como desde hace 13 años, vivirlo de lejos...
Así que lo que a mi duele de México, en estos momentos, es
la nostalgia...

Me duele la nostalgia de los olores
de los sabores
de los colores

de la hospitalidad mexicana
de la amabilidad
de la cortesía
de la alegría

La nostalgia que me llega
con cada sorbo de tequila a distancia

con memorias de chiles en nogada
de tacos al pastor
y chile hasta en la ensalada...

Y cuando pienso en los amigos...

Y sobre todo, con la música

Porque a México lo lleva uno adentro,
y cuando te vas
te lo llevas contigo
adonde vayas

Y así vive uno, con un pie
de cada lado del charco
y el charco de allá
duele

Selma Aronovich

X. Espejismos

Habrá habido columpios
pues cuando los oigo rechinar
vuelan al aire carcajadas como mariposas
habrá habido un parque y un algodonero pregonando
sí raspados de guanábana con su sabor amarillo
y días de campo en Xochimilco con pastel de limón hecho en casa
y un patio con tendedero albo y canarios y perro
sí una dálmata de ojos acuamarina
habrá tenido mi infancia
días de sol y días de lluvia en los que me quedara
absorta minutos que entonces eran horas
viendo las gotas deslizarse lentas como miel por el vidrio
sí una mirada cómplice atravesada por dos iniciales
en un pupitre o en un espejo empañado de quieres ser mi novia
debió haber una noche de luciérnagas y algún padre
platicar que las hembras están llenas de luz
y que apagándose se ocultan
debió haber una madre una abuela una tía que revelaran los misterios de mi germen
y encauzaran mis pasos hacia
cuando seas grande mijita…
sí un mercado de marchantas con mandil a cuadros
anunciando la frescura de chicozapotes pérsimos tejocotes guamichiles
y una yerbera envuelta en azahares tilas manzanillas cuachalates orozuces
aliviando males de ojo y otros males
sí una papelería consumando las tareas escolares
con monografías de Niños Héroes
Juárez Hidalgo Josefa Ortiz de Dominguez
sí tardes de bicicleta en la calle de Xola jugando al avioncito
y travesuras de niños tocar timbres y esfumarse
y algún hermano mayor debía haber
celoso guardián de mi inocencia
que con su voz suave
envolviera mi infancia como tibia ola
y en la casa de Providencia
una higuera abrazándome con sus ramas fornidas

hubo una higuera en medio del jardín
y sus tardes de dulces higos
se estrellaron en la tierra
rojas
maduras


Vicky Nizri
San Diego, verano del 2009



(continuará...)

IX. MÉXICO TRICOLOR


México es verde.
Ante el presagio ominoso, la tierra sedienta, el camino de polvo y cal, México imagina la lluvia. La sueña. La espera paciente, en silencio. Y llega, siempre llega. Cuando se le antoja, a destiempo. Siempre generosa regala la tuna, la mazorca y el ahuehuete. El grillo, la rana y en el tejado sus gotas arrullan al niño.

México es blanco. Ante el presagio ominoso, la negra noche, México imagina la luna. La sueña, la espera paciente, en silencio. Y cuando se aparece, inspira al poeta que pinta en lo obscuro palomas al vuelo, nubes, pañuelos, gardenias... y a los enamorados regala una noche de amor.

México es rojo. Ante el presagio ominoso, la violencia sangrienta, México imagina la fiesta. Papelitos al viento, alegres sones, bailables, tequila. Atolito, silbatos, guitarras, y chiles. Y en la casa familiar, nochebuenas en el altar.

Verde, blanco y rojo. México lindo y querido.

PRISCILLA VELASCO


VIII. ¡ÉSTE ES MI PAÍS!


Este es mi país
Esta es mi gente
Gente que Trabaja
Trabajo día con día
Días de alegría
Alegría en el corazón
Corazón Rojo como...
...como esos chilaquiles
Chilaquiles verdes Pican
Pican las heridas con la sal
La sal blanca y refinada
Refinadas playas en las costas Mexicanas.
León Buzali K.

VII. ¿Qué sería de México sin mexicanos?
¿Qué sería de los mexicanos sin México?
¿Quién agarra a quién?
Alfredo Kalach A.


VI. Poema Alta Traición:
Así le canta a la Patria, José Emilio Pacheco



No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.

V. MÉXICO EN LA PIEL



Mexico en la piel
Música y Letra : Jose Manuel Fernandez Espinoza

Como una mirada hecha en Sonora
Vestida con el mar de Cozumel
Con el color del sol por todo el cuerpo
Asi se lleva Mexico en la piel

Como el buen tequila de esta tierra
O como un amigo de Yucatan
Y en Aguascaliente deshilados
O una lana tejida en Teotitlan

Asi se siente Mexico, asi se siente Mexico,
Asi como unos labios por la piel
Asi te envuelve Mexico, asi te sabe Mexico
Y asi se lleva Mexico en la piel

Como ver la sierra de Chihuahua
O artesania en San Miguel
Remontar el cerro de la silla
Asi se lleva Mexico en la piel.

Como acompanarse con mariachi
Para hacer llorar a esa cancion
Que en el sur se toca con marimba
Y en el norte con acordeon

Asi se siente Mexico, asi se siente Mexico,
Asi como unos labios por la piel
Asi te envuelve Mexico, asi te sabe Mexico
Y asi se lleva Mexico en la piel

Como un buen sarape de Saltillo
Como bienvenida en Veracruz
Con la emocion de un beso frente a frente
Asi se lleva Mexico en la piel

Como contemplar el mar Caribe
Descubrir un bello amanecer
Tener fresca brisa de Morelia
La luna acariciando a una mujer

Asi se siente Mexico, asi se siente Mexico,
Asi como unos labios por la piel
Asi te envuelve Mexico, asi te sabe Mexico
Y asi se lleva Mexico en la piel


IV. Carta a mi país:
Querido México
Por Sandy Bucay C.



Te conozco hace 54 años y sigues siendo la promesa renovable de un futuro distante. Nuestras adolescencias coincidieron. Tu rostro siempre lo recuerdo como un cuerno de la abundancia. Una posición geográfica envidiable, bisagra en un hemisferio que podía inspirarse en el desarrollo del norte y liderear el paso armonioso del sur. Dos océanos a cada lado que nos conectan con el resto del mundo. Paisajes y recursos codiciados por otros a quienes la Naturaleza no consintió tanto. Una población dócil y confiada, con todo el potencial para desarrollarse sin límites. Hemos sido parte de una orquesta que con un buen director habría contado con la energía para tocar piezas magníficas. A veces lo hicimos, a pesar de sus conductores, pero fueron piezas breves, de corto aliento.

Llegaron los que usaron la batuta como dedo flamígero. Se sintieron propietarios, no servidores. A ti, país que en el siglo XVI tenías la ciudad mejor trazada del continente (mientras que en los territorios del norte sólo había caravanas y puebluchos polvorientos), te condujeron quienes enceguecidos por la soberbia y sus delirios, se sintieron reyesoles, dueños de la verdad absoluta, ávidos de pleitesías y privilegios.

Nos convertimos en un pueblo indiferente, indolente y paradójico (sino es que esquizofrénico). Esperamos casi todo de quien más desconfiamos: del ogro filantrópico. Nuestras incongruencias no quedan ahí. En tu seno coexiste torpemente lo laico y lo religioso, la superstición y la suspicacia, la amabilidad y la bribonería, la admiración y el resentimiento.

Pero nuestra adolescencia ya ha durado demasiado: hablamos de derechos, nunca de deberes y no estamos dispuestos a levantar el tiradero. No tenemos paciencia, pero queremos que las cosas se resuelvan bien cuando empezamos a hacer la tarea al cuarto para las doce. Empezamos con vigor lo que abandonamos a la mitad. Preferimos los atajos que el andar tenaz. No sabemos fijarnos objetivos, organizarnos y supervisar lo que emprendemos. Aprendemos en el camino y nos engañamos llamando experiencia al ensayo y oportunidad a lo que sigue del error, por muy costoso o fatal que haya sido. Improvisamos y nos sentimos ingeniosos; somos mañosos y presumimos de habilidosos.

Los responsables de lo que nos pasa siempre son otros: España, por conquistarnos (como si a Europa nunca llegaron los bárbaros), el resto de Europa menos, porque a Francia le ganamos, matamos a un emperador y a los ingleses les expropiamos el petróleo que, no hay que olvidar, es de todos (aunque yo nunca he recibido un bono de productividad, ni un reloj Citizen en plena época de administración de la abundancia). De nuestro vecino del norte, ni hablar. Da para rollos de papel. Desde el siglo XIX no nos reponemos. Habrá que indagar porqué los vietnamitas no queman banderas gringas cada 4 de julio. Habrá que preguntarles a otros países qué harían si tuvieran a EU como frontera.

Sólo conocemos la euforia embriagante de la victoria en las ligas menores, cuando coreamos nuestro bélico himno nacional, aunque no tengamos epopeyas que celebrar y cuando la ofensa colectiva nos aglutina alrededor de una glorieta con ángel porque alguien se atrevió a ponernos límites o en nuestro lugar.

En buena parte, tus pilares son mitos que se agrietan, que deberíamos demoler y no esperar a que nos derriben. Al pasado hay que cargarlo como a un niño: protegiéndolo, pero sin impedirle ver hacia delante.

Envejezco contigo -país que en su corazón lleva un nopal, un águila, una serpiente y una “x”- y no me gusta tu aspecto: desaliñado y fodongo, caminas abatido y lentamente. El dolor se vuelve más intenso cuando veo que otros te maltratan.

Pero eres mi casa y no pienso mudarme. Después de este punto final, pensaré en un nuevo punto de partida.


III. Con México, Tierra de contrastes, me unen muchísimas cosas; otras me confunden:
Por Linda Buzali


Me gusta:
- Que en este país nuestros abuelos hayan encontrado una nueva patria.
- Celebrar el día de la independencia en la fecha que marcó arbitrariamente Porfirio Díaz para que coincidiera con la celebración de su cumpleaños.
- Villa y Zapata que creían en la justicia y en que "la tierra es de quien la trabaja"
- Las Adelitas de la Revolución
- Las mexicanas de hoy en día que si fuera necesario se vestirían otra vez de adelitas para defender a su patria
- El recuerdo que tengo de estar parada en una asamblea en la escuela primaria, cantando el Himno nacional y viendo en el fondo, las jacarandas que florecían en el patio de la escuela
- Las ofrendas en Día de Muertos
- CLARO que el Museo de Arte Moderno y POR SUPUESTO que la fuente del de Antropología
- La leyenda urbana de que el día que llevaron a Tlaloc al Museo de Antropología cayó por su enojo un aguacero como nunca antes visto
- Los voladores de Papantla
- El helado de coco en las playas de Acapulco y los niños que “te mueven la panza por un veinte”.
- La sección de dulces mexicanos en Liverpool (especialmente, el limón relleno de coco)
- Los mercados con todos sus colores, sin quitarle uno solo.
- Las playas de la Riviera Maya
- Los rápidos de Veracruz
- Chiapas
- Encontrar una extraordinaria quesadilla para comer en casi cualquier lugar
- El mole: oaxaqueño y poblano
- Los churros y el chocolate caliente
- El Zócalo capitalino que se presta para todo: conciertos, manifestaciones, pistas de hielo, playas artificiales, la ceremonia del grito, las fotos de los desnudos...
- La kermés del Día de la Independencia
- Xochimilco
- El Auditorio Nacional
- Daniel Gímenez Cacho en su papel de Andrés Ascencio en Arráncame la vida
- Las marimbas
- El noticiero de 100.1 con Leonardo Curzio (quien también fue mi maestro y admiro profundamente)
- El análisis y la voz de Ricardo Rafael
- Las enchiladas suizas, el rollo helado y los uniformes de las meseras de Sanborn’s
- El papel picado
- Los maestros que todavía tienen la convicción de que con su trabajo pueden hacer un cambio en la vida de sus alumnos
- La película Traspatio de Sabina Berman, y su capacidad de denuncia de lo que sucede en nuestro país

También disfruto la capacidad de reírnos de nuestras desgracias
-como en la Ley de Herodes (libro de Jorge Ibargüengoitia que después se hizo película), la parodia, las calaveras en Día de Muertos, los chistes sobre nuestro gobierno, el terremoto del ‘85 y la explosión de San Juanico, las canciones como la de Chicoche y la Crisis "A dónde te agarró el temblor" ... y claro: "qué le dijo México a la influenza...mira cómo tiemblo"

Disfruto, me regocija , y me sorprende
- Que en esta época del año algunos comercios, sean o no de judíos, publiquen sus deseos de Shaná Tova
- La capacidad de organizarse en medio de una desgracia para ayudarnos unos a los otros
- Los conciertos de Juan Gabriel
- El Ángel de la Independencia
- Que la Diana haya regresado a su lugar original, gracias a un comentario de María Félix en una entrevista
- Que esa misma Diana, no tenga flecha
- La gente que va cantando a pesar del tráfico
- Brozo
- Ver ondear la Bandera
- Los mariachis cantando El Mariachi Loco o cualquier canción de José Alfredo Jiménez
- Todo Pedro Infante
- Pedro Infante y Jorge Negrete cantando juntos en Dos tipos de Cuidado
- Masiosare, el extraño enemigo, y que exista gente que lleva su nombre, así como el de Anivdelarev
- Que en el momento de tráfico repentino, aparece gente que sale quién sabe de dónde, lista para vender desde gorditas de nata, hasta raspados y agua embotellada.
- La creencia de que el civismo hay que enseñarlo, cuando la realidad es que se vive, se siente y hay quién lo tiene y quién no lo tiene
- Que a pesar de todo, los mexicanos aquí seguimos y seguiremos porque tenemos la esperanza de que nuestros gobernantes maduren, de que las cosas mejoren, con la sabiduría de que pase lo que pase hay que salir a ganarse la vida, hay que ser solidarios, con la alegría que nos da reconocernos como paisanos cuando estamos fuera de nuestro país, con ese sentimiento que no sé si es de amor a la Patria pero que de todas formas nos une

Me confunden
- Los peseros
- Los políticos
- La creencia de que la nueva generación de políticos iba a ser diferente de la vieja, y resultaron ser iguales pero sin chiste, sin carácter y sin chispa
- El noticiero de López Doriga
- El sindicato de maestros pero sobre todo ELBA ESTHER (que además de confundirme, me da miedo)
- El gober precioso
- Las muertas de Juárez (Que además me causan indignación, tristeza, y no sé cuántos otros sentimientos negativos más)
- El narcotráfico
- La solidaridad con nuestro pueblo hermano cubano
- Los grupos de intelectuales de izquierda
- Los escuincles babosos que usan la kefia o la svástica por moda y ni siquiera conocen su significado
- El crecimiento desmesurado, descontrolado y corrupto del área metropolitana
- El tráfico
- La corrupción
- La corrupción
- La corrupción
- La creencia de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, porque entonces,
¡qué mal karma traemos los mexicanos!

LINDA BUZALI KALACH


II. 44 razones por las que amo a México
Por Adina Chelminsky



En el discurso del eterno inconformismo (del que soy experta), paso mi vida, y mi día, criticando todo lo que está mal en el país. La inseguridad, la economía, los baches, la mediocridad, el tráfico y la corrupción, la pobreza, la impotencia ciudadana…
Pero la verdad es que amo a mi país, loca e inevitablemente.
Amar a México no tiene nada que ver con la razón ni con la contabilidad (seamos sinceros, si hacemos números hay suficientes razones para odiarlo), tiene que ver con las tripas, con la manera en que se me enchina la piel cuando oigo el himno, con el trazo firme con el que escribo “mexicana” cada vez que solicitan mi nacionalidad. Con lo inexplicable. Con lo cotidiano. Con lo conocido. Con lo cercano. Con lo cursi. Con lo sentimental.
Estos son los porqués:

1. Los días en que se pueden ver los volcanes
2. Cantar el himno en el estadio cuando juega la selección…
3. …ver a 100,000 personas haciendo lo mismo.
4. La bandera gigante que ondea en el Campo Marte
5. Las mujeres mexicanas.
6. El taxista que se apiada de mí y me deja pasar en una intersección.
7. Los albures que entiendo y los que no.
8. Los espectaculares de las librerías Gandhi.
9. Los encabezados de los diarios alarmistas que venden en los altos en los cruceros.
10. El ingenio constructor: la llanta con mecates que es un columpio.
11. Los tacos y las tortas de tamal a las seis de la mañana.
12. El tequila que hizo imperativos esos tacos.
13. El hecho que me tomé ese tequila con virtuales desconocidos que ahora son mis “hermanos”.
14. Cantar con los Mariachis. Aun cuando solo me sé el estribillo.
15. Los tres Huastecos.
16. Tratar de entender la letra del himno nacional.
17. Los chiflidos y toquidos de los viene-vienes cuando te ayudan a desestacionarte.
18. Las películas “Sólo con tu pareja” y “Arráncame la vida”.
19. El que me digan “seño”, cuando no saben si soy señora o señorita.
20. La poca gente que sigue fiando. El “no te preocupes después me los pasas”.
21. Puerto Escondido
22. La colonia Condesa
23. Mi familia y mis amigos.
24. La buena onda (porque somos una nación buena onda).
25. El poder tutear a casi todos.
26. La organización ProVivah.
27. Leer el TVyNovelas (odio admitirlo).
28. El jardín del museo de Arte Moderno y la fuente del de Antropología.
29. El Parque México y el chicharronero, paletero, algodonero…
30. Todo lo que sea con chamoy.
31. Los gritos de los marchantes en los mercados.
32. Los tlacoyos echaditos en el comal.
33. El chocolate caliente de Oaxaca
34. Sin ser de un mexicano, porque me gusta mucho, lo adopto: El ensayo de “Instrucciones para subir una Escalera” de Julio Cortazar
35. Cualquier cosa de Jorge Ibarguengoitia
36. El doblaje de Don Gato y su pandilla.
37. El libro “Triptofanito”.
38. La obsesión de los niños con el Fútbol. El fervor con el que le vamos a nuestro equipo favorito aun cuando lleve todos los partidos perdidos.
39. La última y nos vamos.
40. El no saber si la política nacional es tragedia o comedia.
41. El que a una fiesta te inviten con la hora de inicio pero no te limiten a que hora va a acabar.
42. “Ten Miedo de Mi” cantada por Fernando Delgadillo
43. Las jacarandas que una vez al año florecen en Paseo de la Reforma, La Condesa, Polanco…
44. Que nada funciona y que aun así, generalmente, todo sale.

I. Propuesta primera

Hay que barrer
con escoba de varita
que el piso cruja
y se levante el polvo,
que se vislumbren
los sueños
de esta tierra,

su "fulgor inasible".

REGINA KALACH A.

6 comentarios:

  1. genial! soy mexicana que vive en francia, leerte me llena del sentir y saber del pais bello en que naci, creci y aprendi... una dia me fui y aun regreso de vez en cuando, esperando un dia volver... gracias!

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  2. agh! yo escribi el comentario que inicia con "genial!" pero no me permitio poner mis datos, yo no soy anonimo y nunca lo sere! soy mexicana, Laura Palacio y cuando era chiquita creia que Masiosare era una persona! y tambien creia que Melchoro Campo era el nombre del personaje historico! besos
    palacio-laura@live.fr

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  3. Gracias por pasar por el Blog, te invito a dejar con más frecuencia tus puntos de vista y si quisieras publicar algo, eres bienvenida.

    Beto Buzali

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  4. Estan bonitos pero re chulos de bonitos los honores a México. Gracias Jennie, y de rebote también a Beto. BeatrizG

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  5. Y que Viva México, esta bella patria que dio la bienvenida a nuestros abuelos, no merece si no más que nuestro profundo amor y agradecimiento.

    Con cariño Manuel Levy. Cd. de México

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  6. Gracias, Manuel, por vistar y leer.
    Ojalá sean frecuentes tanto tu lectura como tus comentarios.

    Beto Buzali

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