07 de Julio 2014
Titulo: Voy a contarles un corrido...
Autor: Erma Cárdenas
Editorial: Textofilia
Lugar y Año: México, 2013
El nuevo libro de Erma Cárdenas (Washington D.C., 1945) es una colección de diecisiete relatos que se presentan como ecos de diversos corridos mexicanos: desde “La Adelita” hasta los narcocorridos. Lo que se relata es de tal familiaridad que incluso las historias se perciben como verídicas y ya conocidas. Hay que subrayar que el disfrute del lector se impulsa en gran medida por la identificación y reconocimiento, para bien o para mal, de las situaciones que se cuentan y que se desarrollan en contextos también típicos de México (cantinas, celdas, haciendas, la frontera norte). Cárdenas no requiere del conocimiento de los corridos o de la historia nacional: el reconocimiento se devela sobre la marcha.
Los cuentos de Voy a contarles un corrido… narran una larga historia que podría ser el relato de un país que encuentra humor en toda situación. Dado que se hace uso de figuras célebres o estereotípicas de las canciones populares (borrachos, mujeriegos, guerrilleras, héroes asesinados, corruptos, maridos cornudos, narcos), y que éstas se reconfiguran en narraciones novedosas que permiten una lectura amena, ágil y memorable, es fácil entender que las experiencias de cada personaje componen el imaginario de un México que crece a lo largo del volumen. Las historias son claras: se habla del amor casi siempre en términos de pérdida (como cuando se muestra la supremacía que el futbol tiene sobre el romance) y de la justicia con tonos tragicómicos.
“El caudillo del sur” es un ejemplo claro de cómo funciona el trabajo de Cárdenas: se relatan los cínicos testimonios de todas las esposas de Emiliano Zapata (o, como sería más adecuado, “la esposa y las queridas”) quienes declaran y reclaman sus derechos tras la muerte del revolucionario, inyectándole tonos nostálgicos a la evocación del suceso histórico. La presencia textual de los corridos también contribuye al disfrute del libro: hacia el final del volumen se presentan narcocorridos que dibujan ciertos aspectos de un México evidentemente contemporáneo. Tal es el caso del cuento “Amor del bueno”, en donde el narrador dice que los protagonistas “salieron de San Isidro, / procedentes de Tijuana. / Traían las llantas del carro / repletas de yerba mala. / Eran Emilio Varela / y Camelia, la tejana”. Claramente, quien haya escuchado los versos de estos corridos (aunque sea por accidente) sabrá cómo entonarlos y podrá disfrutarlos más. Es interesante que los corridos se prosifiquen en narraciones para construir tramas nuevas sobre las que ya se cantan: el corrido que Erma Cárdenas nos cuenta su versión de los hechos, detrás de las ya de por sí “verdaderas” historias que los versos populares inmortalizan. ¿Quién puede asegurar que así no es como ocurrieron las cosas?
La lectura es divertida, placentera y reveladora. La autora no sólo amplía la difusión y ayuda a preservar la forma musical-literaria del corrido: también subraya los modos en que las identidades sociales se cimientan sobre lo que la noción popular decide preservar. Los corridos funcionan como leyendas e historias de origen, por lo que Voy a contarles un corrido…no es sólo un ejercicio de adaptación para demostrar la creatividad en el paso del canto a la narrativa, sino una muestra de perdurabilidad cultural en donde participan todos los relatos que pudieron dar pie al material popular de una nación que, influenciada por revoluciones, narcotraficantes y otros factores, continúa evolucionando y reconfigurándose de forma trágica e irónica.
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