martes, 4 de marzo de 2014

‘GRAVEDAD’ NO ES MEXICANA



En México la entrega de los premios Oscar ha sido un evento que generaba poca atención, un programa dominical que ocurre cada año. Pero este 2014 la historia fue distinta.

Por primera vez, la ceremonia fue seguida por miles de personas que esperaban ver a Alfonso Cuarón, el director de cine nacido en Ciudad de México en 1961, levantar la estatuilla dorada que le acreditaba como el mejor director de Hollywood por la película “Gravity” (“Gravedad”).

Y cuando el cineasta apareció en pantalla con el premio en mano en muchas casas de Ciudad de México se escucharon aplausos y gritos de júbilo.

El presidente Enrique Peña Nieto envió un mensaje desde su cuenta de Twitter: “El #Oscar como Mejor Director a Alfonso Cuarón es resultado de su talento, esfuerzo y visión. Extraordinario trabajo ¡felicidades!”.

Gael García Bernal, uno de los protagonistas de “Y tu mamá también”, la primera película que le valió a Cuarón una nominación al Oscar, también lo felicitó por las redes sociales. “Llorando de la emoción. Viva pinchi Poncho. Te amo cabrón”, expresó el actor.

En los medios de comunicación locales el premio al cineasta fue la noticia principal e incluso la mayoría se refirió al premio como un reconocimiento al cine mexicano.

Pero no fue así. Semanas antes, Cuarón dijo que los premios al filme “Gravity” no eran extensivos a México. Un rasgo que, para algunos, muestra la personalidad del cineasta galardonado, quien vive desde hace más de una década en Londres.

Brillante y explosivo

¿Alguna vez pensó Cuarón con vivir esta noche?

“No sé si soñaba con Hollywood y con el éxito, pero nunca quitó el dedo del renglón y su creatividad la dedicó por completo a eso”, escribió Mariana Elizondo, exesposa del director, en un artículo publicado en el diario capitalino Reforma.

Más allá de los sueños, lo cierto es que el proyecto de vida de Cuarón siempre fue el cine.

Desde muy pequeño tuvo una cámara Super 8 y con ella se dedicó a filmar a su familia con sus hermanos como actores. “Era su juego cotidiano”, narra Elizondo.

Su carrera empezó a perfilarse a partir de 1980, cuando ingresó al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).


Fueron años de polémica. Algunos de sus maestros lo recuerdan como un estudiante brillante, de carácter explosivo, que leía obsesivamente lo que encontraba y veía toda clase de películas.

De hecho, Cuarón tuvo dificultades con algunos profesores, que no solían estar de acuerdo con su forma de entender el cine.

Por ese entonces en el CUEC –como en la mayoría de las escuelas de la UNAM- había un clima de efervescencia política y académica, con puntos de vista encontrados entre quienes deseaban superar la década de los años 70, que para México y los universitarios fue particularmente difícil por la llamada guerra sucia, y aquellos que insistían en no olvidar la represión oficial que provocó la desaparición de cientos de personas.

Estudios

En la escuela Cuarón hizo todos los papeles relacionados con el cine: asistente de sonido, dirección, fotos, guiones y sobre todo editar. Una época intensa sin final feliz, pues Cuarón no terminó la carrera y abandonó los estudios en 1984, cuando sólo faltaba presentar su trabajo final –una ópera prima- para graduarse.

Hasta ahora es un episodio poco claro: algunos han dicho que el director fue expulsado por filmar una pequeña pieza que molestó a sus maestros; otros aseguran que Cuarón decidió meterse de lleno a la industria, y otros más, como Marcela Fernández Violante, quien fuera directora del CUEC en esa época, reconocen que el cineasta faltaba mucho a clases y entonces “se le dio de baja” de la escuela.

El incidente no afectó su carrera. Poco después de abandonar el Centro Universitario, el director colaboró en algunos filmes como “Nocaut” e incluso dirigió episodios de una serie de televisión.

En 1991 filmó “Sólo con tu pareja”, escrita por su hermano Carlos, que se convirtió en un éxito de taquilla en México. Después emigró a Los Ángeles, California, donde dirigió programas de televisión y la película “La princesita”.

A partir de ese momento combinó su trabajo con filmes en México y otros países. De esa época son filmes como “Crónicas”, “El asesinato de Richard Nixon” o “Y tu mamá también”, que le valió su primera nominación al Oscar.

Después dirigió “Harry Potter y el prisionero de Azkabán”, “Los hijos del hombre” y “Gravity”, cinta que inició su historia en 2010 y que ahora obtuvo siete premios de la Academia de la Artes y las Ciencias Cinematográfica de Hollywood.
¿Y México?

El director ha insistido en que los reconocimientos a su película no son para México.

“Yo nunca he pretendido que ‘Gravity’ es una película mexicana. Es película de un mexicano, escrita, dirigida, producida y editada por un mexicano”, dijo recientemente en una conferencia telefónica.

Tampoco significa que los directores de este país deban viajar a Hollywood para triunfar, afirmó.

“Me preocupa, porque sería muy triste, que cineastas, para tener que desarrollarse, crean que tienen que irse de México”.

Lo único claro es que seguir la ruta del cine no es fácil, ni siquiera para el ganador del Oscar a mejor director.

Mariana Elizondo, su exesposa, lo sabe desde hace mucho: “Creo que alguien que trabaja como él tarde o temprano triunfa, incluso a pesar suyo”.

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